Escapando De Mi Realidad

Escapando de la nueva realidad.

Hoy como la mayoría de mis últimos días todo es aburrido. Vivir en un aldea donde tratan de protegernos de todo, pero la verdad es que todo esto es para controlarnos, en lo personal no es algo que me guste. En la aldea todo es triste y cenizo, las casas son pequeñas y personales, no hay mas de 40 personas, toda la población ronda entre 21 y 28 años.

Aquí, es algo extraño, mientras todos vivimos en casas llamadas "Jaulas" que no sobrepasan de los 20 mts2, cada uno cuenta con celulares inteligentes de hace cuatro años, la señal quedo bloqueada dentro de esta cárcel, no te puedes comunicar con nadie del exterior. Cada quien carga con sigo el suyo pues está entre las reglas.

Se preguntaran porque todos estamos en un rango de edad preciso. Han pasado cuatro años desde que esto comenzó dentro la universidad, nos citaron a unos pocos de cada nivel para hacer exámenes. Mi examen era animación digital, así que traía una mochila con mi portátil y algunas cosas que no acostumbraba a sacar ya que las necesitaba continuamente. A todos nos tenían esperando sentados en un pasillo, después de quince minutos de espera sonaron unas alarmas muy diferentes a las de incendios. Después de el sonido de las alarmas, unos hombres con bata nos decían que camináramos a lo largo del pasillo y al final del mismo dobláramos a la izquierda, era una salida diferente a la de emergencia.

Javier y yo estábamos casi al final de la fila de jóvenes, a la mitad del camino estaba la oficina del director en lo personal era un muy buen amigo, así que le dije a Javier que fuéramos a ver qué estaba pasando, nos desviamos pero cuando estábamos abriendo la puerta llego un señor con bata nos detiene, recuerdo que nos roció un gas en la cara y lo siguiente en mi memoria fue despertar con mi mochila a un costado. Con mucha confusión y una visión borrosa me levante y observé que estaba sobre la explanada junto a todos los demás. Me di cuenta que era un lugar desconocido para mi, fui a buscar a Javier. Todos estábamos muy confundidos y enojados por que era un secuestro, aunque para algunos su molestia fue más el hecho que les quitaron su celular.

Camine hasta llegar junto a Javier le pregunte qué era lo que pasaba. Su respuesta me sorprendió, me dijo que nos sacaron de la ciudad y que todo fue a causa de una enfermedad, bueno eso fue lo que le dijeron a él.

Pasando los minutos mas y mas jóvenes se despertaban, pasando una hora aparecieron tres hombres y una mujer con batas como los de la escuela delante las pantallas en la explanada. Nadie sabía lo que pasaba. Uno de los hombres se acerco a todos portando un altavoz. Recuerdo lo que nos dijo. "Ustedes son el futuro de una sociedad la cual se está perdiendo, la vida que están enfrente de ustedes no será sencilla pero tienen que ponerse de acuerdo para sobrevivir". Al terminar de dar el discurso entendí que no existió dicha enfermedad pero aun así no aislaron con un motivo que nadie creyó.

Nos fueron nombrando uno a uno mientras otorgaban una maleta numerada al azar, después de ocho personas nombraron a Javier. Cuando me toco pasar todavía conservaba mi mochila pero se la pase a Javier para que no me dijeran nada o me la quitaran. Al terminar de entregar las maletas la mujer con bata nos dijo que el numero de maleta que tuviéramos era la casa que nos tocaría, luego en su cara se vio una sonrisa desdeñosa y añadió, "Dije casa, perdón quise decir jaulas". Seguía sin comprender nada, pero todavía estaba un poco confundida por el gas. Para finalizar nos dijeron que localizáramos la jaula que nos correspondía y que mañana nos esperaban a las 7.

Todos desesperados por salir nos fuimos en contra las cuatro personas que estaban al frente, ellos presionaron un botón y un gas nos desvaneció nuevamente pero ahora en la explanada.

...