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El discurso


Enviado por   •  5 de Enero de 2014  •  Ensayos  •  4.611 Palabras (19 Páginas)  •  200 Visitas

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El discurso

En un discurso o conferencia, el orador o la oradora pretenden comunicar a un círculo de oyentes ideas, reflexiones y pensamientos propios. Puesto que el orador no mantiene una relación inmediata de intercambio de palabras con los oyentes, se habla también de una situación de monólogo. El monólogo en el discurso individual debería, en todo caso, limitarse al lenguaje hablado y no incluir el lenguaje corporal. Pues a través de éste, orador y público mantienen una relación de diálogo. El público expresa interés, aceptación y acuerdo o también aburrimiento, rechazo y falta de interés. Preste atención a la respuesta no verbal que sus oyentes y espectadores le transmiten y entre así en un diálogo mudo con su público.

Mencionemos de nuevo algunas de las formas más importantes de diálogo (dos o más personas hablan entre sí) o monólogo:

Tipo de discurso Objetivo del discurso

Conversación de negocios dar / recibir un encargo

Entrevista de trabajo obtener / ocupar un empleo

Crítica cambiar la conducta

Alabanza / panegírico ensalzar a una persona importante

Ofrecer un marco inaugurar un acontecimiento

Recital de poesía expresión artística

Discusión mostrar distintos puntos de vista

Terapia diagnosticar y ayudar

Discurso fúnebre honrar al difunto

Interrogatorio averiguar la verdad de los hechos

Entrevista de negocios venta de productos

Lección magistral transmitir conocimientos

Formas del discurso

El discurso informativo

El discurso cuyo fin primordial sea el de transmitir información desarrollará un tema determinado. Se trata, en primer lugar, de transmitir saber, conocimientos, de informar e instruir. El orador se mostrará muy reservado a la hora de expresar su opinión personal, puesto que ésta ocupa un lugar secundario con respecto al tema. A menudo, los oyentes han sido seleccionados previamente conforme a determinados criterios, corno por ejemplo un grupo de empleados que deba recibir formación complementaria en esta o aquella materia.

En este caso, las preguntas se formulan normalmente al final de la disertación. Precisamente por ello, el orador debe comprobar una y otra vez, por medio del contacto visual, si lo que va diciendo resulta comprensible e interesante. El papel pasivo que tienen que asumir los oyentes trae consigo el que se cansen rápidamente. Por ello, una disertación de este tipo no puede ni debe extenderse demasiado. No hay nadie que aguante más de una hora larga y sin pausa ante un orador.

La estructuración se rige en este tipo de discursos por la lógica, el lenguaje es neutro y objetivo. El guión, claro y bien pensado, está en función exclusiva de esta transmisión de saberes.

Medios auxiliares técnicos, como un retroproyector, facilitan la transmisión de información y suavizan el efecto del monólogo.

El discurso destinado a convencer

Otra forma de discurso tiene como objetivo primordial el convencer a un público determinado de la validez y certeza de los propios puntos de vista. El público debe, además, guiarse en sus actuaciones por la opinión expuesta. Al contrario de lo que ocurre en la disertación informativo, aquí también hay lugar para los sentimientos. Por medio de su implicación emocional, el orador contagia a su público y consigue despertar su interés.

"Quien pretenda convencer a alguien tiene que convencerse primero a sí mismo". Quien no crea, por lo tanto, en una cosa, malamente podrá convencer a otros de ella. La meta de un discurso destinado a convencer tiene que estar continuamente presente, pues es lo que permite mantener el rumbo sin dar la sensación de falta de flexibilidad. Desde luego deben tenerse en cuenta las reacciones del público, pero el objetivo no puede variar.

El final de todo discurso de este tipo consiste invariablemente en un llamamiento claro e inequívoco a obrar en consecuencia con lo expuesto. ¿Qué es lo que hay que hacer entonces? ¿Qué no se debe hacer? Fíjese para contestar a estas preguntas pasos pequeños pero realistas.

Para el éxito de un discurso de este tipo es decisiva la figura del orador. Muchas veces no se trata tanto de lo que dice, sino de la manera en cómo lo dice.

¿Cómo se puede convencer? En cualquier caso hay que apelar al sentimiento de las y de los oyentes. Esto no quiere decir que elimine o tergiverse datos o hechos, pero sí que puede, y debe, apuntar también hacia el corazón del público, hacer un llamamiento a sus valores morales y éticos. El grado de aceptación del orador, su credibilidad y confianza en sí mismo son factores que determinan en buena medida el éxito de la empresa.

Cuanto más provecho esperen obtener los oyentes por el cambio en su forma de pensar y su conducta, cuanto menor sea el esfuerzo que en este sentido tengan que realizar, más dispuestos se mostrarán a cambiar sus hábitos. Esto exige, sin embargo, que el cambio exigido o propuesto no se encuentre en fuerte oposición con la forma de pensar acostumbrada. Pues todo cambio tiene cierta parte de riesgo, y está vinculado al factor miedo para la mayoría de las personas.

El discurso de ocasión o festivo

El discurso que se pronuncia con motivo de un acto festivo establece el marco de éste y su contenido. Una variante muy conocida es el discurso que se pronuncia durante una comida. Pretende elevar y mantener la alegría presente. No pretende, por lo tanto, ni informar ni convencer. El orador o la oradora quiere saludar a los presentes, honrar quizás a un homenajeado, ofrecer sus felicitaciones, congratular, etc.

Estos discursos han de ser breves y concisos, unos pocos minutos, pues no son los discursos la razón por la cual se han reunido los presentes. En este caso sólo cabe recomendarles a los oradores que recuerden el dicho de "lo bueno, si breve, dos veces bueno". Distintos

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