El Desinteres De Los Jovenes Por La Politica

INTRODUCIÓN

En este trabajo trataremos sobre la política en los jóvenes valiéndonos en la siguiente pregunta: ¿Por qué existe un desinterés generalizado en los jóvenes por la política?

Pero porque tan generalizado en nuestro país y no solo en esta nación sino que también en América Latina, será esto por los tantos defraudes en los líderes políticos, tanta corrupción, etc.

Demostraremos que la misma política hace que los jóvenes se desinteresen por la participación o militancia, y no solamente la política, también los medios de comunicación que han logrado que los jóvenes interpreten indirectamente a la política como algo rutinario transformándose esto así en un mundo de mentiras.

Para esta investigación concurriremos a fuentes bibliográficas de notas de diarios nacionales, investigaciones de jóvenes universitarios, encuestas y profesionales en el tema.

DESARROLLO

Capitulo 1: DESINTERES POLITICO EN LA ARGENTINA

Cuando hablamos de política nos puede parecer un tema rutinario, sin importancia, por lo pensamos de la siguiente manera.

Creemos que este desinterés proviene porque comprometerse con política es estar con lo colectivo, es decir tener muchos compromisos con los demás, cosa que los jóvenes en la no pueden tener por los ejemplos de política que hay en la actualidad, y ejemplos que hubieron en la posmodernidad que en los párrafos siguientes desarrollaremos.

La política es la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad. La ciencia política es una ciencia social que estudia dicha conducta de una forma académica utilizando técnicas de análisis político; los profesionales en esta ciencia adquieren el título de politólogos, mientras quienes desempeñan actividades profesionales a cargo del Estado o se presentan a elecciones se denominan políticos.

Decimos que la política se desarrolla siempre para el bien social de todos, según los términos establecidos, pero Argentina con respecto a política a sufrido mucho y eso los jóvenes de hoy lo pueden ver, porque se pueden en cómo las autoridades políticas desarrollan su mandato, muy pocas gobernantes han desarrollado su mandato correctamente. Ya hay gente que está cansada de la política por lo que mencionamos anteriormente. Todo gira alrededor de los intereses personales de las autoridades, ejercen su profesión sin vocación por decir de cierta forma.

Por otro lado está la cuestión de que en las décadas del 60` y 70` se dijo que la política se iba a terminar, todo se iba a transformar en un simple mercado, todo a través del dinero iba a funcionar, y si había política era para la gente con experiencia, diciéndolo a grandes rasgos para personas de mayor edad pero se equivocaron a decir estas palabras.

También creemos que el desinterés político en los jóvenes proviene de la persecución de los estudiantes en los 70´, esto llevo a jóvenes por un lado al desinterés que estamos tratando y por otro lado a tener un repudio por los militares políticos, uno de los grandes ítems que desalentó las nuevas generaciones una vez que se recupero la democracia.

Creemos que la falta de honestidad al ejercer las responsabilidades políticas lleva a los jóvenes a odiar la política, también ver tanta corrupción, promesas no cumplidas, etc.

“Los dolores que quedan son las libertades que faltan.” Manifiesto Liminar, Córdoba 1918

La política está en crisis, los partidos políticos y los líderes políticos están en crisis, no llegan a cumplir las expectativas de la población, no parecen encontrar respuestas a las necesidades de la gente.

El diario la Nación expone esta encuesta en su blog:

“Sobre una muestra de 1186 estudiantes universitarios, de distintas carreras, puso en manifiesto un grado significativo de desinterés por la política, al tiempo que el 49,7% de ese grupo de jóvenes desconocía que había de votarse en las elecciones de octubre de 2007”.

Este desprestigio no es casual, entre los factores podemos citar los siguientes:

1) Actores políticos que por medio de acuerdos pretenden ocupar cargos públicos para los cuales no poseen ni proyectos ni preparación para ejercerlos;

2) Estructuras partidarias cerradas sin posibilidad de debate ideológico y generacional;

3) Medios de comunicación corporativos e intereses ilegítimos;

4) La corrupción;

5) El descrédito de los políticos tradicionales de los partidos y de los gobiernos;

6) La pérdida de confianza y legitimidad en el ejercicio de sus funciones.

Esto nos lleva a decir de que se ha de de hacer con este desinterés. ¿Qué está haciendo la hegemonía política con respecto a esto? Si a los partidos políticos les interesa la integración directa de más jóvenes, tienen que asegurar un cambio importante al interior, que la retórica en torno a la juventud no sea solo un eslogan de publicidad política electoral, sino que planteen espacios reales para el desarrollo participativo de los jóvenes.

La generación actual está pidiendo y clamando a gritos que les den atención, son gritos internos que quizás con su personalidad o su rostro no lo demuestran, pero con su forma de actuar si.

Podemos decir que la política puede ser también una manera de cambiar la mirada de los jóvenes a la misma, pero también está la situación de la gente que ejerce el poder y la autoridad de cambiar, quizás lo más difícil de realizar, cambiar su manera de pensar, dirigirse hacia los jóvenes de una manera distinta, con mas precaución, pensando que se están dirigiendo a la gente que en un futuro estarán ejerciendo la política.

La palabra interés significa:

“Provecho, utilidad, ganancia, valor de algo.”

Entonces si el desinterés es el antónimo de interés, decimos que los jóvenes de la actualidad no la están utilizando, no la están aprovechando, no le están dando la

Ganancia correspondiente a la política, a poder ejercer una autoridad sobre un pequeño grupo también de jóvenes y porque no también de gente con más edad.

Las autoridades y los partidos políticos tienen que interesarse en estas ideas para que los jóvenes se puedan desarrollar un futuro mejor, concreto, con ideas claras, para mejorar

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