Eutanasia

EUTANASIA ASESINATO O AYUDA SOLIDARIA... ¿QUIÉN DECIDE?

“El pasado lunes a las 19.35 horas murió después de cuatro días de ayuno la italiana Eluana Englaro a la edad de 38 años, tras 17 años de estado vegetativo, en el mundo entero se han elevado voces que señalan que fue forzada a morir, el mismísimo primer Ministro italiano Silvio Berlusconi no estuvo de acuerdo con la decisión que tomó el jefe de Estado Giorgio Napolitano al calificarla de un “grave error” pero, ¿qué calidad de “vida” tenia Eluana? Ella estaba sometida a un constante sufrimiento, donde su cuerpo se encontraba llagado y con laceraciones en la piel incluyendo la cara, fue por lo que el Senado italiano aprobó con 164 votos a favor, 100 en contra y una abstención, la propuesta que obliga a alimentar e hidratar a las personas que no lo hacen ellas mismas, en otras palabras, a la italiana le aplicaron la eutanasia” (Guerra M, 2009)

Podemos ver claramente que la eutanasia es un tema que produce un gran conflicto, y no sólo entre los familiares de las personas que están por fallecer, sino que también, con la sociedad y el gobierno, ya que por algunas personas puede considerarse como asesinato; y qué decir de los conflictos que se crean con las religiones, pues el único facultado para dar o quitar la vida es Dios, y tal vez sea su mandato hacer pagar con sufrimiento a la persona, por actos que cometió a lo largo de su vida.

“La palabra "eutanasia" deriva del griego "eu", que significa "bueno", y "thanatos" que significa "muerte" esto quiere decir, muerte apacible, sin sufrimiento, eutanasia significa "muerte dulce", dulce en el sentido de sin dolor, casi un morir sin darse cuenta, uno de los problemas principales de la eutanasia tiene que ver, necesariamente, con la libertad de autodeterminación del enfermo”. (Guerra M, 2009), ya que se considera que él es el único que puede decir que hacer con su vida, pero en el caso de los que no pueden hablar, o simplemente no tenga como hacer constar que eso es lo que quiere, son sus familiares los que deben tomar una decisión tan complicada.

Por un lado, existen posturas que tratan de justificar la eutanasia como un medio para dar fin al sufrimiento del enfermo y brindarle una “muerte digna” y por otro lado, se pueden apreciar posturas que ven a la eutanasia como un hecho aborrecible e inmoral, como una falsa “solución” que, bajo ningún motivo, debe ser aplicada

“Hubo un tiempo, que hoy recordamos con nostalgia, cuando era fácil decidir quién estaba vivo y quién muerto. El médico buscaba el pulso, los latidos cardiacos, y el movimiento del aire entrando y saliendo de los pulmones. Estos signos indicaban la vida; su ausencia, la muerte, en cuyo caso no había más que hacer. Hoy no es así: el corazón puede dejar de latir; los pulmones, dimitir de su labor de fuelles; y sin embargo, el paciente puede seguir viviendo gracias a la tecnología médica moderna. Tenemos máquinas capaces de desempeñar la labor fisiológica de órganos vitales que han dejado de funcionar espontáneamente”. (González Crussi, 2005)

Esto no significa que la persona siga viva, ya que no puede sentir, no puede comunicarse, ni “vivir” normalmente, se encuentra en estado vegetativo; o no necesariamente digamos que está en estado vegetativo, hay personas que se encuentran en etapas terminales de enfermedades, las cuales necesitan ayuda para todo; si la persona enferma quiere escribir, otra escribe por él, si quiere comer necesita de otra que lo alimente, ¿Por qué si la persona quiere morir y otro está dispuesto a ayudarlo, no permitírselo?, si la persona no se puede ni matar, esto nos demuestra lo miserable de su existencia.

Este tema ha causado varios debates entre diversos países, uno es el “Debate Social de la Eutanasia, celebrada a instancia de la Organización Médica Colegial (OMC), el pasado 26 de abril” (la eutanasia debate abierto, 2007) del 2007, en este debate diversos países dieron sus opiniones acerca del tema, un punto que hay q destacar es que:

“una encuesta llevada acabo recientemente por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), en la que un 65 % de los médicos y un 85 % de las enfermeras afirmaban haber escuchado alguna vez a sus pacientes pedirles la muerte, aunque solo en un 2,5 % de los casos esta petición era persistente. Otro de los datos aportados por dicha encuesta fue el referido al 81 % de los familiares de enfermos que reconocía la presencia de dolor en la muerte de un familiar fallecido” (la eutanasia debate abierto, 2007)

Por estas razones, se analizaron muchos factores “Muchos son los ámbitos profesionales que se ven afectados por una práctica que algunos países europeos han legalizado, como Holanda. Otros, como es el caso de España, dudan de su posible

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