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Pertinencia De La Enseñanza De Los Valores En La Ética, Como Una Disciplina básica De La Filosofía.


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2012  •  5.217 Palabras (21 Páginas)  •  601 Visitas

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Pertinencia de la enseñanza de los valores en la Ética, como una disciplina básica de la Filosofía.

Mtro. Dante E. Bello Martínez

Profesor interino de la asignatura de Filosofía

CCH Sur.

Estado del Arte.

Para poder ubicar la pertinencia de los contenidos axiológicos en la Ética, en la Filosofía y en los subsistemas de educación media superior, es necesario plasmar primeramente un estado del arte de la sociedad mexicana; en ella los alumnos ponderan sus propios valores, los comparan con las escalas de valores que revisan en la escuela, con los que les inculcan desde la familia, con los que proyecta el gobierno y los medios de comunicación masiva, con los que dictan las doctrinas a su alcance, y con los que intercambian y comparten con otros jóvenes -escolarizados o no- en ésta misma sociedad y en los ámbitos económico, político, cultural, social y educativo, principalmente.

a) Ámbito Económico: Una pobreza extrema, generalizada y creciente, que se ha tornado en el campo de cultivo idóneo para la propagación de la frustración, el fracaso y el miedo; y que se ha volcado a manifestarse en violencia, terror, agresión y muerte. La distribución amorfa de la riqueza que ha desplazado a las clases medias y bajas, generando desesperación en la necesidad y la miseria. Una pobreza tal que ha nutrido enormemente a la delincuencia.

b) Ámbito político: La tergiversación de la política que abandonó la discusión sublime de las ideas, que se ha distanciado del interés por la cosa pública y más bien ha adoptado los intereses particulares, que se ha convertido en un mecanismo de aseguramiento y preservación de élites.

c) Ámbito cultural: El detrimento de la cultura que no ha encontrado en todos la manera adecuada de complementarse con la tecnología, que se enfrenta a la des-humanización que se ha anidado en la enajenación de los artefactos y el hedonismo. Una cultura desprovista de la sensibilidad humana, donde se ignora o confunde la belleza, sino es que se deforma en los rasgos grotescos y socialmente aceptados de las manifestaciones contemporáneas.

d) Ámbito social: El tejido social dañado por el individualismo exhacerbado, la destrucción de los goznes societales que desvincula a las personas entre sí, la masificación desmesurada de muchos medios de comunicación sin regulación alguna, el ensimismamiento comercializado y mercantilizado.

e) Ámbito educativo: El problema de la educación en México que cotidianamente batalla con el rezago de contenidos y habilidades, inconsistencias epistémicas, prácticas docentes contaminadas por grupos de influencia ajenos al ámbito académico, didácticas incompletas, lecturas equívocas de las tradiciones pedagógicas de cada modelo educativo.

Competencias y “competentes”, la problemática.

Las principales preocupaciones del proyecto Tunning, retomadas en la Reunión de Bolonia (curiosamente, una de las primeras Universidades, que para constituirse como tal desde la figura de una escuela catedralicia, exige la presencia fundante de la Filosofía y las Humanidades para determinar saberes y facultades madre) se han basado en un sentido de las competencias diferente al que estamos acostumbrados a entender en la realidad del sistema educativo mexicano. La preocupación por lo competente viene dada por una búsqueda genuina de los profesionistas europeos por homologar criterios, enseñanzas, contenidos, métodos, resultados, certificaciones, etc. Ésta búsqueda puede tornarse en legítima si procede desde una auténtica profesionalización de los estudiantes, si tiende a un desempeño limpio y ético de la profesión y de lo aprendido. Unas competencias dirigidas a mejorar el desempeño profesional, colegiar las conclusiones de la ciencia y la investigación, hallar las mejores prácticas y los mejores resultados, legitimadas en sus valores, con la finalidad de optimizar la función social del saber, del conocer, del aprender y del hacer.

Entre tanto, para una gran mayoría de la población de la educación media superior, que se desenvuelve en el ámbito de la educación pública en México, el competir, el ser competentes, ha estado presente de manera significativa en la cotidianidad de la carrera académica, en la obtención del tiempo completo, en las plazas de profesores de carrera, y todo esto arroja antivalores de una “competencia” venida a menos, destructiva, tramposa, denigrante, que se transmite a los alumnos, quienes aprenden a “competir” en estos términos. Docentes y alumnos empiezan a dubitar sus propios principios, en donde se justifican por relativismo o utilitarismo la consideración, la discusión e implementación de contravalores.

Aquí radica el gran problema: adoptar un modelo europeo de competencias en un contexto totalmente diferente, como lo es el sistema educativo mexicano, con sus carencias, sus distintas virtudes, y en donde la manera de competir ha sido entendida de manera distinta y que puede radicalizar las prácticas burocráticas negativas, acentuar las diferencias entre docentes, y reducir las necesidades educativas a la perspectiva de lo competente, y no de lo necesario; representa en sí mismo, un problema de valores en la educación. Y este problema se acentúa en cada ámbito de la sociedad como los expuestos en el estado del arte, porque la educación influye en todos estos ámbitos. Habría que preguntarse cuantos modelos educativos han adoptado este relativismo, este utilitarismo y estos contravalores que hemos precisado.

Considero que la necesidad de los valores en la Ética como una disciplina básica para cualquier nivel educativo es evidente, pero antes de fundamentar ésta postura, primero quiero aportar un breve esbozo de lo que concebimos por axiología y valores desde una perspectiva filosófica resumida.

Axiología y Valores.

De entrada, Ferrater Mora vincula la axiología a la moral: “El concepto de valor se ha usado con frecuencia en un sentido moral; mejor dicho, se ha usado con frecuencia el término valor con la calificación de moral.” El valor, centro de la axiología, es evocado por Ferrater Mora desde la propuesta de Emanuel Kant sobre «La Fundamentación de la Metafísica de las costumbres», trasladándolo hacia su propia definición: “Kant, cuando habla del «Grundelung zur Metaphisik der sitten» se refiere a un valor moral y más exactamente, de un valor auténticamente moral.” Es así que Ferrater Mora,

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