El celular en el aula, ¿enemigo o aliado?

El celular

¿Enemigo o aliado de la educación?

Introducción

Expertos del sector de la educación se manifiestan en contra de prohibir el uso de los celulares en los colegios y, es más, apuestan a que estos se incorporen como herramientas educativas habituales, gracias a que permiten -por ejemplo- acercar la ciencia y la tecnología a los niños. (Douglas, 2019).

Un 88% de los profesores, directivos y apoderados en Chile está a favor de prohibir el uso de los celulares en las salas de clases en enseñanza básica, según reveló la consulta nacional que realizo el ministerio de educación (MINEDUC) y cuyos resultados presentó en agosto de este año. (Douglas, 2019)

El uso de la tecnología móvil en el aula es un tema de actual debate entre todo tipo de docentes y equipos directivos de centros educativos.

En cierta parte, la sociedad se encuentra dividida entre dos posturas: unos apoyan el uso del celular en el aula, tanto padres, apoderados, directivos y/o docentes cuestionan que este puede llegar a ser una herramienta educativa que correlacione la tecnología y el aprendizaje de los estudiantes, como una forma de homologarlos con una era más tecnológica y oportuna. Otros debaten con que este es un aparato distractor para los educandos en las aulas de clase, ya que se basan en estudios que certifican que el uso excesivo del celular produce bajo rendimiento académico en los alumnos, repercusiones negativas en la salud física y mental, y, por último, la inseguridad que corren los estudiantes en las redes sociales.

¿Y usted, está de acuerdo con el uso del celular en el aula de clases?

El celular ¿enemigo o aliado de la educación?

Como bien se menciona anteriormente, el uso del celular en el aula de clase causa un gran revuelo entre la comunidad educativa. Repercutiendo de manera positiva o negativa en el proceso de enseñanza – aprendizaje del estudiante, y en la relación profesor – estudiante.

En Chile la mayor parte de la sociedad se encuentra en contra del uso de este aparato tecnológico, algunos expertos afirman que condena el aprendizaje de los estudiantes, ya que actúa como ente distractor y perjudicial para su educación, provocando una total desconcentración a la hora de aprender y dejando como consecuencia su mal rendimiento. Un estudio reciente de la Universidad de los Andes, realizó los siguientes hallazgos: “Según el estudio “Efectos de la adicción a los celulares en el colegio”, realizado por los académicos Ricardo Leiva y David Kimber reveló que cada por hora que un niño utiliza el celular al día, su promedio de notas puede bajar hasta tres décimas. La investigación los académicos entrevistaron a 300 alumnos de colegios de Santiago entre los 10 y 18 años. De los encuestados, un 87% reconoció que lleva el celular al colegio todos los días y casi el 70%, que lo usa en la sala de clases. (Leiva & Kimber, 2018). A partir de aquí, es cuando es posible notar los efectos negativos que produce en los estudiantes el uso del celular en clases. Siendo uno de las mayores consecuencias que su rendimiento y promedio escolar comiencen a bajar debido al uso prolongado del celular tanto en sus hogares como en el establecimiento educacional. Por otro lado, el uso de estos aparatos electrónicos en la sala de clases puede producir episodios de ciberbullying o acoso virtual, este término se podría definir como el uso de las redes sociales para molestar y/o denigrar a una persona mediante material fotográfico, ataques personales, divulgación de información personal, etc. Si no se lleva un control adecuado respecto al uso de los celulares durante la sala de clases, es posible que estos episodios ocurran ya que los estudiantes tienen acceso a las redes sociales todo el tiempo si tienen algún aparato con acceso a internet. Actualmente, la mayoría de los establecimientos educacionales cuentan con redes de internet con el fin de ser usadas con las TIC (tecnologías de la información y comunicación), estas pueden ser utilizadas por cualquier estudiante que ingrese. Además, en la mayoría de los establecimientos educacionales cuentan con cursos que tienen cerca de 40 a 45 alumnos. Teniendo en cuenta, esto podemos decir que el docente no puede tener control sobre lo que hace cada estudiante durante el transcurso de la clase.

Otros respaldan que el uso prolongado del celular provoca repercusiones en la salud física y mental en los estudiantes, ya que aparte utilizar el celular en sus hogares, también lo utilizan en el aula. Entonces se cree que este exceso influye mucho en su desarrollo físico y mental.

Según los datos expuestos en el informe, si bien las TIC tienen múltiples ventajas, los docentes destacan la presencia de problemas que pueden afectar a la salud mental, tales como “la ciberadicción o la nomofobia, la tendencia a visitar sitios web no adecuados para su edad, estudiantes dependientes del acceso a juegos y plataformas de redes sociales como Facebook, así como al uso del teléfono móvil, el cual ha superado en este aspecto al ordenador portátil, problemas que afectan la salud física de los estudiantes, como son el desarrollo de traumas cervicales, carpianos, en los dedos y a nivel óseo, problemas visuales e incluso neuronales debido a la sobre excitación neuronal producida por el abuso del uso de pantallas” (Equipo de Desarrollo Organizacional (EDO), 2016)

A raíz de este tipo de problemas que puede producir el uso del celular, es cuando se debe tener en cuenta que cada uno de estos síntomas que se producen por el uso de estos aparatos electrónicos, inciden en la educación de cada uno de estos jóvenes. Además, estos síntomas no sólo perjudican la vida del estudiante durante la sala de clases, sino que a todo su entorno fuera de ella, cómo su hogar y vida social. Por otro lado, desde la perspectiva médica este tipo de síntomas no son propios de niños y niñas jóvenes en edad de crecimiento.

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