El valor de la Disciplina

El valor de la Disciplina

Esta es la historia de Joel quien aprendió el valor de la disciplina no en las mejores condiciones. Todo comenzó cuando Uriel tuvo que mudarse a otra ciudad por el trabajo de su padre, dejando a sus amigos y todo lo que no podía llevarse en su mochila.

Al llegar a la nueva ciudad  encontró  bastantes cosas nuevas y diferentes, pero aun así el creyó que las cosas podrían ir bien.

Llego la hora de presentarse a clases ahí conocería a sus nuevos compañeros y maestro, aun así no estaba nervioso. Cuando llegó al salón de clases, pensó que se encontraría con algo parecido a lo que ya conocía, fue grande la sorpresa que se llevó Joel, ya que al observar detenidamente el comportamiento de sus compañeros y su maestro pudo darse cuenta que todo era totalmente diferente  a lo que el recordaba en su antigua escuela.

El maestro era muy puntual, y según Joel era muy exigente y encargaba mucha tarea, todos sus compañeros eran muy responsables, el primer día que el profesor dejo tarea todos puntualmente la entregaron al siguiente día, bueno no todos si falto alguien de entregarla a dividen quien sí Joel, Joel no la entregó, mandaron traer a su mamá porque eso era algo que el profesor Juan no podía permitir.

La mamá de Joel se comprometió a que el niño llevaría las tareas y ella misma estaría al pendiente de que las hiciera. Uriel pensaba que estaban exagerando y que solo era una tarea, pero, a un así, decidió que haría las tareas puntualmente porque no quería ser el nuevo y aparte el flojo del salón.

Pero pasaron los días y Uriel olvido lo que lo motivaba para hacer sus tareas y nuevamente dejo de hacerlas, lo único que hacía en su tiempo libre era jugar video juegos y ver la televisión, cuando su mamá le preguntaba si tenía tarea él contestaba que no..

Hasta que el profesor de Joel volvió a hablar con su mamá, su mamá decepcionada hablo con él y le dijo lo triste y desilusionada que estaba de él, había perdido la confianza en él y no se sentía para nada orgullosa de su hijo.

Cuando Uriel escucho todo lo que su madre le había dicho se sintió muy apenado, que es lo que había hecho, le había mentido a su mamá, era un mentiroso y el que no trabaja del salón, Uriel no quería eso, él quería que su madre se sintiera orgullosa de su hijo y no avergonzada.

En ese momento se miró al espejo y se preguntó qué debo hacer, muy en el fondo sabía que era lo que debía hacer, así que puso manos a la obra, desde ese momento se vio un cambio drástico en su comportamiento, todos los días hacia su tarea sin que su madre le dijera, su objetivo era dejar de ser el incumplido del salón, incluso salir mejor en sus calificaciones, para que su mamá y su papá se sintieran orgullos de él.

Y así lo hizo, día con día hasta que logro su meta, el realizar una tarea o una actividad repetidas veces de una forma y con un tiempo definido es el valor de la disciplina, la disciplina nos ayudara para alcanzar el éxito constante, tener una motivación del porque querer lograr algo es el mejor impulso con el que podemos contar y todo esto lo logaremos siendo disciplinados, Porque la verdadera disciplina no se impone, solo puede venir del interior de nosotros. Dalai Lama.

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