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El Mercader De Venecia


Enviado por   •  31 de Marzo de 2014  •  1.220 Palabras (5 Páginas)  •  273 Visitas

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El mercader de Venecia, una crítica jurídica.

por Raúl Valencia Lecona

Estudiante del ITAM

Shakespeare: liderazgo y vida

Estudios Generales, segundo semestre, 2012.

Después de meditar el motivo de este ensayo me encuentro situado en un punto muerto, donde se me ha hecho muy difícil continuar. Tras leer varios ensayos con connotación jurídica sobre la obra he encontrado algunas similitudes y muchas diferencias. He tratado de leer la obra como una evidencia del marco jurídico que existía en Venecia y que mantenía el orden en las estructuras mercantiles, tarea que se me ha dificultado bastante. Creo, entre más leo la obra, que no se pude ver como evidencia jurídica, el dramatismo de Shakespeare y su elegante prosa vuelven este texto en una obra de pasiones y no de razones.

Sin embargo, la obra está centrada en dos contratos mercantiles; el primero, el contrato que hace Antonio, un cristiano mercader con buena reputación en Venecia, con Shylock, un rico usurero judío, que ha sido vapuleado por los insultos de los mercaderes cristianos; el segundo, es un contrato sobre el matrimonio de una joven de Belmont, llamada Porcia, que heredaba un gran fortuna, este contrato tiene mucho simbolismo, entre ellos se encuentran el azar y la muerte, pues el acreedor a esta fortuna será aquel que abra el cobre indicado entre los tres que se le ofrecen.

Para analizar el primer contrato no hay que tener una basta cultura jurídica, el contrato en su naturaleza es de riesgo; primero, por que Antonio no tenía certeza de sus bienes ni propiedades y segundo, por que el contrato lo hace con una persona con la que tiene una enemistad y con la que no comparte ninguna de sus tradiciones. Yo supongo que Shakespeare con afán dramático propuso la libra de carne, pues no habría ningún notario capaz de aceptar tal cláusula como válida en algún contrato, pues la cláusula se encuentra en conflicto con las buenas prácticas y costumbres que suponemos deberían de existir en cualquier marco jurídico que presuma de buena reputación y otra razón válida es que los intereses de los judíos estaban basados en cálculos y reglas que mantenían un orden en el mercado de deuda, una afectación a estos equilibrio y el mercado sufriría un desbalance importante.

En el derecho moderno, en materia de contratos, existen leyes que nos protegen contra la implantación de intereses desproporcionados y del abuso de usureros que se quieran hacer de nuestra propiedad mediante prácticas fraudulentas. Este contrato en el derecho moderno no sólo es desproporcionado, es ,simplemente, inaceptable. Por lo mismo, ningún notario de un sistema jurídico principalmente católico va a tener el criterio de aprobar una cláusula que ponga en peligro a uno de los suyos. Teniendo como entendido que los judíos sólo tenían la facultad de usura.

En el caso hipotético y con uso del drama que necesitaba Shakespeare para que esto fuera una obra y no un aburrido tratado de derecho de principios del siglo XVII, el contrato de Antonio y Shylock fue aprobado por un notario de dudosa procedencia. Como era de esperarse los barcos presuntamente naufragaron y los bienes de Antonio se encontraban perdidos, el plazo del préstamo vencido y el usurero, Shylock, tenía la capacidad de ejercer el contrato y el peso de toda la ley de Venecia sobre el mercader Antonio.

Aquí la historia para mi parecer se vuelve muy confusa y creo que Shakespeare la vuelve aún más confusa con la idea de un usurero al que no le importa su dinero, sino vengarse

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