El Cultivo Del Durazno

Durazno

Prunus persica, originalmente Amygdalus persica L., el durazno se incluía como el resto de los frutales de hueso, dentro del género Prunus, aunque en los últimos años se ha aceptado la división de este macrogénero, por lo que el género Persica se considera Independiente.

El melocotonero así llamado en España peninsular y las Islas Baleares. En las Islas Canarias y en parte de Hispanoamérica se le suele denominar duraznero.

Distribución:

Este frutal (pese a que se creía nativo de Persia) es originario del centro de China, pues su cultivo en dicho país se conoce desde tiempos remotos. Posteriormente se extendió su cultivo por Asia y Europa, desde donde se llevó al continente americano.

Los principales países productores son EEUU, Italia, Japón, Argentina, Australia y Alemania.

Descripción:

Se trata de un árbol no muy longevo de hojas caducas que, no suele pasar de los 5-6m de altura, con la copa cónica en un principio y luego extendida y muy ramificada, sobre todo tras las podas de formación. Su tronco no es muy grueso, tiene una corteza casi lisa que se desprende en láminas de un color ceniciento. Las ramas jóvenes son primeramente lisas y de color verde brillante, pasando luego a ser tonalidad roja-vinosa.

Hojas elíptico lanceoladas o lanceoladas de 5-15cmx2-4 cm, con margen finamente dentado, ápice agudo y base acuneada. Las flores son completas y aparecen antes que las hojas, reunidas en grupos de tres o cuatro. Son flores de 2.5-3.5 cm de diámetro, con sépalos pubescentes por el exterior y pétalos rosados o rojizos.

Los frutos o duraznos son grandes drupas más o menos globosas (excepto los paraguayos). Pueden tener el pericarpio (piel) pubescente o liso, pero siempre con una línea de sutura longitudinal un poco marcada y una pequeña cavidad en la zona peduncular. La pulpa puede ser de consistencia blanda o firme, y de una coloración que varía del blanco al rojizo, pasando por diferentes tonalidades del amarillo. Tiene un aroma muy característico y un dedicado sabor dulzón con ligeros toques acídulos. El endorcapio (hueso) es leñoso y muy duro, de tamaño grande, deprimido y acuminado en uno de sus extremos. Este es de tonalidad pardo-amarillenta con surcos sinuosos y pude estar o no adherido a la pulpa

Su sistema radicular está formado por varias raíces de un típico color anaranjado muy ramificadas y poco profundas.

Floración y maduración:

Según la variedad y la zona de cultivo, la floración de los melocotoneros se produce a finales del invierno y principios de la primavera, madurando los frutos entre finales de primavera y principios de otoño.

Al igual que otros frutos de hueso o de carozo, los melocotones poseen un patrón de crecimiento que se describe como dos curvas sigmoideas sucesivas. Este tipo de patrón se caracteriza por dos etapas de rápido crecimiento separadas por una fase intermedia en la cual el crecimiento del fruto es muy escaso. Durante la primera etapa de rápido crecimiento (fase I o etapa de crecimiento exponencial), el ovario y su contenido crecen de forma exponencial, salvo el embrión y el endosperma, principalmente como resultado de la división celular. Este período, inmediatamente posterior a la floración, es crítico para el tamaño final del fruto. Cualquier estrés ambiental (calor, frío, deficiencias hídricas o de nutrientes) tiende a acortar esta fase y a afectar el tamaño final del fruto. La segunda etapa (fase II), que semeja una meseta, se caracteriza por el crecimiento del embrión y el endosperma, la esclerificación (endurecimiento) del endocarpo, y un escaso crecimiento de la pared del ovario. En esta etapa, el fruto incrementa su tamaño lentamente, pero el embrión crece rápidamente dentro del carozo en vías de esclerificación. En la tercera etapa (fase III) tiene lugar un crecimiento rápido del mesocarpo, que produce un rápido incremento del tamaño y el peso del fruto. Le sigue una cuarta etapa (fase IV) en que se produce la maduración del fruto.

Condiciones de clima:

Respecto al clima, puede soportar temperaturas inferiores a los 15°C bajo cero, sin que los fríos afecten para nada sus maderas y cortezas; no obstante al entrar en vegetación, los botones florales no pueden soportar más de los -3.9°C, las flores abiertas los -2.5°C y los frutos recién formados -1.6°C.Con un descenso mayor de temperatura puede perderse parte o totalidad de la cosecha. No le convienen los vientos ni la excesiva humedad ambiental, sobre todo durante la floración.

En sus variedades el melocotonero es un tanto exigente respecto al reposo invernal y al frío, requiriendo más bien climas de inviernos largos y fríos que templados.

Condiciones de suelo:

El duraznero requiere tierras franco-ligeras, permeables, de naturaleza fresca y reacción ácida, desarrollándose con cierta dificultad en las tierras arcillosas o muy compactas, quedando muy reducida su longevidad en las tierras muy alcalinas, y más si este frutal es injerto sobre su propio franco.

Si se cultiva en tierras de secano e injertado sobre su propio franco, al sufrir la más ligera sequía es muy sensible a la gomosis.

Plantación:

Los sistemas

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