Ensayo Que Quiero Ser Cuando Grande?

¿Qué quieres ser cuando grande?

Desde pequeños nos bombardean con preguntas como ¿qué vas a ser cuando grande? y las respuestas son típicas: bombero, princesa, doctor, veterinario, futbolista, etc. Pero a medida que vamos creciendo, esta pregunta se va haciendo cada vez más difícil de responder ya que el ser “grande” se está volviendo nuestra realidad más próxima.

El transcurso por el colegio es algo que muchos no quisieran que se termine nunca, aparte del estudio y aprender lo necesario, hacemos nuestras amistades y forjamos fuertes lazos, conocemos nuevos mundos, personalidades y vamos teniendo nuevas experiencias, especialmente cuando entramos a enseñanza media. El tiempo se pasa veloz desde el momento en el que estamos aprendiendo a leer y escribir, que jugamos en cada recreo con todos los amiguitos del curso, que no tenemos preocupación alguna, que somos simplemente unos niños, hasta que estamos entrando a la educación media, donde crecemos, nos hacemos ya unos adolescentes con todo lo que ello implica y nos estamos preparando para la adultez. Así, es como la misma interrogante “¿Qué quieres ser cuando grande?” se va transformando en qué queremos hacer cuando salgamos del colegio y la pregunta que muchos aún no sabemos cómo responder, el “¿Qué quieres estudiar?”

Escoger una carrera ya sea universitaria o técnica es una decisión en la cual se basará toda nuestra vida profesional y laboral, por lo cual tomar el camino indicado es muy difícil a nuestra edad, ya que, aunque dispongamos con toda la información sobre nuestras manos, muchas veces la falta de madurez propia de los jóvenes, influye en tomar las decisiones de forma tardía o en muchas ocasiones, erradas acerca de cómo queremos que sea nuestra vida profesional. Nunca es fácil tomar decisiones, menos si se trata de nuestro futuro y se hace más difícil cuando somos adolescentes, debido a lo mencionado anteriormente; no somos lo completamente maduros para tomarlas. Estas son decisiones elementales en nuestras vidas a las cuales es necesario darles todo nuestro interés y en especial meditar ocupando todo el tiempo que sea necesario para poder elegir lo correcto, sin temor a equivocarnos.

Como adolescentes enfrentamos una serie de cambios físicos, intelectuales y emocionales, los cuales contribuyen de manera directa sobre el comportamiento y numerosas veces, ni nosotros mismos sabemos qué nos está pasando. En esta etapa de la vida, muchas veces nos molestan ciertas situaciones que nos llevan a aislarnos y el interés por dialogar con nuestros padres acerca de nuestra vida futura es muy poco ya que la forma como se toca el tema puede significar una presión mayor, por lo tanto nos resulta muy complicado el tener que tomar dicha decisión.

Ya con todo este estrés y presión, además, el sistema educacional en nuestro país exige dar la prueba de selección universitaria (PSU) para poder acceder a estudios en universidades estatales. Las estadísticas indican que más del 40% de los estudiantes que se presentan a las pruebas de admisión con menos de la mayoría de edad se cambian de carrera, debido a que se equivocaron en su elección. Esto debería indicar que los chicos y chicas deberían tener una mayor atención para minimizar los errores, sin embargo no es así. Este es un tema no menor para los estudiantes, ya que, además, existe una gran influencia desde los colegios para que los jóvenes logren obtener buenos resultados en esta. Existen numerosos casos en los que por el simple hecho de que el puntaje obtenido en la PSU no fue suficiente para poder estudiar lo que se quiere, los jóvenes optan por ingresar a carreras que realmente no llenan por completo las expectativas de su futuro, generando en estos una desmotivación por estudiar lo elegido causando de esta manera una desmotivación en sus vidas.

Creo que no lo tenemos que ver de esta forma, si bien es cierto,

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