Evaluacion

No es una mente, no es un cuerpo lo que educamos, es un hombre, y no debemos hacer dos partes de él." Michel de Montaigne

Para poder iniciar a hablar sobre evaluación, es importante tener la claridad de este elemento como un todo, al momento de llegar a la práctica se debe evidenciar el recorrido que se ha realizado en el alcance de los objetivos y metas, sea en el contexto que sea, educativo, gerencial, personal, entre otros. Por eso el primer concepto importante es la integralidad, ese reconocimiento donde lo evaluado es un todo y no la medición de fragmentos.

A lo largo de la historia la evaluación ha sido un elemento cambiante, una manera de comprender su naturaleza es tener claridad en sus objetivos, concepciones y finalidades dentro de ámbitos a nivel general, teniendo en cuenta que ha sido una disciplina que en el transcurrir de los años ha ido transformándose dando respuesta a las necesidades sociales, económicas y políticas de un contexto, es necesario preguntarse ¿cómo contribuir para que la evaluación sea vista como un proceso formativo para el desarrollo de competencias?

Es por esto, que desde la China imperial se dieron los primeros pasos en este proceso evaluativo, con los aportes de Cicerón y San Agustín quienes iniciaron en la introducción de conceptos evaluadores sobre sus escritos, pasando en la edad media por la inclusión de exámenes en los medios universitarios con carácter más formal, al igual que los exámenes de tipo oral que eran hechos en tribunales con el visto bueno del maestro; en la época del renacimiento la observación incursiono dándole un nuevo elemento a la evaluación, posteriormente en el siglo XVIII incremento el acceso a la educación, lo que dio paso a los exámenes escritos como medios de verificación, y fue ya en el siglo XIX que la evaluación dio respuesta a esquemas rutinarios basado en instrumentos poco fiables, surgiendo así un sistema de aprobación de exámenes rutinarios que daban respuesta a los requerimientos de la sociedad. El testing fue el siguiente paso en este camino, donde prevalecía desde la práctica la medición y se buscaba clasificar el resultado individual dentro de un grupo. Un aporte importante fue el realizado por Tyler quien realizo una diferenciación entre medición y evaluación y propuso el currículo, integrando en él su método sistemático de evaluación educativa que buscaba evaluar el alcance de los objetivos establecidos; después de esto, vinieron las taxonomías, entre los años sesenta y ochenta aparecio el paradigma constructivista y se definieron doce pasos para la correcta aplicación de la evaluación, incursionando los conceptos de cuantitativo y cualitativo propuestos por autores como Guba y Lincoln (1982), Pérez (1983) y House (1989).

De la misma manera, en Colombia este proceso histórico de la evaluación se dio, desde la valoración de los procesos memorísticos, pasando por la comprobación por medio de exámenes, logrando posteriormente una evaluación flexible (1984), dando paso al nacimiento de la ley general de educación en 1994, la implementación del currículo en 2002 y llegando en 2009 a la reglamentación de la evaluación del aprendizaje y su promoción.

De acuerdo con el anterior recorrido podemos observar como algunos de los elementos aún permanecen, y es el caso de los exámenes como medio de verificación,

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