El arquitecto como teoría.

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE TAMAULIPAS

FACULTAD DE ARQUITECTURA DISEÑO Y URBANISMO

MÓDULO: introducción a la teoría de la arquitectura

CATEDRATICO: arq. Blanca. M. Marin Gamundi

                    Ensayo: el arquitecto como teoría

ALUMNA: REYNA ROSAS ISELA JOCELYN

ARQUITECTO GRUPO A (TERCER SEMESTRE)

PERIODO:

OTOÑO-2016

EL ARQUITECTO COMO TEORÍA

“No me pregunten de este edificio o de aquel. No miren lo que yo hago. Miren lo que yo vi.”

                                                            Luis Barragán

Para ser un buen arquitecto, hay que conocer buena arquitectura. Para hacer buena arquitectura, es necesario conocer buenas teorías sobre arquitectura. Pero, ¿qué es una teoría y cómo puede llegar el arquitecto a ser una? Las teorías nacen a partir de preguntas, de cuestiones a la cuales queremos darles respuesta. Para que las dudas nazcan en nosotros es necesario que seamos observadores, que la fuerza de la curiosidad nos impulse a investigar, aprender, experimentar y conocer nuevas formas de hacer arquitectura, y las antiguas también. Como arquitectos necesitamos tener curiosidad, es indispensable que nos paseemos por el mundo llenando nuestros ojos de maravillas visuales y experiencias.

Ahora bien, para que una teoría tenga forma, es necesaria una investigación. Las teorías tienen algo particular, jamás podrán ser consideradas una verdad absoluta.  “La verdad absoluta no existe, y esto, es absolutamente cierto.” ¿Qué significa la frase anterior? Ningún científico podrá asumir que lo sabe todo, que conoce todo lo que hay que saber respecto al fenómeno que su teoría apunta, sin embargo, hasta que está teoría no sea desacreditada, es cierta. Las teorías son a su vez dos elementos importantes, es un modelo para la actividad, y es una actividad (pensar).

¿Qué teorías sobre la arquitectura conocemos? Entre algunos ejemplos tenemos a grandes teóricos como Vitrubio, Loos, Morris, Ruskin, Villagrán, étc.

Vitrubio, conocido como el padre de la arquitectura y autor del primer tratado de la arquitectura, inaugura la manera de entender al arquitecto como un técnico de la edificación pero también como un artista capaz de entender el significado de aquello que construye. William Morris recalca, en su teoría, la diferencia entre diseñar y construir. Le da importancia al oficio, al arte de crear algo. Adolf Loos, al igual que Morris, valora el oficio por el conocimiento que desarrollar este implica, Loos afirmó que la arquitectura solamente se produce cuando es capaz de despertar estados anímicos. Comparte un poco la idea de Vitrubio al decir que, en el momento en que ponemos relación a la obra arquitectónica expresa con los valores que soporta nuestra conducta, entonces estamos frente a un hecho realmente arquitectónico.

En un precioso pasaje de Eupalinos o el arquitecto de Paul Valéry, Sócrates, en conversación distendida con Frodo, dice: “¿No has observado, al pasearte por esta ciudad, que entre los edificios que la componen, algunos son mudos, otros hablan y otros en fin, los más raros, cantan? No es su destino, ni siquiera su forma general lo que los anima o lo que los reduce al silencio. Eso depende del talento de su constructor, o bien del favor de las Musas”.

Eso, el hecho de que los edificios por si solos “canten”, que transmitan algo; eso es arquitectura.

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