Evaluacion En Educacion Fisica Secundaria
ervsoliba15 de Marzo de 2014
6.205 Palabras (25 Páginas)1.212 Visitas
Evaluación en educación física secundaria
Introducción
Los años escolares representan un periodo crítico en el desarrollo de hábitos de actividad física y su posterior traslado a la vida adulta (Gutiérrez, 2000). Por ello es necesario que este objetivo se alcance, para que en un futuro los alumnos de hoy sean personas activas y puedan planificar y llevar a la práctica su propio plan de actividad física; siempre desde el punto de vista de la salud. Queda demostrado en diversos estudios (Chillón, Tercedor, Delgado y González-Gross, 2002; García Ferrando, 2001 y 2007; Hellín, 2003; Ruiz, García y Hernández, 2001; Varo, Martínez, Sánchez, Martínez, de Irala y Gibney, 2003) que la práctica físico-deportiva se ha consolidado como un hábito entre las ocupaciones del tiempo libre de un número elevado de personas, de tal manera, que el disponer de conocimientos para que las personas sean autónomas, dentro de este marco de la actividad física, facilitará la realización adecuada de las tareas que se deseen poner en práctica.
Desde un punto de vista curricular, la LOE (2006) destaca como competencia en el área de Educación Física el desarrollo de la capacidad y disposición para lograr una vida saludable.
En esta misma línea, el Real Decreto 1631/2006 de enseñanzas mínimas en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y el Decreto 291/2007 de currículo en la ESO para la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM) han incorporado competencias básicas al currículo, permitiendo resaltar aquellos aprendizajes que se consideran imprescindibles. La autonomía personal en materia de condición física y salud constituye una de las competencias indispensables que hay que desarrollar en los alumnos de dicha etapa.
Siguiendo con el análisis curricular, el Decreto 112/2002 de currículo en la ESO para la CARM, vigente durante el curso 2006-2007 para segundo y cuarto de ESO, establece que el área de Educación Física debe contribuir a la consolidación de hábitos, valores y actitudes que favorezcan la salud y un mejor nivel de calidad de vida. De igual forma, en los objetivos del área de Educación Física se establece que los alumnos deben ser capaces de realizar, planificando en primer lugar y llevándolo a la práctica después, tareas cuyo fin sea la mejora de la condición física, salud y calidad de vida.
Como consecuencia de lo expuesto en el párrafo anterior, el profesorado debe incluir conocimientos básicos en materia de condición física y salud en la programación anual, con el fin de que los alumnos, al finalizar la ESO, puedan ponerlos en práctica con cierta autonomía (Velázquez y Martínez, 2004). Barba y López Pastor (2006) hablan de la necesidad de adquirir aprendizajes significativos e indican la importancia de los mismos para los alumnos en su vida y para su vida.
La incorporación de las competencias básicas al currículo permite, por tanto, poner el acento en aquellos aprendizajes que se consideran imprescindibles desde un planteamiento integrador y orientados a la aplicación de los saberes adquiridos. Su logro deberá capacitar a los alumnos para su realización personal, el ejercicio de la ciudadanía activa, la incorporación a la vida adulta de manera satisfactoria y el desarrollo de un aprendizaje permanente a lo largo de la vida.
El término competencia básica o clave hace referencia a:
“Todo aquello que el alumno debe adquirir durante el proceso de formación para su realización personal, con el fin de desenvolverse en el mundo actual y ser aptos para desempeñar un empleo que a la vez sea beneficioso para la sociedad” (Lleixá, 2007, 31).
Continuando en la línea del párrafo anterior y agrupando las ideas de los diferentes autores que tratan la competencia de autonomía desde diferentes ángulos (Castillo, Martínez y Silvio, 1997; García, 1997; Holec, 1981; Kottow, 2000 y Real Academia Española, 2007), se puede indicar que el concepto de autonomía está envuelto por varios factores: saber qué hacer, cómo hacer, cuándo hacer y con quién actuar. Y todo ello, sin depender de nadie.
De acuerdo con lo expuesto anteriormente, y dado que la presente investigación va a valorar el grado de conocimiento que han alcanzado los alumnos de 4º ESO en la Ciudad de Murcia en materia de condición física y salud, como aspecto clave para conseguir la autonomía, se presenta en la tabla 1 cuál debe ser la secuenciación de dichos contenidos a lo largo de la ESO (Rueda, Frías, Quintana y Portilla, 1997).
Tabla 1. Secuenciación de los contenidos a lo largo de la E.S.O. (Rueda et al., 1997).
Para averiguar el conocimiento que se ha alcanzado, tiene que haber, lógicamente, un proceso de evaluación.
Puede decirse que, en términos generales, lo que se pretende es, por un lado, comprobar su relación con los objetivos previstos en el diseño curricular, y por otro, observar si el grado de conocimiento sobre dichas capacidades se va alcanzando. En concreto, se debe verificar el desarrollo de los siguientes contenidos y capacidades: calentamiento, resistencia aeróbica, flexibilidad., fuerza-resistencia, musculatura postural y relajación.
Por todo lo expuesto hasta este momento y tomando como referencia la definición de autonomía de Pellegrino (1989) “la autonomía es una capacidad que emana de la capacidad de los seres humanos para pensar, sentir y emitir juicios sobre lo que consideran adecuado o correcto” y una de las ideas de Moreno y González (2006) sobre la autonomía, la cual relaciona autonomía con la capacidad de una persona para poder determinar su propio comportamiento, el objetivo de esta investigación es construir y validar un cuestionario para la valoración del grado de conocimiento de los alumnos de 4º de la ESO de la Ciudad de Murcia durante el curso 2006 – 2007 en los contenidos de condición física y salud.
Material y método
Participantes
La muestra objeto de estudio estuvo formada por un grupo de alumnos de 4º de ESO de Murcia (Grupo A: 362) y por otro grupo integrado por sujetos no relacionados con esta etapa educativa (Grupo B: 279).
Los criterios seguidos para la selección de los centros educativos a los que pertenecían los sujetos del Grupo A fueron los siguientes (Tabla 2):
a. Pertenencia a la Ciudad de Murcia.
b. Impartición de Secundaria o al menos de 4º ESO.
Tabla 2. Muestra de sujetos de 4º de E.S.O (Grupo A)
El tipo de muestreo utilizado fue no probabilístico opinático (Sierra, 1996), también denominado deliberado (Buendía, Colás y Hernández, 1998), siendo su principal característica que los sujetos fueron seleccionados intencionadamente atendiendo a los criterios que se exponen a continuación, dada la accesibilidad de estos centros educativos:
a. Alumnos pertenecientes a ambos sexos.
b. Alumnos con edades comprendidas entre 15 y 16 años.
c. Alumnos que se encontraran cursando sus estudios en centros de ESO oficiales.
El resto de la muestra (Grupo B), tal y como se puede apreciar en la Tabla 3, estuvo integrado por sujetos pertenecientes a diferentes ámbitos, con el objetivo de comprobar la fiabilidad del cuestionario en el apartado de análisis de los datos, es decir, comprobar si el cuestionario muestra discriminación entre los distintos grupos. Dichos subgrupos fueron: sujetos que practicaban acondicionamiento físico en su tiempo libre, universitarios de facultades de Ciencias de la Salud (Ciencias Ambientales de la Universidad de Murcia (UMU), Nutrición y Tecnología de los alimentos de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM)), universitarios de Facultades no pertenecientes a Ciencias de la Salud (Administración y Dirección de Empresas y Periodismo de la UCAM y Pedagogía de la UMU), trabajadores (integrado por sujetos de diferentes empleos, ninguno de ellos vinculado a la Actividad física) y alumnos de una Escuela para adultos (sujetos que realizan estudios en el Centro de enseñanza para adultos de Murcia).
Tabla 3. Muestra de sujetos no pertenecientes a 4º de E.S.O (Grupo B)
En concreto, el grupo B presentaba las siguientes características.
Los sujetos de Acondicionamiento Físico, con edades comprendidas entre 27 y 73 años, practicaban actividad física en el marco de una actividad para adultos promovida por el Ayuntamiento de Murcia de 2 a 5 horas por semana. Las capacidades desarrolladas durante las sesiones eran el calentamiento, resistencia aeróbica, fuerza-resistencia y flexibilidad.
Los Universitarios de Ciencias de Salud, tenían la posibilidad de cursar asignaturas relacionadas con la actividad física y el deporte (Bases del acondicionamiento físico). Dicho grupo estuvo formado por sujetos de edades comprendidas entre 21 y 33 años.
Los universitarios de No Ciencias de la Salud conocían aquella parte de la actividad física con la que se relacionaban en su tiempo de ocio y/o la que recordaban e integraron de su paso por la enseñanza escolar, si bien es cierto que al pertenecer a un plan de estudios diferente al actual, no habían cursado en su momento los mismos contenidos que los grupos de ESO. No obstante, al ser universitarios de edades comprendidas entre 21 y 42, cursaron educación física al menos hasta 3º de BUP o su correspondiente.
El caso de los Trabajadores era parecido al anterior, pero con la excepción de que no todos habían cursado los mismos años de educación física escolar, ya que no fue un grupo que presentó uniformidad en la variable “nivel de estudios”. Dicho grupo estuvo formado por sujetos de edades comprendidas entre 22 y 65 años.
Los sujetos de
...