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En este caso, las señales no verbales son de gran ayuda, porque por ejemplo, al sentirnos tristes lo manifestamos corporalmente bajando los hombros y la mirada, sabiendo esto podremos anticiparnos y ofrecerle apoyo a alguien que se nos acerque manifestan


Enviado por   •  16 de Abril de 2016  •  Apuntes  •  3.294 Palabras (14 Páginas)  •  543 Visitas

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Al interior de una organización, es fundamental que exista un líder capaz de  guiar a los colaboradores hacia una comunicación efectiva, con tal de propiciar un beneficio para la compañía. Sin embargo, quien resulte a cargo de este tipo de responsabilidad debe ser alguien que posea pleno conocimiento de lo que se quiere conseguir y de los objetivos trazados por la organización. Pero primero, es importante recalcar que el responsable de esta situación, debe ser una persona que sepa escuchar. Parece ser una condición bastante básica, pero no lo es.

En este caso estamos hablando de una “escucha activa” que involucra más que el propio sentido de oír, es decir, implica también la posibilidad de identificar las intenciones y necesidades de los demás. Para lograr esto, se requiere de un arduo trabajo personal y de la maduración de la Inteligencia Emocional, ya que para poder escuchar activamente al resto, debemos reconocernos, identificar los tonos, gestos y emociones que manifestamos cuando comunicamos algo, así como también, identificar cómo manejamos las emociones.

Por ejemplo, si nos enfrentamos a una situación de injusticia, ésta nos generará diversas sensaciones como miedo, rabia o cualquier otra emoción.
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Ahí está la primera clave, saber reconocer cuál de todas las emociones sentimos en aquella situación y en todas las que enfrentamos a diario. Con ello, comenzaremos a ser capaces de observar al resto y poder identificar qué está sintiendo cada persona, ante una situación específica.

En este caso, las señales no verbales son de gran ayuda, porque por ejemplo, al sentirnos tristes lo manifestamos corporalmente  bajando los hombros y la mirada, sabiendo esto podremos anticiparnos y ofrecerle apoyo a alguien que se nos acerque manifestando ese tipo de características.

El manejo de las emociones

Entender nuestras emociones es la clave para poder escuchar al resto de las personas. Pero ¿cómo es posible escuchar nuestras emociones? Un ejercicio sencillo es reconocer lo que cada emoción nos indica. Por ejemplo, la tristeza nos indica que estamos perdiendo algo que nos importa, la rabia nos indica que rechazamos algún hecho o persona, el miedo se activa por la percepción de daño y la alegría representa que uno tiene lo que ama o lo que necesita.

En ese sentido, John D. Mayer, psicoanalista estadounidense de la Universidad de New Hampshire, reconocido por sus investigaciones sobre Inteligencia Emocional, plantea la existencia de tres tipos de personas, en donde cada cual adopta ciertas características frente a sus emociones.

Tipos de Personas, según su manejo de emociones

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Conscientes de sí mismas: Son personas que reconocen sus emociones, son independientes y conocen sus límites. Suelen tener una visión positiva de la vida.

Sumergidas: Son personas dominadas por sus emociones, lo que las hace ser inestables.

Aceptadoras: Son quienes están conscientes de sus emociones pero se dejan dominar por ellas. Hay dos tipos de personas aceptadoras: las que suelen estar de buen humor y las de mal humor.

Para poder identificar nuestras propias emociones, teniendo en cuenta lo antes mencionado, debemos ser capaces de reconocer y aceptarnos en cada una de ellas, identificar aquellas que nos hacen bien y las que nos están perjudicando, sólo así conseguiremos la habilidad de dominarlas en pos de una escucha activa.

La idea es potenciar la preocupación, estar atentos, ser positivos y confiar en nuestras capacidades para identificar las emociones, porque conseguirlo no es una tarea fácil, pero tampoco imposible. Debemos alcanzar la media que se ubica entre las emociones positivas y negativas, con tal de sentir el bienestar que produce reconocerlas.

Según los autores del libro "La Educación Emocional", Claude Steiner y  Paul Perry, para lograrlo debemos desarrollar un aprendizaje emocional, el cual está conformado por tres capacidades:

  • La capacidad para comprender las emociones.
  • La capacidad para expresar las emociones de una manera productiva.
  • La capacidad para captar emociones de los demás y sentir empatía respecto de ellas.

Si logramos consolidar estos tres pasos, lograremos tanto el autocontrol, como el autoconocimiento propio de la Inteligencia Emocional. Sabremos entonces reconocer nuestros errores y seremos capaces de pedir ayuda cuando lo necesitemos. Además, estaremos dispuestos a encontrar soluciones, ante un fracaso sabremos reponernos y nuestra motivación intrínseca hará que continuemos persistentemente hasta encontrar lo que buscamos.

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La escucha activa significa desarrollar:

  1. Autoconocimiento emocional (conciencia de uno mismo). Es el conocimiento de las propias emociones y cómo éstas nos afectan. Implica además, conocer cómo nuestro estado de ánimo influye en nuestro comportamiento, cuáles son nuestras virtudes (en relación con las emociones que más sentimos) y nuestras debilidades (respecto a las emociones que menos sentimos).
  2. Escuchar el significado completo. Los mensajes tienen dos componentes: el contenido y las emociones. Para lograr escuchar de manera activa debemos entender ambos componentes.
  3. Reconocimiento de emociones ajenas (empatía). Las relaciones sociales se basan muchas veces en saber interpretar las señales que los demás emiten de forma inconsciente. Reconocer las emociones ajenas nos puede ayudar a establecer lazos más reales y duraderos con las personas de nuestro entorno.

La empatía y el autoconocimiento van de la mano, ya que son las herramientas que nos ayudarán a comprender a los demás, desde nuestro propio ser.

 

Claves para escuchar

1 comentarios

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Ya hablamos de que debemos ser capaces de comprender lo verbal y lo no verbal, eso es lo que llamamos una escucha activa, en definitiva es escuchar y entender la comunicación de manera empática, o en otras palabras, desde el punto de vista de quien habla.

Pero ¿Cuál es la diferencia entre oír y escuchar? Oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender y dar sentido a lo que se oye. Desde esa perspectiva, la escucha activa comprende la habilidad de escuchar, no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo.

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