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Empatía y escucha.


Enviado por   •  3 de Abril de 2016  •  Ensayos  •  1.401 Palabras (6 Páginas)  •  241 Visitas

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EMPATIA Y ESCUCHA

Considerar hacer un alto en mi vida para revisar las propias actitudes, procederes o estilos que vienen siendo parte de mi humanidad, significa afrontar el reto de mirar y escucharme a mí misma, detenerme a pensar en las formas de comunicación hasta ahora asumidas, en las capacidades comunicativas aún no desarrolladas, en los desaciertos de relación con el otro no reflexionados y que, luego de revisar e incorporar conceptos relacionados con la empatía y escucha, aspiro desarrollar para que formen parte de un modo de pensar que se traduzca en un modo de ser particular propios del perfil del counselor.

Sin duda, para hablar de empatía y escucha tenemos que referirnos a la comunicación vista como un proceso complejo de ida y vuelta que permite el intercambio de mensajes teñidos de experiencias, sentimientos, emociones, tendencias y valores, entre otros. En este intercambio los involucrados se relacionan, obtienen información desde su posición de emisores o receptores y será necesario el aprendizaje de habilidades y capacidades para que la comunicación sea buena y el que recibe o escucha el mensaje, pueda interpretarlo.

Ingresar en un proceso de formación profesional que apunta a la ayuda, al servicio y a poner a disposición actitudes de empatía, escucha y aceptación incondicional exige no solo profundizar sobre estos conceptos, requiere además incorporarlos en mi forma personal del saber hacer y ser congruente e íntegra. Procuraré desarrollar una síntesis de los dos primeros para luego establecer una relación entre los mismos.

En el Counseling, la empatía, implica un ver, un conocer con conciencia al consultante, es decir es un acto voluntario, una decisión intencional de compromiso con el acompañante. Involucra escuchar, mostrar interés, descubrir la fibra de la persona (su esencia), ganar su confianza, en buena cuenta, conectarse con su cognición, con su corazón y con su espíritu.

Esta capacidad de adentrarse en la persona supone penetrar, profundizar y comprenderla desde adentro, desde sus propias experiencias, abrazar su marco referencial, sintiendo su mundo emocional con ella pero sin ser ella. Puedo no estar de acuerdo con sus pensamientos, con sus posturas o sus emociones, sin embargo me despojo de mi propio marco para aceptarla en su totalidad sin emitir juicios de valor.

Se hace necesario mencionar que la empatía, envuelve aspectos internos de la persona como son los afectivos y cognitivos que no se ven, y aspectos observables que son las conductas colmadas de significados. Entonces, si definimos la empatía como un modo de estar o de ser del counselor podremos añadir a esta condición una característica adicional que se integra a los elementos mencionados y es la relación interpersonal sólida que se crea y traduce en un vínculo que integra al acompañado y al acompañante.

El vínculo es el encuentro de dos conciencias que unen esfuerzos intencionales dirigidos a lograr cambios y transformaciones positivas en ellos. En la empatía, el poder de la ayuda no solo está colocado en la habilidad del consejero que integra en su conocer la experiencia del otro, además se cuenta con la voluntad y la fuerza interna del acompañante que, libre y responsablemente, hace posible que ese mundo interno se movilice y se evidencie en un comportamiento o acción.

Indudablemente el counselor desarrollará e integrará habilidades para ser esa persona que pueda escuchar activamente (a través de preguntas profundas y retroalimentación positiva), leer el lenguaje corporal, mostrar interés auténtico, observar escenarios que movilicen al cliente que puedan ayudarlo a generar cambios y transformar su vida. Añado que, desde una visión que humaniza,la cual comparto, ambos partes se afectan, se trata de reconocer que este proceso es sobre ellos (clientes) pero también es sobre mí (counselor), significa que cuanto más y mejor me comprenda, la escucha genuina sin juzgamientos, la lectura de situaciones y la interrelación, fluirán de manera natural y alcanzarán una armonía evidenciándose en el vínculo.

El valor de la empatía radica en el ofrecimiento que brindamos al cliente de sentirse comprendido y escuchado.

Hablar de escucha implica en primera instancia, establecer la diferencia con la función básica de oír. Oír es percibir las palabras que se dicen con el sentido del oído haciendo uso el sistema auditivo. Se oyen las palabras en los mensajes, se oyen voces y sonidos. Escuchar es mucho más que oír las palabras que se dicen. Cuando escuchamos ponemos atención, recordamos, comprendemos, pensamos, razonamos. Las palabras que se oyen cobran sentido cuando se escucha el mensaje.

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