El Color Mas Allá De Lo Estético, El éxito O Fracaso De Un Diseño

“El color mas allá de lo estético, el éxito o fracaso de un diseño”

Todo diseñador gráfico debe tener siempre presentes ciertos fundamentos básicos y esenciales al momento de hacer una composición, ya sea para diseñar un cartel, un espectacular, la portada de una revista, una página web, el empaque de un producto, etc. Cada uno de sus trabajos esta destinado a cumplir una función y persigue un objetivo específico, el cual cumplirá y garantizará su éxito, solo si utiliza éstos conocimientos de una manera adecuada, creando así una unidad entre lo que quiere transmitir y lo que realmente logra plasmar en sus proyectos. Éstos, junto con su creatividad, los hacen lograr trabajos extraordinarios e innovadores que provocan en los receptores ciertas reacciones y estímulos que varían dependiendo de la intención con la que se realizan.

Pero de la misma forma en que pueden garantizarle el éxito, pueden hacerlo fracasar, ya que cada elemento colocado en una composición implica una significación, por consiguiente, si colocamos un elemento de más, si lo hacemos en la dirección equivocada, si le damos un color que no es el adecuado, o cualquier representación que se preste a la polisemia o al rechazo, habremos fracasado en nuestra labor como diseñadores. Y de todos estos elementos, es precisamente la percepción del color la parte simple más emotiva del proceso visual. Éste posee la virtud de designar y dotar de significado a las cosas, de provocar reacciones, sensaciones y emociones, tiene una gran fuerza y se utiliza para expresar y reforzar la información visual. Por ello, es lógico pensar que si no hacemos un adecuado uso del color en nuestras composiciones, obtendremos un resultado negativo.

Pero ¿Cómo lograr hacerlo bien?, ¿Cómo evitar que los colores utilizados emitan un mensaje equivocado?, ¿Cómo saber que los colores que utilizaré son los adecuados para obtener éxito en mis proyectos? La respuesta a estas preguntas no es nada sencillo pero tampoco imposible de responder. Como toda profesión, la labor de un diseñador gráfico requiere de mucho tiempo de estudio y de un minucioso cuidado en la ejecución de su trabajo, además de que con cada uno de los proyectos va adquiriendo mayor experiencia. Así que el lograr el adecuado uso de los colores, no es una tarea fácil al principio, pero después podrá hacerlo ver de esa forma si se esfuerza.

Una buena manera de comenzar, es conocer bien el tema y sus principios fundamentales, como lo es conocer cuales son los colores primarios y secundarios tanto de los colores luz, colores pigmento y el CMYK (para impresión), cuáles son complementarios unos de otros, cuales son contrarios, cuales son cálidos, fríos y cuales neutros, así como saber cada una de sus características: tono, brillantez, saturación, etc. Aunado a éstos, también conceptos complementarios que los relacionan y nos hacen percibirlos de una manera distinta, ya que como menciona Netdisenny, una empresa de diseño industrial, en uno de sus artículos, "La propiedad más determinante del color tal vez sea su carácter relativo. Ningún color puede ser evaluado al margen de su entorno. Un mismo tono puede parecer diferente cuando se coloca sobre diferentes fondos, y diferentes colores pueden parecer casi el mismo cuando se asocian a distintos fondos. Además de las diferencias de tono, los colores reciben influencias que se reflejan en su luminosidad y oscuridad, calidez y frialdad, brillo y sombra y según los colores que los rodeen.” (Netdisenny, n.d. p.8.) De la misma forma, debe saber que existen dos formas básicas compositivas del color. Una de ellas es la armonía y la otra el contraste, las cuales, debe de aprender a crear en cada una de sus composiciones porque son una parte fundamental para poder transmitir el mensaje y evocar en el receptor aquellas emociones, sensaciones y reacciones que queremos de una manera agradable visualmente, logrando una mayor aceptación de su parte. Armonizar significa coordinar los diferentes valores que el color adquiere en una composición, es decir, cuando en una composición todos los colores poseen una parte común al resto de los colores componentes, creándose una unidad en la misma. Cabe mencionar que en todas las armonías cromáticas, regularmente se pueden observar tres colores: uno dominante, otro tónico y otro de mediación. El tono dominante, que es el más neutro y de mayor extensión, cumple la función de destacar los otros colores que conforman nuestra composición; el tónico, normalmente en la gama del complementario del dominante, es el más potente en color y valor; y el de mediación, actúa como conciliador y modo de transición de los anteriores. Cuando en lugar de utilizarse tres o más colores, únicamente usamos dos y queremos destacar una parte más que otra, es entonces cuando conviene crear más que una armonía, un contraste, que se produce cuando en una composición los colores no tienen nada en común.

Estos conocimientos son básicos para un diseñador y a partir de ellos podrá comprender conceptos o procedimientos más complejos, así que antes de adentrarse en el tema de psicología del color, primero debe dominar estos conceptos y familiarizarse con ellos.

Ahora bien, ya que se ha logrado lo antes mencionado, lo que debe proseguir en su formación es comenzar a documentarse acerca de la influencia que puede tener un color como estímulo ante las personas, para así poder aplicarlo en sus composiciones. No podemos comenzar a mezclar colores y colocarlos de una manera arbitraria solo porque consideremos que se ve bien. Un diseño además de ser visiblemente agradable, debe ser funcional. En muchas ocasiones, el color no es sólo un atributo que recubre la forma de las cosas en busca de la fidelidad reproducida. A pesar de que, sin el color la forma permanece, con frecuencia el mensaje es precisamente el color, o lo que sólo puede expresarse por el mismo, porque el color es un elemento básico a la hora de elaborar un mensaje visual y más allá de la mera identificación o asociación, el color también se puede emplear para crear experiencias.

zPara empezar a adentrarnos un poco más en el tema, es necesario señalar que ningún color carece de significado, cada uno de ellos nos evoca un objeto, una emoción, una sensación o una acción de manera inmediata cuando lo vemos, siendo ésta agradable o desagradable dependiendo en la forma que se encuentre. Por ejemplo, como ya mencioné anteriormente el mismo color puede tener un efecto completamente distinto si se combina con otros colores, puesto que el efecto de cada color está determinado por su contexto. Además pueden despertar sentimientos negativos cuando su empleo no es funcional o por el contrario, el resultado puede ser positivo si su uso es de forma creativa, así que por

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