ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Jarron Azul


Enviado por   •  14 de Abril de 2013  •  1.238 Palabras (5 Páginas)  •  421 Visitas

Página 1 de 5

EL JARRÓN AZUL LA ANÉCDOTA DEL LUCHADOR QUE NO SE DA POR VENCIDO Hace casi 20 años, apareció un librito (en inglés) con un título que significa aproximadamente el que se ve arriba, y el cual enseña una gran lección, Cientos de miles y quizá millones de hombres han admirado la anécdota y procurado seguir el ejemplo de héroe de ella, cuyo tema era: “Lo haré”. Desgraciadamente esta historia nunca fue traducida a otros idiomas, aunque beneficiaría a cuantos la leyeran. Por creerlo así… por ser un elocuente ejemplo de lo que constituye la firmeza de voluntad que conduce al éxito, daremos aquí, con permiso del autor, un resumen de ella. Muy lejos estaremos de hacerlo en el expresivo y vigoroso lenguaje del notable y admirado escritor Pedro B. Kyne – de fama mundial, y dudamos que un simple compendio, cuando menos una traducción, pueda trasmitir la elevada filosofía que contiene, el humorismo y el profundo sentido común que han hecho de la pequeña historieta una verdadera obra clásica. Sin embargo, deseamos dar en síntesis la moraleja que esta admirable anécdota encierra y que ha sido una inspiración para tantos que, aspirando el éxito, habían creído insuperables los obstáculos con que tropezarán. Mr. Alden P. Ricks, mejor conocido como “Cappy Ricks”, fue el fundador y el espíritu dirigente de una importante empresa maderera y de vapores. En teoría, ya se había retirado de la dirección activa del negocio, pero en realidad continuaba siendo su principal guía y consejero, rehusando – como él mismo se expresó- a abandonar su actividad mental no obstante haber suspendido su actividad física. Los ayudantes y administradores activos de “Cappy” eran: Mr. Skinner, encargado del negocio de maderas, y Matt Peasley, quién dirigía el de vapores. Ambos eran hombres competentes en quienes Cappy tenía plena confianza, aunque a veces le entraban dudas de su buen criterio, especialmente en lo que se refiere a juzgar la capacidad de otros. El problema que estos tres personajes confrontaban, según principia la historieta, era la situación que existía en su oficina de Shanghai. El empleado que habían enviado a hacerse cargo de ella estaba dando mal resultado, aunque esto no sorprendía a Cappy porque en su opinión carecía de ciertas cualidades que él consideraba esenciales. Skinner, ¿tienes un Candidato para el puesto?, preguntó Cappy. - Siento decirle que no. Mr. Ricks; todos los empleados que tengo bajo mis órdenes son jóvenes… demasiado jóvenes para asumir esa responsabilidad. - ¿Qué quieres decir con “demasiado jóvenes?”, replicó Cappy. - Bueno el único a quien yo consideraría competente para ocupar el cargo sería Andrews y él apenas tiene unos treinta años. - Treinta años, ¿eh?, pues si mal no recuerdo yo te empecé a pagar un sueldo de diez mil dólares al año y a confiarte la responsabilidad de dos millones cuando apenas tenías veintiocho. - Es cierto, pero Andrews… bueno, no hemos puesto a prueba todavía su competencia. - Skinner! – interrumpió Cappy en voz resonante – no alcanzo a comprender todavía por qué no te ha mandado al diablo. Dices que todavía no hemos puesto a prueba la competencia de Andrews? Por qué tenemos aquí gente que no sabemos lo que puede hacer… ¡contéstame!. El mundo de hoy es el mundo de la juventud, y métete eso en la cabeza. (Dirigiéndose hacia el otro administrador continuó:) - Matt, ¿que te parece Andrews para el puesto de Shanghai? - ¡Lo creo capaz! - ¿Por qué? - Porque lleva bastante tiempo con nosotros para haber adquirido la experiencia necesaria. - Crees, Matt, ¿que también tenga el valor necesario

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7.2 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com