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Ensyo: La comunicación en familia


Enviado por   •  3 de Febrero de 2016  •  Ensayos  •  2.755 Palabras (12 Páginas)  •  183 Visitas

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La comunicación en familia

Había una vez una pequeña niña llamada Natalia, tenía 6 años de edad, vivía con sus papas, era muy bonita, ojos grandes  güerita, cabello rizado, alegre, le gustaba mucho comer nueces, también le divertía pintar paisajes, iba en primer grado de primaria, le gustaba mucho ir a la escuela, tenía muchas amigas, se caracterizaba por su linda sonrisa y su manera tan noble de ser, siempre destacaba de los demás por ser una niña muy simpática.

Tenía una buena relación con sus padres, sobre todo con su papa, pues compartían el gusto por la pintura y las nueces, pasaban mucho tiempo juntos al día.

Con su madre también compartían tiempo juntas con actividades como ayudar a cocinar o cooperar en la limpieza de la casa.

Natalia era hija única y tenía todo lo que quería y la atención de todos lo que la rodeaban. Lo que la estaba haciendo un poco egocéntrica, pero a la vez era normal, pues era primogénita y además la única nieta por parte de su mama y papa.

Los padres empezaron a planear tener un hermanito para Natalia, pero pasaron varios meses hasta que se enteraron que el nuevo bebe ya venia en camino. Natalia recibió la noticia y se puso muy contenta pues tenia la ilusión de tener otro niño con quien jugar y con quien compartir sus juguetes para no estar sola.

Con mucho amor, dedicadicacion y entusiasmo, los padres de Natalia y ella, adornaban cada rinconcito de la futura recamara del bebe en camino. Los tres disfrutaban con cada cosa que compraban, la elección de ropa y artículos decorativos la hacían entre los tres.

Los meses pasaban y cada vez estaba más cerca la llegada del pequeño Eduardo a la familia.

Natalia sentía pasar lento el tiempo, se le hacían eternos los días, semanas y meses en espera de su tan anhelado hermanito.

Un sábado, mientras la madre hacia desayuno, comenzó a sentir pequeños dolorcitos en la parte baja del vientre, pero pasaban los minutos y cada vez eran más y más frecuentes.. el padre pidió a Natalia que agarrara la pañalera que tenían lista para el pequeño y se fueron al hospital.

El pequeño Eduardo al fin llego!! Todos estaban muy felices con la llegada del pequeño a casa, Natalia tenía ese instinto de hermana mayor que cuida y protege a su pequeño hermano. Sus padres se sentían felices y satisfechos con la actitud que había asumido Natalia ante la llegada del bebe.

Los días pasaban, y el centro de atención era el pequeño Eduardo.. ya sus padres no compartían ni la mitad de tiempo, sus días se resumían en levantarse temprano, bañarse, alistarse, ir a la escuela, regresar, comer algunas veces acompañada y otras sola pues la madre aprovechaba para dormir cuando el pequeño tomaba su siesta, su padre trabajaba más que antes pues ahora tenía una personita más bajo su responsabilidad que implicaba muchos gastos más, sus abuelos no iban a visitarlos tan seguido porque suponían que la madre quería descansar en vez de tener agotadoras visitas.

 Ella no sabía qué hacer todo le aburría, le molestaba, se sentía triste y sola. No entendía porque las cosas habían cambiado tanto y no eran como ella las había imaginado, pensaba que su hermanito llegaría jugar con ella y nunca pensó que sería un pequeño bebe que necesitaría cuidados que ni siquiera ella conocía, cuidados muy especiales y constantes.

Apenas veía despertar a su hermanito y se ponía feliz, iba con el y de alguna forma quería sentirse parte de ese proceso y tener un poquito de atención de sus padres pero la limitaban con expresiones como  “cuidado”, “es muy pequeño”, “no seas brusca”, etc…

Natalia se sentía profundamente triste pues no sentía pertenecer a la que era su familia.

En momentos pensaba que la llegada de su hermanito había arruinado su vida porque ya no se sentía feliz como antes, ya sus padres no se interesaban por ella como antes, ni siquiera hacían las cosas que antes hacían juntos, cosas como pintar al lado de su padre o ayudarle a su madre a cocinar, esas cosas ya no existían, todo era el bebe.

Natalia sentía una gran necesidad de pertenencia, de atención, de sentir amor de parte de sus padres. En solo unos meses ella había dejado de ser el centro de atención y ahora solo era la hermana mayor que tenía que jugar sola, comer sola, bañarse sola, incluso ir a la cama sola sin escuchar los cuentos que su madre solía contarle antes de dormir.

Todo esto se empezó a ver reflejado en sus calificaciones, sus maestros notaban que había cambiado mucho, ya no era la niña alegre y destacada.

Un día, los maestros preocupados por el mal comportamiento de Natalia mandaron un citatorio a su casa para pedirles que se presentaran en la escuela ya que había temas respecto a Natalia que quería tratar con ellos.

Natalia llego a su casa y les entrego el recado a sus papas, pero ni siquiera le pusieron atención, solo lo tomaron y le dijeron que más tarde lo leían.

Como ya era esperado, no lo leyeron, la madre lo olvido por sus múltiples ocupaciones con él bebe y su papa llego tan cansado del trabajo que no se dio cuenta que había un citatorio.

Al día siguiente, al llegar Natalia a la escuela, la maestra le pregunto por sus padres y Natalia con los ojos tristes solo respondió: “no sé”...

De nuevo la maestra mando otro citatorio a los padres para que se presentaran al día siguiente, de lo contrario Natalia no podría asistir en clases.

Al llegar a casa Natalia con expresión molesta les entrego el recado y sin decir más se fue a su recamara, no quiso comer, solo quería dormir y olvidar la pesadilla que estaba viviendo.

La madre esta vez preocupada por la actitud de Natalia leyó el recado y se lamentó por no haber hecho caso el día anterior, espero al padre despierta para pedirle que fuera a la junta de Natalia.

A la mañana siguiente, Natalia llego a la escuela acompañada de su padre, la maestra pidió que pasara al salón para ella poder hablar con su papa.

Natalia no la obedeció, y salió a caminar por el bosque en busca de algún animalito que quisiera jugar con ella. Entonces se le apareció un hada y le pregunto…

- ¿Que pasa niña, porque estas tan triste?

Ella sentada en el pasto le contesto;

- no me siento feliz, a nadie le importo, nadie quiere jugar conmigo, ni siquiera ven las cosas hermosas que hago por ellos, desde la llegada de mi hermanito es como si yo ya no existiera

Y el hada le dijo;

-No importa que las personas no vean lo que haces por ellas, has las cosas bien sin esperar nada a cambio, ¿Qué es lo que está pasando en casa?

Natalia le respondió:

-Hace casi 3 meses nació mi hermanito, yo pensaba que tenerlo iba a ser fantástico pues ya no estaría más sola y tendría siempre con quien jugar y divertirme pero no fue así, fue todo lo contrario, ya mis padres no  juegan conmigo, papá ni siquiera pinta conmigo, es como si yo ya no importara, nadie me ayuda con mis tareas, no  hay más tardes de películas juntos, siempre estoy sola.

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