El Sistema Central De Ciudades En Venezuela Y Sus Patrones De Desigualdad Vulnerabilidad Y Exclusión
erbrito26 de Junio de 2014
2.663 Palabras (11 Páginas)317 Visitas
De acuerdo a (De la Plaza, 1962) las transformaciones ocurridas en Venezuela a partir de la segunda década del siglo XX, fundamentalmente en el ámbito económico con la aparición del petróleo trajo como consecuencia la desidia o abandono de gran parte de las actividades agrícolas y por lo tanto del campo produciéndose lo que se conoce como éxodo campesino, es decir la migración de estos a las zonas petroleras y a las grandes ciudades en la búsqueda de mejores condiciones de vida, es así como Venezuela comienza a convertirse de una sociedad eminentemente rural a una de características urbanas, con un patrón de crecimiento demográfico anárquico, desordenado, sin planificación en la construcción de viviendas y de servicios públicos como electricidad, agua potable, educación, salud, seguridad, sin una política de ordenación del territorio que responda a realidades sociales, económicas, geográficas, y ecológicas entre otras, trayendo como consecuencia los llamados “cinturones de miseria” alrededor de las principales ciudades del país, y por otro lado grandes territorios rurales despoblados con una actividad productiva relativamente poca y en condiciones de precariedad laboral, pobreza, y exclusión social, al respecto estimaciones y proyecciones del XIII Censo General de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del año 2001, la población total de la República Bolivariana de Venezuela es de 28384132 ciudadanos de los cuales 10723271 se concentran en las cinco principales ciudades del país como son Caracas, Maracaibo, Maracay, Valencia y Barquisimeto que en total suman aproximadamente 5660,57Km Cuadrados, lo que a su vez representa el 0.61% del territorio nacional (916445km cuadrados). En síntesis casi el 40% de la población total ocupa mucho menos del 1% del territorio nacional, con una densidad poblacional de unos 2000 habitantes por Km. cuadrados en contraste por ejemplo con los estados Apure que tiene 6,9 habitantes por Km. cuadrado, Estado Amazonas 0,7% habitante por Km. cuadrado y Delta Amacuro 3,8 habitantes por Km cuadrado. Es así como se ha configurado este nuevo mapa socio demográfico con una nueva forma del Que, Como, y Donde producir con los constantes procesos de urbanismo y flujos migratorios de las zonas rurales a las grandes ciudades.
El Proyecto Nacional “Simón Bolívar” 2007-2013 (MPPP y D, 2007) plantea:
“…En Venezuela el patrón de organización socio territorial se ha dirigido hacia la costa en la etapa agro exportadora y luego hacia el subsistema central norte costero en la Venezuela petrolera, rasgo típico de una economía de puertos de carácter extractiva que privilegia la concentración de manera desigual y desequilibrada de la distribución del ingreso petrolero en el territorio nacional. El modelo socio territorial venezolano heredado es viva expresión de las relaciones históricas de dependencia económica por lo que la desarticulación estructural entre los sectores productivos existentes y la economía de puertos predominante se expresa territorialmente en una escasa integración interregional y en espacios integrados exclusivamente desde los puertos hacia las zonas de extracción primaria y hacia los mercados conformados por los centros urbanos que captan principalmente la renta petrolera…”
En el mismo orden de ideas el proyecto antes mencionado precisa:
“…La dinámica urbana regional del territorio venezolano ha seguido desde mediados del siglo pasado, un patrón de ocupación concentrado, desequilibrado y polarizado, cuya expresión actual muestra fuertes desigualdades interregionales generando importantes problemas sociales y ambientales. Las grandes concentraciones urbanas de la zona centro norte costera, localizadas en zonas de vulnerabilidad y riesgo, constituyen el “Sistema Central de Ciudades” del país, donde los centros urbanos contienen grandes cinturones de miseria y asentamientos humanos no regulados, que carecen de adecuados equipamientos y servicios, concentrando a la población y las actividades económicas , bajo características socio demográficas, pautas de trabajo, ahorro y consumo, que producen patrones de desigualdad, vulnerabilidad y exclusión…”
En Venezuela las actividades económicas han sido históricamente inducidas desde los países hegemónicos del
sistema mundial, estableciendo un modelo económico altamente dependiente de intereses de poder favorables a la desnacionalización y a la escasa diversificación productiva.
Por ello el patrón de organización socio-territorial se ha dirigido hacia la costa en la etapa agro-exportadora y luego hacia el subsistema central norte-costero en la Venezuela petrolera, rasgo típico de una economía de puertos de carácter extractiva, que privilegia la concentración en este subsistema, concentrando de manera desigual y desequilibrada la distribución del ingreso petrolero en el territorio nacional.
El modelo socio-territorial venezolano heredado es viva expresión de las relaciones históricas de dependencia económica experimentadas, por lo que la desarticulación estructural entre los sectores productivos existente y la economía de puertos predominante, se expresa territorialmente en una escasa integración interregional y en espacios integrados exclusivamente desde los puertos hacia la extracción primaria o hacia los mercados conformados por los centros urbanos que captan principalmente la renta petrolera.
En este sentido, la dinámica urbano-regional del territorio venezolano ha seguido desde mediados del siglo pasado, un patrón de ocupación concentrado, desequilibrado y polarizado, cuya expresión actual muestra fuertes desigualdades interregionales, generando importantes problemas sociales y ambientales.
Las grandes concentraciones urbanas de la zona centro-norte-costera, localizadas en zonas de vulnerabilidad y riesgo, constituyen el “sistema central de ciudades” del país, donde los centros urbanos contienen grandes cinturones de miseria y asentamientos humanos no regulados, que carecen de adecuados equipamientos y servicios, concentrando a la población y las actividades económicas se han generando bajo características sociodemográficas, pautas de trabajo, ahorro y consumo, que producen patrones de desigualdad, vulnerabilidad social y exclusión lo que ha requerido y seguirá requiriendo de elevadas inversiones para satisfacer sus necesidades (dotación de agua, energía, transporte, telecomunicaciones) lo que tiende a limitar y retardar el
desarrollo de otras zonas.
La tenencia de la tierra improductiva que en lo rural se manifiesta a través del latifundio y en lo urbano a través de las parcelas intraurbanas vacías y las tierras periurbanas en espera de ser incorporadas a la poligonal urbana, son factores son rémoras de una sociedad rentista contrapuesta a los objetivos de inclusión social y productiva.
El impacto de las actividades humanas actuales pone en riesgo la capacidad de carga de la zona centro-nortecostera y son precisamente los pobres los más afectados por la degradación ambiental. Es imperante prestar atención al calentamiento global dada sus extensas costas y el incremento que eso representa para el nivel de sus aguas.
Click para Más Destalles …
La biodiversidad nacional es una de las más altas del mundo y cuenta con abundantes recursos hídricos fuera de la zona norte costera donde muchos de sus espacios naturales se encuentran prácticamente intocados. Así mismo cuenta con un alto número de zonas protegidas.
La estructura socio-territorial actual se anda sobre cargas históricas inerciales, rugosidades estructurales y funcionales que definen el marco de potencialidades y restricciones históricas para los agentes de desarrollo, actores políticos y fuerzas sociales. La modificación de la estructura territorial se inscribe en un horizonte temporal de mediano y largo plazo requiriéndose esfuerzos sostenidos y coherentes de gestión pública, planificación estratégica y movilización de actores políticos y fuerzas sociales con una visión geoestratégica compartida en función de lograr un nuevo sistema económico- productivo, diversificado e integrado, tanto funcionalmente como territorialmente, así como la inclusión social a través de la incorporación de espacios y actividades productivas bajo regimenes de producción social, cooperativos, asociativos y solidarios donde la participación protagónica y corresponsable signe las nuevas relaciones de producción cuyos resultados sean acumulables y favorezcan la modificación de los patrones de asentamiento.
Las telecomunicaciones junto con los sistemas de transporte son instrumentos esenciales para mejorar la accesibilidad de la mayor parte del territorio nacional y por tanto clave para incrementar una sinergia socio territorial sustentable y avanzar en la inclusión social.
En esta nueva etapa, y bajo los lineamientos del Proyecto Nacional Simón Bolívar, se establecerán las bases firmes para la transición hacia una nueva organización socio-territorial coherente con el nuevo Socialismo del siglo XXI. Los proyectos de inversión productiva en los ejes de desarrollo, la formación de redes y de polos de desarrollo para integrar el territorio nacional, tomarán en consideración la geocultura nacional y las bases ecológicas en el proceso de ordenamiento racional de los recursos y del territorio.
Mejorar las condiciones de hábitat de los asentamientos humanos, (mejorar la salud, educación y servicios públicos) sean pequeños, medianos o de gran escala y fortalecer las ciudades intermedias. Se integrarán los sistemas de transporte y comunicaciones,
...