Enfermedades Nutricionales
karlitta014 de Mayo de 2013
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INTRODUCCIÓN
La alimentación es la forma de adquirir energía de los seres humanos mediante la ingestión de productos que brindan nutrientes y debe ser una de las principales preocupaciones del hombre ya que de la alimentación depende el tipo de vida que quiera llevar, una saludable o una poco saludable.
Una mala alimentación puede ser la causa de múltiples enfermedades. Por eso debemos tomar conciencia de que lo que consumimos tiene una influencia directa en nuestra salud, tanto para mejorarla como para empeorarla.
En la actualidad, con el ritmo de vida que se lleva en la mayoría de los países, y las diferentes clases sociales en las que se dividen los pueblos, cada día nos alimentamos peor, ya sea por falta de tiempo, de dinero o por simple descuido. Esta situación es especialmente preocupante en niños, que presentan algunos desde los diez años enfermedades que hasta hace poco solo sufrían los adultos, como la diabetes de tipo 2, la hipertensión y patologías cardiovasculares, derivadas de la obesidad y el sobrepeso, además de problemas conductuales y emocionales.
Hay muchos alimentos que son dañinos para el cuerpo y nuestra salud, no aportan ningún nutriente a nuestra dieta y son capaces de producir enfermedades graves que pueden cambiar totalmente la forma de vida de una persona. Algunos otros, no son necesariamente malos para el organismo pero no deben consumirse en exceso para evitar acumulamiento de sustancias nocivas.
Por eso es muy importante introducir la educación de la salud desde las edades más tempranas y, por ello, maestros y profesores deben crear hábitos para una correcta alimentación en los niños y jóvenes con el fin de poder prevenir también numerosas enfermedades.
ENFERMEDADES CAUSADAS POR UNA MALA ALIMENTACIÓN
La mala alimentación puede ser tomada desde múltiples puntos de vista. No sólo basta considerar las malas consecuencias de comer comida chatarra, sino también el hecho de comer poco y mal, comer a deshoras o tras largos períodos sin haber probado bocado.
Poner poca atención a lo que comemos no es cosa de juego, y cualquier modificación en nuestros hábitos y conductas alimenticias, va a traer consecuencias y alteraciones en nuestra salud.
En algunos casos se pueden presentar como enfermedades más o menos graves, que se pueden revertir con la alimentación correcta, pero en algunos otros casos, las afecciones pueden dañar no solo nuestro físico sino también nuestra mente.
Algunas enfermedades que pueden ser causadas por una mala alimentación son:
OBESIDAD.
La acumulación de un exceso de grasa corporal, es una forma grave de malnutrición y ha llegado a constituir un problema de proporciones epidémicas en las sociedades ricas de los países industrializados. El peso excesivo impone una carga extra al corazón y puede causar cardiopatía grave y otros trastornos. Las personas obesas generalmente mueren a menor edad que las de peso normal.
La obesidad puede resultar de un incremento en el tamaño o el número de adipocitos (células adiposas). El número de adipocitos en el adulto es determinado principalmente por la cantidad almacenada durante la lactancia y la infancia. Cuando los lactantes o niños pequeños son alimentados en exceso, se forman cantidades anormalmente grandes de adipocitos. Mas tarde en la vida estas células pueden llenarse de un exceso de lípidos o encogerse, pero siempre están presentes. Se piensa que las personas con tales cantidades aumentadas de adipocitos son más susceptibles a la obesidad que aquellas que tiene cantidades normales.
La mayoría de las personas con sobrepeso come en exceso debido a una combinación de malos hábitos alimentarios y factores psicológicos. Cualesquiera que sean las causas, comer excesivamente es la única forma de hacerse obeso.
Dado que muchas personas tiene exceso de peso, las dietas han venido a constituir una industria que incluye alimentos especiales, formulaciones de complementos, píldoras, libros, clubes, aparatos para adelgazar e incluso procedimientos quirúrgicos como el engrapado del estómago y la inserción dentro de éste de burbujas de plástico. Por desgracia, la obesidad no tiene una cura mágica. La única forma segura y sana de perder peso es restringir la ingestión de alimento (energía) de modo que sea menor que la salida de energía. Esto obliga a organismo a tomar de sus depósitos de grasa las calorías faltantes, y dado que la grasa se moviliza y quema, el peso corporal disminuye. Esto puede lograrse mejor mediante una combinación de aumento en el ejercicio y disminución de la ingestión calórica.
DIABETES
La diabetes es una enfermedad caracterizada por un trastorno de la nutrición, que afecta principalmente al aprovechamiento de los azúcares, y cuya principal causa es una insuficiente producción de la hormona insulina por el páncreas. Una característica primordial de la diabetes es la eliminación de azúcares por la orina, porque la cantidad de azúcar que contiene la sangre es superior a la que contiene normalmente.
Lo que caracteriza a la diabetes es un trastorno profundo de la nutrición, que se manifiesta en los mecanismos siguientes:
1. Pérdida de la facultad natural del organismo para almacenar la cantidad necesaria de azúcares.
2. Eliminación por la orina de una parte de azúcar que el organismo, en condiciones normales, debería utilizar para la producción de energía.
3. Alteración también de la capacidad de aprovechamiento de las albúminas y grasas.
4. Como resultado de todos estos trastornos, la aparición de una serie de sustancias nocivas y perturbadoras que perjudican al organismo.
Al parecer existe un fuerte factor hereditario que predispone hacia la diabetes. Sin embargo, como ocurre con muchos factores hereditarios la presencia de factores ambientales puede proveer las condiciones adecuadas para que esta predisposición se manifieste o por el contrario puede ayudar a evitar que la condición se produzca. La obesidad y el consumo excesivo de grasas son factores precipitantes en la diabetes tipo II. Se sospecha que en ambos tipos de diabetes, pero particularmente en la diabetes tipo I pueden estar involucrados procesos autoinmunes. Estos son procesos en los que células del sistema inmunológico que debieran ir destinados a atacar virus o bacterias, atacan nuestro propio cuerpo.
Algunas recomendaciones alimentarias que pueden ser de utilidad para todas las personas que padecen de diabetes o que están en un alto riesgo de padecerla son:
• Incrementar el consumo de carbohidratos complejos, es decir aquellos derivados de vegetales, granos integrales y aunque en menor cantidad, frutas frescas. Estos carbohidratos tardan más en digerirse que los azúcares simples y liberan sus azúcares naturales de forma más lenta y controlada que los productos hechos a base de azúcares refinados.
• Aumentar el consumo de vegetales de colores intensos como el brócoli, la espinaca, la zanahoria y el pimiento ya que estos son ricos en antioxidantes que ayudan a prevenir los daños causados a los pequeños vasos sanguíneos de los ojos.
• Eliminar el consumo de azúcar refinado y los productos hechos a base de éste. Por ejemplo, dulces, galletas y golosinas en general.
• Evitar la comida "chatarra" es decir la que contiene muchas calorías vacías pero muy pocos nutrientes o fibra.
• Reducir o eliminar el consumo de cafeína, alcohol y cigarrillos. El fumar es especialmente dañino para las personas diabéticas ya que estas son susceptibles a daños a los pequeños vasos sanguíneos que de los ojos y a los nervios periféricos. El cigarrillo agrava estos daños. El alcohol aumenta los riesgos de daños a los nervios periféricos.
• No comer demasiado en una sola comida. Es preferible comer menos en el almuerzo o la cena e ingerir alguna merienda ligera entre comidas.
• Reducir el número total de calorías
ANEMIA.
Enfermedad de la sangre caracterizada por una disminución anormal en el número de glóbulos rojos (eritrocitos o hematíes) o en su contenido de hemoglobina. Los hematíes son los encargados de transportar el oxígeno al resto del organismo, y los pacientes anémicos presentan un cuadro clínico causado por el déficit de oxígeno en los tejidos periféricos. La anemia puede deberse a: 1) defecto en la formación de glóbulos rojos, ocasionado por déficit de nutrientes, hormonas, enfermedades crónicas u otras situaciones; 2) excesiva destrucción de glóbulos rojos, habitualmente por determinadas enfermedades hereditarias, y 3) sangrado excesivo (traumático, quirúrgico, por hemorragia interna).
Los síntomas más comunes de la anemia son palidez, disnea, fatiga, astenia, falta de vitalidad, mareos y molestias gástricas. La anemia más frecuente es la ferropénica, por déficit de hierro, elemento esencial para la fabricación de glóbulos rojos; se produce cuando aumentan las demandas de hierro del organismo para otras funciones, como en la infancia, adolescencia y gestación, o cuando existe un déficit de hierro en la ingesta. La anemia perniciosa se produce por un déficit de vitamina B12, esencial para la fabricación de hematíes, habitualmente por defectos de absorción intestinal de la B12 en mayores de cuarenta años, a veces por carencias alimenticias. La anemia de células falciformes se debe a un defecto hereditario en la síntesis de hemoglobina.
RAQUITISMO
Enfermedad producida por déficit nutricional, caracterizada por deformidades esqueléticas. El raquitismo está causado
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