Ensayo formal sobre la Eutanasia

EUTANASIA  

En pleno siglo XXI, existen muchas discusiones y temas sin concluir que siguen siendo objeto de estudio y discusión. Tal es el caso con el tema a tratar a lo largo del presente texto en el que Hablamos sobre la eutanasia, tema que podemos catalogar como un debate universal, acaparando no solo un marco legal. Sino tratando una problemática social, ética, moral y religiosa.

Es preciso aclarar lo que significa la palabra eutanasia proveniente de la combinación de dos términos griegos EU y THANATOS lo que traduce “buena muerte”, la cual a mi punto de vista trata de mostramos la definición de una muerte sin sufrimientos con o sin el consentimiento de la persona. “por eutanasia se entiende la ayuda prestada a una persona enferma, por su deseo o por lo menos en atención a su voluntad presunta, para posibilitarle una muerte humanamente digna en correspondencia con sus propias convicciones”1. A simple vista este concepto aparenta sencillez, pero el debate inicia cuando intentamos definir en qué circunstancias podemos practicar la eutanasia, y es aquí donde entra en juego la ética profesional a la hora de emitir un dictamen médico el cual se debe apoyar en el ordenamiento legal

La iglesia por su lado, se basa en una de las leyes de los 10 mandamientos, el quinto para ser más exactos “no mataras”2, que de manera axiomática nos dice que el quitarle la vida a otro ser, está irrevocablemente categorizado como el más grave pecado. Por tal motivo la iglesia se opone a esta práctica. “la vida humana tiene un valor incomparable. La iglesia reclama que las cosas que atentan contra la vida y la dignidad del hombre estén en aumento. Esto puede causar un cambio radical en el modo de entender la vida y la relación entre los hombres”3

La sociedad aun no a homogenizado  el concepto eutanasia, muchas personas muestran su gran aceptación frente a esta, ratificando aquella frase citada por el escritor español francisco Quevedo “Mejor vida es morir, que vivir muerto”. De igual manera existen personas que debido a una formación y valores religiosos. Sin mencionar el aferro que puede llegar a existir por aquellas personas con tal condición terminal. Se niegan aceptar la partida de sus seres queridos. Apegándose a la esperanza o a un posible milagro que contribuya con una mejora en el estado de salud de la persona. Esto, antes dicho es una posible descripción de la percepción de terceros frente la eutanasia. Pero No podemos dejar de lado la parte moral de la persona en estado terminal o estado de salud grave con un alto grado de sufrimiento, lo cual con lleva en muchos casos a una baja en el autoestima por la calidad de vida llevada. En estos casos en que la persona no ha perdido la capacidad de raciocinio es de gran importancia el deseo expreso verbal o escrito de la persona acerca de la continuidad de su vida. “Si la muerte es el único hecho que el ser humano puede, a lo largo de toda su vida, dar por seguro e ineludible, si se le brinda el derecho a elegir cómo será su vida, ¿por qué otros dictaminan acerca de cómo debe morir?”4

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