El niño antes, durante y después de la educación inicial y el papel de la educadora

El niño antes, durante y después de la educación inicial y el papel de la educadora

 La educación preescolar es un reforzamiento de los aprendizajes que los niños adquieren en su entorno, es de suma importancia que nosotras como futuras educadoras consideremos esto, pues no podemos introducirlos a los nuevos conocimientos sin tomar en cuenta su contexto, necesidades e intereses.

Como sabemos, los niños adquieren nuevos conocimientos a través de los sentidos y el juego, esto nace de la curiosidad espontánea que los caracteriza. Las educadoras tenemos que aprovechar esto pero, ¿cómo?, resulta un reto para muchas, pues se tienen que adaptar las actividades a la heterogeneidad que existe dentro del aula, sin embargo debemos tener en mente que,  a pesar de que todos vienen de distintas familias, su entorno social y natural es de cierta forma parecida, por ello no nos es imposible realizar adecuaciones que puedan favorecer sus habilidades.

Ante lo dicho anteriormente podemos poner como ejemplo, un contexto rural, donde por lo general los niños aprenden a través de la agricultura; en dichos entornos, no podemos dar ejemplos descontextualizados al realizar actividades, pues les resulta más difícil comprender lo que no han visto, por lo tanto van perdiendo poco a poco el interés; la manera correcta sería tomar ejemplos contextualizados, por ejemplo en caso de pensamiento matemático podemos utilizar piedras, hojas semillas o cualquier material que les sea conocido y de fácil acceso para ellos, pues antes de ingresar a la educación inicial es con lo primero que interactúan y adquieren sus primeras nociones matemáticas, ya que suelen tener aficiones por las colecciones de diversos objetos, etc.

En los otros campos formativos, suele ser lo mismo, debemos partir de lo que ellos saben, tomando como referencia su entorno natural y social, pues esto los beneficia, ya que, se involucran de lleno al momento de trabajar; comparten ideas, comparan, exponen sus dudas y experiencias, interactúan, manipulan y sacan conclusiones entre ellos, adquiriendo así, otras perspectivas y por lo tanto nuevas habilidades, competencias y aprendizajes, que no se desligan de su entorno.

Durante las actividades, es necesario que las educadoras nos visualicemos siempre como guías, ya que, en algunas ocasiones solemos cometer el error de querer hacer todo por los pequeños, sin embargo esto resulta desfavorable para su desarrollo cognitivo, pues no permitimos que estos piensen, reflexionen, hagan comparaciones y por consecuente aprendan.

¿Cómo podemos lograr esto? Debemos brindarles un espacio, en donde los alumnos socialicen entre sí, intercambien ideas, opinen y respondan entre ellos sus dudas, además, las actividades suelen ser más fructíferas e interesantes para los niños cuando representan un reto, ya que esto permite que pongan en juego sus habilidades, competencias y así aprendan poco a poco a pensar, sin embargo antes de pensar, deben manipular, pues a través de los sentidos es como concretan sus ideas.

¿De qué otra manera permitiremos que los niños adquieran nuevos conocimientos? Cuando realizamos actividades colectivas o en equipo, les brindamos la oportunidad de que conozcan otras maneras de pensar y de trabajar, mejorando o complementando sus ideas y conocimientos, creando un pensamiento más concreto y completo.

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