El aprendizaje de las lenguas en los niños de Educación Infantil
saruuuki1995Resumen3 de Diciembre de 2018
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Introducción. El aprendizaje de las lenguas en los niños de Educación Infantil
Los niños en la etapa que nos ocupa, no pueden mantener la atención durante largos periodos de tiempo, por lo que necesitan actividades cortas, dinámicas, prácticas, interactivas y multidisciplinares, en las que pongan en práctica diferentes tipos de inteligencia, diferentes estilos de aprendizaje y diferentes sentidos. Los niños en la etapa infantil pierden interés fácilmente en aquellas actividades que consideran demasiado complicadas. Es imprescindible tener en cuenta que no podemos usar el metalenguaje para explicar aspectos lingüísticos específicos (categorías morfológicas, sintácticas, gramaticales) ya que este tipo de lenguaje es muy abstracto y los alumnos más jóvenes no están todavía preparados para utilizar la lengua para hablar sobre la lengua misma. El uso del metalenguaje se introducirá de manera significativa, ya que supondrá una ayuda importante para la introducción directa y explícita, en cursos posteriores, de determinados contenidos gramaticales. No podemos olvidar que cada niño presentará características propias y únicas debido a su propio desarrollo psicológico, lingüístico y social.
Piaget: el niño y la interacción con el entorno
Piaget se interesa por la interacción del niño con el mundo que le rodea y cómo esta interacción afecta su desarrollo cognitivo y su proceso de aprendizaje. El niño se encuentra constantemente actuando, y es precisamente la acción, la base del aprendizaje que se llevará a cabo. Pensemos por ejemplo, en cuando un niño ve un objeto que le llama la atención. En un primer momento puede no saber qué es, pero al alcanzarlo, tomarlo en sus manos, moverlo, puede encontrar una utilidad básica para el mismo. No es, por tanto, un aprendizaje imitado ni innato, si no que ha sido construido de manera activa por el niño, como respuesta a un estímulo dado, o a una necesidad que el propio entorno le ha planteado. Esto ocurre con objetos muy concretos en un primer momento, pero, a medida que el desarrollo cognitivo del niño va avanzando, estas acciones se llevan a cabo también mentalmente. Es decir, el niño es capaz de representar situaciones hipotéticas y enfrentarse a ellas mentalmente. De esta manera se desarrolla el pensamiento como consecuencia de las acciones llevadas a cabo mentalmente.
Vemos, por tanto, que la acción es el aspecto más importante en el desarrollo cognitivo en los niños de acuerdo con la teoría de Piaget.
Piaget considera que nacemos con la capacidad y también la necesidad de adaptarnos al medio que nos rodea. Para llegar a este proceso de adaptación, el niño pasa por dos subprocesos:
Asimilación: en el que lo que se percibe del mundo exterior se incorpora al mundo interno, sin cambiar la estructura del mismo. La acción que se lleva a cabo no produce cambio alguno en el niño. El niño asimila la nueva realidad incorporándola a su conocimiento interiormente asimilado, sin producirse variación alguna de este conocimiento previo. Ejemplo: Imaginemos que los niños con los que estamos trabajando conocen el concepto “caballo”. Lo han visto, saben reconocerlo, nombrarlo, etc. Posteriormente, les presentamos una cebra. Esto sería una realidad nueva para ellos, aunque comparte elementos característicos y fácilmente reconocibles con el concepto que ya conocen. En el proceso de asimilación los pequeños aceptarían esta nueva realidad a partir del conocimiento del concepto de caballo que ya han interiorizado y ya forma parte de ese “mundo interno”. La llamarían, por tanto, simplemente, caballo. Como vemos, no se ha producido ningún cambio.
Acomodación: sí se produciría un cambio en ese “mundo interno” y los niños asumirían que ese nuevo animal que están observando es diferente del que ya conocen. Utilizarían, por tanto, esa realidad conocida para entender el concepto nuevo, pero la adaptarían para que pudiera acomodarse mejor a las diferencias que ofrece. Le llamarían, por ejemplo, caballo con rayas.
Para este autor, el pensamiento de los niños se desarrolla de manera gradual, pasando por una serie de etapas o periodos caracterizados por un tipo de pensamiento, procesos y estructuras mentales. Estos periodos se presentan como cerrados, lo que implica que un niño que se encuentre en una etapa no puede llevar a cabo tipos de pensamiento que pertenezcan a la etapa siguiente.
Las etapas del desarrollo en la teoría de Piaget son las siguientes:
Vygotsky: la importancia de la interacción social
PIAGET VYGOTSKY
Consideraba que el pequeño va completando su desarrollo cognitivo a medida que interactúa con su entorno, dejando de lado el avance que podría suponer la comunicación con los adultos que le rodean y que pueden proporcionar estímulos adecuados para hacerle llegar a modos de pensamiento que en principio no corresponderían a los propios de su etapa de desarrollo.
La interacción social es de una gran importancia para el desarrollo del niño y, por consiguiente, también el lenguaje. Considera que tanto el desarrollo como el aprendizaje se llevan a cabo en un entorno social.
El habla privada no tiene ninguna función comunicativa
El objetivo del habla es esencialmente comunicativo. Este habla supone una etapa intermedia hacia ese proceso de interiorización del lenguaje.
El habla privada nos sirve para comunicarnos con nosotros mismos, autorregulándonos, aunque todavía este tipo de comunicación, que pasará a ser interna, tenga una forma audible. El habla privada se mantiene como elemento autorregulador en la edad adulta en situaciones en las que el individuo opta por verbalizar instrucciones para ser capaz de recordarlas, o simplemente se encuentra frente a una tarea complicada.
Vygotsky propone un nuevo concepto de inteligencia que está muy relacionado con la idea anteriormente expuesta de los estímulos que la interacción social puede proporcionar al niño. Este nuevo concepto de inteligencia lo llama “zone of proximal development” o “zona de desarrollo próximo”. Vygostky considera que, en lugar de centrarnos únicamente en lo que el niño es capaz de hacer por sí solo y lo que el niño no es capaz de hacer por sí mismo, debemos también considerar lo que sería capaz de hacer con la ayuda apropiada de un adulto.
Bruner y el concepto de “andamiaje”
Bruner le da mucha importancia al habla en el desarrollo del niño, como Vigotsky. El concepto de “andamiaje” o “scaffolding” podría por tanto definirse precisamente como ese lenguaje, esa comunicación que ayuda al niño a ir más allá de lo que sería capaz por sí mismo, y le facilita llevar a cabo con éxito una tarea en concreto. Se utiliza el termino andamiaje porque lo que el adulto consigue con esta charla es apoyar al niño para que llegue a un nivel superior sobre lo ya construido.
Esta idea tiene mucho que ver con el concepto de ZPD que acabamos de ver al hablar de Vygotsky. Ambos autores consideran que la interacción social y el lenguaje juegan un papel absolutamente determinante en el desarrollo del niño.
Lógicamente este apoyo se irá adaptando a las diferentes necesidades del niño. Bruner da mucha importancia al concepto de rutina. Todas las rutinas que tienen lugar en el aula pueden ofrecer oportunidades para el aprendizaje de una lengua.
Constructivismo: Todo proceso de enseñanza-aprendizaje activo, basado en la reflexión de las personas, de manera que el educando va construyendo mentalmente su entendimiento de la realidad, con base al conocimiento previo y a las nuevas experiencias.
Gardner y la teoría de las múltiples inteligencias
Gardner considera que no todos aprendemos de la misma manera y que, por tanto, el profesor no puede enseñar utilizando una única técnica o un único estilo de enseñanza. Distingue, por tanto, en un primer momento, siete tipos diferentes de inteligencias:
1. Verbal lingüística: relacionada con la habilidad de trabajar con las palabras, significados, gramática, sintaxis, etc. Esto es, todos los aspectos relacionados con el manejo correcto del lenguaje.
2. Lógica-matemática: relacionada con la habilidad de calcular operaciones matemáticas y otros sistemas complejos de lógica.
3. Musical: relacionada con el ritmo, la melodía, etc. Es decir, la habilidad y sensibilidad para crear, entender, y analizar la música.
4. Espacial: podríamos definirla como la habilidad para pensar en imágenes, para percibir el mundo de manera visual y ser capaz de recrearlo tanto mentalmente como a través de representaciones escritas.
5. Cinéstetica o cinético-corporal: se trata de la habilidad para utilizar el propio cuerpo para llevar a cabo diferentes tipos de tareas. Las personas en las que este tipo de inteligencia es la predominante disfrutan aprendiendo a través de actividades que impliquen movimiento.
6. Interpersonal: se trata de la habilidad para la interacción con los demás. Las personas que tienen un tipo de inteligencia interpersonal suelen disfrutar trabajando en grupo o parejas.
7. Intrapersonal: este tipo de inteligencia está relacionada con la habilidad para entender y analizar las propias emociones, los sentimientos, capacidades autoreflexivas, etc.
- Nuestro tipo de inteligencia y nuestro estilo de aprendizaje influirán en la manera en la que presentemos la información y en las actividades que diseñemos.
- Debemos integrar todas las posibilidades de aprendizaje en nuestras clases: preparar posters, dibujos, vídeos (aprendizaje visual), actividades de escucha, canciones,
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