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Factores Sociales De La Criminologia


Enviado por   •  24 de Abril de 2013  •  2.500 Palabras (10 Páginas)  •  1.452 Visitas

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Factores sociales de la criminología Las teorías que tratan de explicar los factores “causales” de la criminalidad se resumen en dos tipos: biológicas y sociales.

Las teorías biológicas sostienen que los factores están siempre en el individuo, terreno sobre el cual obra el ambiente; de tal modo que lo social sólo incidirá sobre la forma y frecuencia del delito.

Las teorías sociológicas, en cambio, dan importancia absoluta o predominante a los factores externos o sociales y confieren escaso valor a lo individual (los hombres, naciendo iguales, serán buenos o malos conforme al ambiente en el cual vivan y se desarrollan).

Por esto desde hace mucho tiempo, en criminología se habla de factores endógenos y exógenos (internos y externos) de la criminalidad; los primeros han sido definidos como aquellos que por su naturaleza son intrínsecos al sujeto, en tanto que ser biológico y psíquico (la herencia, por ejemplo); y los segundos, como aquellos que siendo extraños a la naturaleza constitutiva del ser humano, la influyen en forma variable según las condiciones del medio y la capacidad de percepción del sujeto. A estos últimos se los divide en físicos (medio ambiente no constituido por seres humanos, altitud, latitud, clima, medios de comunicación, barrio, habitación, etc.), familiares (antecedentes de la familia, su composición, sus condiciones morales, económicas y culturales) y sociales (amistades, trabajo, centros de diversión, organización social y política, la cultura del medio, la economía, la influencia religiosa, etc.).

En realidad, entre estos factores (endógenos y exógenos) existen relaciones inescindibles y sólo se los separa con fines de estudio, pues, tanto los unos como los otros influyen en la producción del delito, concurriendo en constelación.

Quedó señalado que los factores sociales de la criminalidad son elementos extraños a la naturaleza constitutiva del ser humano, pero que la influyen en forma variable según las condiciones del medio y la capacidad de percepción del sujeto; agregamos ahora, que la Sociología Criminal ha destacado la importancia de los factores político, cultural, educativo, económico y ecológico entre otros.

EL FACTOR POLÍTICO

Cuando se habla de este factor se está haciendo referencia al gobierno, a la administración pública. En este sentido, si se considera la criminalidad como un fenómeno sociopolítico, aparece adecuado pensar que la misma siempre estará presente en toda sociedad que tenga un gobierno que la gobierne o la “desgobierne”, según expresa (con mucho acierto, creemos.) Manuel López Rey (1976).

En realidad, en sentido estricto, sin organización política no existiría el delito (Parmellee, 1925) puesto que ningún hecho es considerado delictivo hasta que el Estado le da esa definición. En este sentido, la naturaleza de los delitos está en gran parte determinada por la naturaleza de la organización política vigente en un tiempo y lugar dados; así, por ejemplo, en USA. habrá algunos delitos que no existen en la UU.RR.SS y viceversa (aunque también los habrá similares).

Por otra parte, cuando el gobierno es mal administrador (gobiernos ineficaces y corruptos), puede constituirse en factor inmediato de producción de conductas delictivas (los comentarios huelgan); también lo será en forma indirecta, en la medida en que cree condiciones favorables a la conducta delictiva y no tome las pertinentes medidas de prevención.

EL FACTOR ECONÓMICO

El socialismo científico de fines del siglo pasado consideró que la criminalidad era un fenómeno de anormalidad social por influencia económica; en tanto que la llamada “escuela socialista”, la consideró como una consecuencia directa del capitalismo.

Hoy se sabe, sin embargo, que en los países de regímenes no capitalistas también existe la criminalidad.

En verdad, el factor económico en la criminalidad es de extrema complejidad, baste saber que, por ejemplo, tanto la pobreza como la riqueza pueden influir en su producción.

a.- En relación con la pobreza, es un hecho que la carencia de los medios indispensables para la satisfacción misma de las necesidades individuales y familiares (falta de trabajo, de vivienda adecuada, de servicios elementales, etc.), puede crear en los individuos un estado emocional susceptible de transformarse en sentimiento de inferioridad y de frustración que, así mismo, puede convertirse en odio o resentimiento hacia toda la sociedad, considerada como responsable de tales penurias. También puede generar rebeldía constante que suele traducirse en frecuente violación a las leyes, consideradas como instrumento de opresión y explotación; pudiendo además, generar irrespeto hacia las autoridades; actitudes todas ellas que pueden desencadenar en perpetración de delitos.

b.- En cuanto a la riqueza, no es menos cierto que las situaciones de bonanza y de extrema facilidad para la obtención de los bienes en la sociedad de consumo (lo cual conlleva a la perdida de la conciencia del valor de los objetos) se constituye, en gran medida, en fuente de la más moderna criminalidad: la criminalidad no convencional (económica, de cuello blanco, de los poderosos.).

* El factor familiar.- La familia es el factor social de riesgo más determinante o, al menos, el que más poder puede ejercer sobre el adolescente. Como indica Vázquez González, la institución familiar juega un papel relevante en el proceso de su socialización. Efectivamente, la primera fuente de educación con la que se encontrará el niño se la proporcionarán sus padres en el día a día (aunque en el ámbito educativo, también juegue destacadísimo papel las instituciones de enseñanza básica, como dentro de poco veremos). De esa formación humana va depender, en gran medida, que los sus primeros “pasos” vayan bien o mal encaminado. Como se suele decir vulgarmente, un niño habla y se comporta conforme a lo que ve en su casa. Por eso es importante que la educación que se le de desde muy pequeño gire entorno al famoso término medio: ni se debe malcriarle consintiéndole todo y estando encima de él hasta el punto de “ahogarle”; ni se debe caer en el maltrato físico y psicológico, ni por supuesto, en el desprecio y la frialdad. Lo ideal, desde “la lejanía” respecto al conocimiento práctico en este asunto del que estas líneas escribe, es educarle bajo la enseñanza de valores como el respeto por los demás, el amor, la amistad, la responsabilidad, el trabajo y sus frutos, la libertad, la solidaridad, la tolerancia, la sinceridad, la comunicación con los padres y en el resto de relaciones interpersonales,

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