Etnografia

INTRODUCCION

Cuando iniciamos con la indagación de este trabajo, pensábamos inicialmente en las reacciones que tendrían tanto participantes como observadores de la investigación frente a la posibilidad de enfrentar de manera abierta a la sociedad prevenida frente a la exploración sexual y las diferentes formas de manifestación del deseo.

Algunas preguntas que surgieron fueron ¿Cómo era posible que se invirtieran recursos, tiempo y formación humana en una investigación que parecía una actividad morbosa y que carecía de espíritu científico? Surgieron bastantes argumentos como ¿eso existe en Bogotá? ¿Y eso es normal? ¿Usted iría, es qué necesita de eso para satisfacer o satisfacerse?. Estas fueron las premisas que impulsaron aún más nuestro trabajo.

Como punto de partida decidimos involucrarnos en la historia por tal razón investigamos sobre el nacimiento de los sex shop, encontrando que en 1962 se creó en la ciudad alemana de Flensburg el primer sex-shop del mundo.

Beate Ushe, Rotermund antes de casarse, nació el 25 de octubre de 1919 en Prusia Oriental (Alemania) y en 1939 se casó con Uhse, un piloto alemán que murió en un accidente en 1944. El hecho de que su marido fuera piloto hizo que ella también lo fuera tiempo después, trabajando en 1944 en una fábrica de aviones. Ella era la encargada de trasladar los aviones en la Segunda Guerra Mundial desde la fábrica hasta donde se necesitaran.

Un año después, durante los últimos días de la guerra, huyó a Alemania oriental. Para su huída, junto con su hijo de dos años, robo un avión militar en Berlín. Aquello le supuso una pena de 12 años durante los que no podría volar. Sin trabajo, finalmente encontró uno en una granja de Schleswig Holstein.

En la granja e inspirada por las mujeres refugiadas con las que trabajaba que temían los embarazos no deseados, y coincidiendo con un período de hambruna, decidió publicar en 1946 un folleto sobre el uso del método Ogino-Knau (regulación de la natalidad).

Nació entonces la Beate Uhse AG, una cosa le llevo a la otra y hoy es la empresa líder europea en productos eróticos. Su evolución se refleja en la evolución de su slogan, en los años 50' era "higiene matrimonial", - en los '80 's que era "más placer en el amor" y ahora, pasado el año 2000, es "aumentar el placer sensual".

El secreto del éxito de Beate Uhse se ha basado en dos factores principales: de un lado el servicio integral al cliente que se encarga de todo tipo de respuestas a preguntas técnicas, médicas, psicológica... y de otro, la marca, que se ha convertido en moda y estilo de vida.

La antigua piloto de la Luftwaffe, que comenzó vendiendo objetos eróticos por correo tiene en la actualidad más de seiscientos cincuenta empleados, distribuye a más de quinientas empresas y tiene una facturación de más de cincuenta millones de euros.

La industria de artículos eróticos en Bogotá se inició con pequeñas tiendas en el centro de Bogotá, sobre la localidad de Chapinero. Cuando llegaron los primeros establecimientos, el sector estaba completamente estigmatizado. Eran sitios clandestinos, visitados por pocos sin generar mayor impacto. Pero, hoy en día los clientes buscan otro tipo de servicios, como los domicilios, para acceder a los productos de forma fácil y privada.

Aunque no nos consideramos mojigatos o personas de mente cerrada, lo que sí es claro es que no teníamos ningún tipo de experiencia con sex shops. Así que decidimos aventurarnos en este nuevo mundo globalizado. La primera “visita” a sex shop fue en el cyber espacio, pretendíamos llegar con algo de conocimiento con lo que nos encontraríamos, por otro lado ir en la búsqueda de lugares cercanos, especializados y reconocidos.

En la red encontramos páginas de sex shops, donde ofrecen servicios de compra on-line y a domicilio buscando mantener la privacidad del cliente. En vista de la gran cantidad de lugares decidimos organizar un listado de posibles tiendas a las que podíamos visitar de fácil encuentro para todos nosotros.

La primera visita que realizamos fue a un lugar algo pequeño, escondido, donde la vendedora era un mujer joven que de manera grosera y cortante no nos permitió observar el establecimiento y mucho menos a los clientes que ingresaban allí porque según ella no comprarían al vernos allí reunidos sin comprar nada y además observándolos. Pensamos que la situación no sería tan complicada. De esta manera buscamos posibles formas para acceder a la información y al local sin ser tan agresivas ante los ojos del cliente y de la misma vendedora.

Para tratar de no transgredir a los visitantes de las tiendas, optamos por dividirnos e ir en duplas a los sex shop, ya que en la primera observación notamos varias parejas y tal vez esto facilitaba el acceso a la información.

En una de las tiendas donde nos permitieron hacer nuestra observación fue en Cumpliamor Sex- Shop Adult Store ubicado en la Diagonal 12s No. 16-90 a una cuadra del CAI de Restrepo, donde hablamos con la vendedora donde nos sugirió ir en parejas y en diferentes días para no incomodar a los clientes y aparentar ser unos observadores comunes y posibles compradores. Y es así como damos inicio a nuestras observaciones las cuales describiremos en el desarrollo de este trabajo.

DESCRIPCION ETNOGRÁFICA

Durante nuestra asignatura de antropología postulamos como trabajo de clase una observación etnográfica en un escenario particular, el cual fue visitar un Sex-Shop. El lugar escogido fue la tienda Cumpliamor Sex- Shop Adult Store ubicado en la Diagonal 12s No. 16-90 a una cuadra del CAI de Restrepo.

La visita inicial fue el jueves 12 de Abril, este escenario era nuevo para nosotros. Como mayor reto era enfrentar el temor a lo desconocido y la pena a ser vistos entrar a un lugar que ante la sociedad aún tiene ciertos prejuicios. Estando allí pudimos observar algunas personas quienes miraban los productos exhibidos, esto nos hizo pensar que actualmente muchas personas están venciendo la vergüenza o miedo social de acercarse a un sex shop para comprar juguetes o ayudas sexuales, los cuales rompen la monotonía y permiten establecer una complicidad con la pareja.

El local es amplio y bien iluminado. Tiene una gran cantidad de productos con información al reveso para informarse sobre su uso o mantenimiento, esto limita un poco el contacto con la vendedora y permite que la compra sea menos “vergonzosa”. Las personas

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