El Hombre Light

Enrique Rojas nos plantea al hombre light como un hombre “relativamente bien informado, pero con escasa educación humana”, esto, podemos verlo a gran escala en nuestros tiempos, en los cuales el Internet constituye un medio mediante el cual cualquier persona puede poseer infinita información sobre cualquier tema, pero no todas tienen los suficientes valores y el poder crítico para discernir sobre la información que reciben. El hombre light es un ser sin sustancia al que todo le da igual, que cambia mucho de opinión porque es un ser muy superficial, al no conocer nada realmente a fondo es muy fácil de influenciar. Rojas establece que nosotros somos quienes, a través de diferentes factores, vamos formando este tipo de individuos. También plantea que “no tiene referente, ha perdido su punto de mira y está cada vez mas desorientado ante las grandes interrogantes de la existencia”, lo que es bastante cierto, ya que si solo se tratan temas superficiales, es imposible estar preparado para reflexionar y llegar a plantearse y mucho menos responder interrogantes que vayan un poco más allá.

Se nos plantean conceptos importantes como el hedonismo, que “significa que la ley máxima de comportamiento es el placer por encima de todo”, el consumismo y la permisividad, que “propugna la llegada de una etapa clave en la historia, sin prohibiciones ni territorios vedados, sin limitaciones”; con esto se intenta resaltar las diferentes practicas que, efectivamente llevan al hombre de hoy en día a tener un conducta “light”, en la que las acciones se ven basadas en lo placentero y lo fácil, sin importar las consecuencias. Se resalta el consumismo como ente que empobrece la vida del hombre, haciendo que los objetos sean más importantes que los valores y el conocimiento. Se nos habla de “la enfermedad de la abundancia”, refiriéndose a esa sobrevaloración tanto de la información sin fondo como de los objetos, Rojas dice que “la enfermedad de Occidente es la de la abundancia: tener todo lo material y haber reducido al minimo lo espiritual”.

En el texto se señala la importante relación entre verdad y libertad, ya que solo el hombre que busca la verdad puede tener libertad espiritual y no solo de maniobra. Tambien se resalta la diferencia entre las palabras “libertad” y “liberalismo” con lo que estoy muy de acuerdo, ya que en la sociedad de hoy en dia, tienden a confundirse estos términos pensando que la libertad implica la falta de normas y limites, cuando, por el contrario, implica responsabilidad a diferencia del liberalismo, que consiste en hacer las cosas que nos hagan sentir placer de cualquier tipo sin limitaciones.

Se habla de la “sexualidad light”, del sexo sin amor, en el cual “el otro es un objeto de placer, so se busca el placer del otro sino el goce con él”. Actualmente, se ha vuelto normal este tipo de relaciones, las personas no buscan a alguien para establecer verdaderos vínculos de afecto, sino para pasar el rato y satisfacer sus necesidades sexuales, así como los animales. Las personas evitan las verdaderas relaciones, ya que exigen compromiso y tiempo para conocer al otro, para quererlo y buscar no solo el bien propio, sino el de ambos.

La “vida light” planteada por Rojas, es aquella que se vive de manera indiferente, se tiene tanta información que el hombre no se detiene en nada, se aísla de cierta forma, nada lo impresiona. La “literatura light” es un factor que también interviene, las revistas del corazón o de temas superficiales, hacen creer a la persona que tiene grandes conocimientos, cuando realmente solo se está informando de temas irrelevantes y que no lo hacen crecer en absoluto como persona. Se sabe mucho de la vida de los demás, pero no se hace un análisis verdadero de la propia.

Según Rojas, “el cansancio es un fenómeno habitual de nuestro tiempo”, pero hay un cansancio que va más allá, el cansancio de la vida, presente muy frecuentemente en el hombre light. Cuando estamos cansados de la vida es por motivos de dificultades que nos encontramos, por lo tanto, cuando estas son muy grandes lo más fácil es derrumbarse. Este personaje tiene en su interior sentimientos no placenteros, sensación de hacer todo con exceso de esfuerzo, por lo tanto se dan la pereza, el desaliento, el desánimo, la melancolía y el sentimiento de impotencia con respecto a la vida, un sentimiento interno de desilusión.

Esto es una crisis psicológica que conduce a la perdida de ilusión por los anhelos personales, por las dificultades, por tener un tipo de vida con una tensión excesiva y constante, que requiere un esfuerzo superior a las propias fuerzas y que roza el agotamiento.

Aun así, se deben resaltar los aspectos positivos de nuestro tiempos: Los grandes avances conseguidos en los últimos años en la ciencia, la tecnificación, la revolución informática, de las comunicaciones, los derechos humanos, la democracia, la preocupación por la justicia

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