El sueño de toda adolecente.

Caroline M. Burgos Torres                12-3                        7 de marzo de 2016

El sueño de toda adolecente

Me encontraba a punto de cumplir mis anhelados quince años. Entre indecisas decisiones y múltiples angustias de como celebraría ese día tan especial decidí conversar con mi adorada madre. Durante una larga platica tome la gran decisión de emprender un viaje por el mar. Toda mi familia estaba fascinada con esa excelente decisión menos yo. Todo estaba casi listo, todos estaban emocionados excepto la quinceañera. A casi cuatro meses de mis esperados quince años aun no sentía esa gran emoción que sentían los demás por el gran viaje por el mar. Una acalorada tarde sin tan siquiera esperármelo mi madre fue a recogerme a la escuela. Mientras hablábamos sobre el tan esperado viaje por mi familia mi madre me confronto y me dijo “mi querida hija, la princesa mayor consentida de casa, te conozco, tu mayor deseo es poder celebrar tus hermosas primaveras en una magnifica fiesta como de niña lo has soñado.

Mi emoción y alegría no cabían en mi corazón, no sabía cómo agradecerle a mi adorada madre por esa platica entre madre e hija. Sin pensarlo dos veces al llegar a mi dulce hogar entré a mi habitación, mi lugar favorito, colorido entre violetas, verdes y azules. Una habitación amplia y cómoda como la de toda adolecente. Busqué mi computadora portátil al abrir el sitio  web comencé una enorme búsqueda sobre las ideas para celebrar fiestas de quinceañeras. Cada vez encontraba más y más cosas entonces una preocupante pregunta estaba dando vueltas en mi cabeza  ¿Cuál sería el motivo ideal para mi fiesta? Quizás un tema de primaveras muchas flores y mariposas alrededor del local o tal vez una fiesta a la antigua con grandes vestidos y colores oscuros y elegantes como el dorado. Pero no, ningún motivo me convencía quería uno alegre, lleno de muchos colores, diversión y música. Teniendo en cuenta  todo lo que quería para mi motivo encontré el tema ideal “Carnaval” con colores brillantes y diferentes antifaces.

Sin más preámbulos a la semana siguiente mi madre me llevo a conocer a la persona que estaría a cargo de la decoración y  todo al  respecto sobre el local. Tenía unas horribles ojeras y es que el día anterior  no pude dormir  nada. Cada  paso que daba  para poder organizar mi soñada fiesta de quince años era lleno de emoción y nostalgia. Quien diría que esa persona que conocí para que  me ayudara a  organizar mi anhelada fiesta se convertiría en un ángel especial que estaría a mi  lado durante mi gran camino para  poder realizar mi sueño.  Ya faltaban  pocos meses y el estrés crecía cada día más teníamos que terminar la lista invitados para así poder enviar las invitaciones a tiempo, escoger mis damas, mi chambelán y el maravilloso traje que usaría para esa magnífica noche.

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