Ergonomia

PELVIS

La pelvis es una estructura en forma de anillo conformada por 3 huesos, el sacro y dos huesos innominados. El sacro se extiende desde la espina lumbar y consta de un numero de vertebras fusionadas. Los tres huesos se mantienen juntos en un anillo formado por ligamentos (Figure 2.6). Los huesos innominados están hechos de la fusión de otros tres huesos, el ilion, el isquion y el pubis. El pubis se encuentra en la parte anterior de la pelvis. Estas articulaciones, los otros huesos, juntos completan la forma del anillo y actúan como un amortiguador para evitar que la pelvis se derrumbe bajo el soporte (Tile, 1984). La estructura posterior de la pelvis, el sacro y el ilion llevan a cabo la actual función de soporte del peso.

La pelvis puede ser comparada con un arco, las cuales transfieren la carga a las partes superpuestas del cuerpo a las cabezas femorales, de pie, y a las tuberosidades isquiáticas (partes de los dos isquiones) sentado, (Figura 2.6) .

Cuando vemos la parte de atrás de la (Figura 2.6), puede verse que el sacro representa la clave del arco. La carga desde arriba es transmitida a través de los huesos innominados hasta las cabezas femorales. Sin embargo, cuando se ve desde arriba, el sacro tiene la forma equivocada para una pieza clave – este tiende a deslizarse hacia delante, fuera del arco (Figura 2.6). Bajo el soporte, la tendencia del sacro de deslizarse hacia delante anteriormente es resistida por fuertes ligamentos entre el sacro y la Ilia. Son estos los ligamentos sacro ilíacos posteriores, los cuales estabilizan las articulaciones entre el sacro y la Ilia. Don Tigny (1985) ha señalado que fuera de la postura de pie en cualquier persona tiene que doblarse hacia delante suavemente desde la cadera (tal como lavando loza en un fregadero) incrementa la tendencia del sacro para estar anteriormente desplazado de este modo, incrementando la tensión en los ligamentos sacro iliacos. Pueden ocurrir pequeños desplazamientos del sacro causando tejidos blandos para ser apretados y causar dolor (Figura 2.7) . Este dolor puede ser confundido por un leve dolor de espalda.

MECANISMO LUMBO – PELVICO

La espina lumbar surge del sacro y el grado de lordosis lumbar depende del ángulo sacro, que, a su vez, depende de la inclinación de la pelvis (Figura 2.8) . La pelvis puede ser representada como en la Figura 2.9 , como parte de un sistema de palanca, con las articulaciones de la cadera puede considerarse como un punto de apoyo.

Muchos musculos adjuntos a la pelvis pueden ser considerados como tensores o estancias las cuales fijan la pelvis en las cabezas del fémur. Estos musculos pueden ejercer torques en la pelvis lo cual causa cambios en la inclinación pélvica (aunque esta no es su función principal). Los isquiotibiales, glúteos, iliopsoas, musculos espinales erectores y otros musculos juntos con los ligamentos de las articulaciones de la cardera son parte del sistema lumbo – pélvico. La inclinación de la pelvis en los planos anterior/posterior depende del equilibrio de los torques ejercidos por los musculos antagónicos en el sistema.

De pie, la línea de gravedad cae suavemente detrás del centro de las articulaciones de la cadera causando que la pelvis se “cuide” de inclinarse hacia atrás. Esto alivia los musculos abdominales de una función postural y explica porque estos musculos están relajados de pie (esto aplica a una posición normal de pie, cuando se esta llevando una carga en la espalda, o bajando de una colina empinada, los musculos abdominales juegan una función).

ESTABILIDAD POSTURAL Y ADAPTACION POSTURAL

Una postura estable puede ser solo mantenida si varias partes del cuerpo están soportadas y mantenidas en una relación apropiada a la base de soporte tal como los pies de la (Figura 2.1). La línea de gravedad de las partes del cuerpo deben caer en la base de soporte y los reflejos posturales existen hasta endurecer este, como se mueve una parte del cuerpo, la masa total del cuerpo se mantiene equilibrado en los pies.

Por ejemplo, cuando una persona de pie se inclina hacia delante, como para tocar los dedos de los pies, la pelvis se mueve hacia atrás para compensar por el desplazamiento hacia delante del COG de la parte superior del cuerpo. (Figura 2.10) . Es imposible llevar a cabo este movimiento sin caerse si hay espacio insuficiente hasta la parte trasera para permitir la proyección compensatoria de las nalgas, a menos que sea ubicado al frente del otro. Una simple demostración del principio puede lograrse de pie y con la espalda y los talones contra una pared y tratando de recoger un objeto del piso en frente sin mover los pies.

Es importante proveer “suficiente espacio” al rededor de los operarios de pie y un montón de “espacio para los pies” si las perdidas de equilibrio se deben evitar.

Para que el cuerpo este en una condición de equilibrio estático:

1. Fuerzas hacia arriba = Fuerzas hacia abajo

(desde el piso) (peso corporal además de los objetos contenidos)

2. Fuerzas hacia delante = Fuerzas hacia atrás

(flexión hacia delante) (extensión de musculos traseros)

3. Torque en dirección de las agujas del reloj = Torque en contra de las agujas del reloj

(de carga asimétrica) musculos de atrás y la cadera

Idealmente el esqueleto podría jugar la mayor función en soporte que varias partes del cuerpo desde que este funcionando. Aunque, musculos, ligamentos y tejidos suaves puedan jugar también un rol pero a un costo de mayor gasto de energía, molestia o riesgo de lesión de tejidos blandos.

Cuando la inclinación hacia delante en la manera que se muestra en la Figura 2.10, es una postura estable puede ser mantenida indefinidamente aunque la postura misma es incomoda. Esto es por que la tención es ubicada en los ligamentos posteriores de la columna y los discos lumbares intervertebrales – la carga de la parte superior del cuerpo ya no esta soportada por la compresión axial de la estructura vertebral pero por tensión en ligamentos y compresión asimétrica (acuñamiento) de los discos intervertebrales. (Figura 2.11) .

Las posturas pueden ser estables pero estresantes si el soporte de la masa del cuerpo depende de tejidos blandos más que del hueso. Los ligamentos están dispuestos a resistir altas fuerzas de tensión, particularmente si estas fuerzas son ejercidas en dirección de sus fibras constituyentes. Juegan una función importante en la protección de las articulaciones mediante la limitación

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