El papel de psicópatas en el desarrollo de la civilización

Los psicópatas han jugado un papel desproporcionado en el desarrollo de la civilización, porque están programados para mentir, matar, herir y generalmente infligir gran sufrimiento a otros humanos sin ningún sentimiento de arrepentimiento. El inventor de la civilización - el primer cacique tribal que lavó cerebros exitosamente en un ejército de asesinos de masa controlados - fue casi seguro un psicópata genético.

Desde ese descubrimiento momentáneo, los psicópatas han desfrutado una significativa ventaja sobre los no-psicópatas en la lucha por el poder en jerarquías de civilizaciones – especialmente jerarquías militares.

Las instituciones militares son específicamente diseñadas para asesinos psicópatas. El 5% de los hombres humanos que no sienten remordimientos acerca de matar a sus compañeros seres humanos hacen los mejores soldados. Y el 95% que son extremadamente renuentes a matar hacen malísimos soldados – a menos que estén con lavado de cerebro con sofisticadas técnicas modernas que los vuelven (se espera que solo temporalmente) en psicópatas funcionales.

En On Killing, el Teniente Coronel Dave Grossman ha reescrito la historia militar, para resaltar lo que esconden otras historias: el hecho de que la ciencia militar trata menos la estrategia y la tecnología, que acerca de la superación de la repugnancia y el instinto humano a matar a miembros de nuestra propia especie.

La verdadera “Revolución en Asuntos Militares” no fue la movida de Donald Rumsfeld a alta-tecnología en el 2001, sino el descubrimiento en los años ’40 del Brigadier General S.L.A. Marshall, de que solo del 15-20% de los soldados de la II Guerra Mundial a lo largo de la línea de fuego usarían sus armas:

“Ese 80-85% que no dispararon, no corrieron ni se escondieron (en muchos casos ellos voluntariamente se arriesgarían a grandes peligros para rescatar camaradas, conseguir municiones o pasar mensajes), pero éstos simplemente no dispararían sus armas al enemigo, incluso si se enfrentaban con repetidas oleadas de ataques banzai".

(Grossman, p. 4).

El descubrimiento de Marshall y la subsecuente investigación, probaron que en todas las guerras previas, una pequeña minoría de soldados – el 5%, que son psicópatas naturales, por nacimiento, y quizás unos pocos temporalmente-maníacos – llevaron a cabo toda la matanza.

Los hombres normales solo pasaron a través de los movimientos, y, de ser posible, se rehusaban a tomar la vida de un soldado enemigo, incluso si esto significaba sacrificar la suya propia. La Implicación: Las Guerras son asesinados en pasa ritualizados, realizados por psicópatas a los no-psicópatas. (Esto no puede ser bueno para la dotación genética de la humanidad!).

El trabajo de Marshall trajo una revolución copernicana a la ciencia militar. En el pasado, todo el mundo creía que el soldado dispuesto a matar por su país era la norma (heróica), mientras que uno que se negaba a luchar era una (cobarde) aberración. La verdad, como resultó, era que el soldado normal enlistado era del sicopático grupo del cinco por ciento.

La cuerda mayoría, moriría antes de luchar.

La implicación, demasiado atemorizante incluso para los similares a Marshall y Grossman, de digerir completamente, era que la norma para el comportamiento de los soldados en batalla había sido arreglada por psicópatas. Esto significa que los psicópatas estaban en control del ejército como institución.

Peor aún, significa que los psicópatas estaban en control de la opinión de la sociedad en asuntos militares. Evidentemente, los psicópatas ejercitaron una enorme cantidad de poder en la sociedad normal y sana.

¿Cómo puede ser esto?

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