Grandes Epocas Del Arte/Arte gótico

Las catedrales góticas nacen en el corazón de Francia. A mediados del siglo XII, en las ciudades francesas comenzó a surgir un estilo nuevo de arquitectura, cuando el resto de Europa estaba en pleno auge del románico, el nuevo estilo arquitectónico se extendió por toda la cristiandad abriendo una época nueva en el arte, a este nuevo estilo los renacentistas lo llamaron gótico, sólo en Francia se construyeron 140 catedrales góticas, muchas están destruidas. Solo la antigua catedral episcopal de Chartres, con su perfil de barco navegando por los campos, fue desde los tiempos primitivos cristianos, santuario de la virgen y centro famoso de peregrinación, en 1194, la iglesia quedó destruida tras un incendio, entonces los ciudadanos decidieron levantar otro templo más resistente en honor de la madre de Dios, se libró un vestido de la virgen que se salvó de las llamas, además de la puerta real con su única escultura decorativa, la cripta y las torres del oeste.

En el timpalo de la puerta central, Cristo aparece como juez, con el símbolo de los evangelistas y los apóstoles.

Las figuras de las columnas representan a los astendientes de Cristo, reyes y reinas de Judá, sacerdotes y profetas del antiguo testamento, la postura de las figuras da la sensación de que quieren hablar, liberados de todos los elementos demoniacos del arte románico.

Los astendientes de Cristo tienen un gesto alejado de la realidad pero están ataviados con los atuendos cortesanos de la época.

La audacia e innovación técnica de la arquitectura gótica descansa en la invención de un sistema de contrafuertes, los nervios y pilares distribuyen el empuje de la bóvedas, los pilares de gran grosor están circundados de un racimo de semicolumnas que se levantan hasta las bóvedas atravesándolas con sus nervios para descargarlas de su empuje.

En el románico la iglesia parecía como un bloque asentado sobre sí mismo, en cambio la arquitectura gótica es una estructura de tensiones que implena al espectador a mirar a la lejanía y a escrutar las alturas sobrecogedoras de la bóveda.

Por primera vez en la historia de la arquitectura europea se reemplazaba el sistema de muros para soportar el peso de la cubiertas, muros y techos se fundían. Entre los contrafuertes se abren ventanales que resplandecen con sus vidrieras.

Para contrarrestar el empuje de las bóvedas los arquitectos góticos inventaron un sistema de estribos y arbotantes (arco que sirve para descargar sobre un contrafuerte, el empuje y la presión que sufre un muro), así se pudo equilibrar cada empuje y se fortalecía el exterior de la construcción, así también las vidrieras estaban protegidas de la fuerza de los vientos.

La audacia impresionante de los arquitectos de esa época se revela en las formas inusuales de los arbotantes externos, se forman arcos de inclinaciones pronunciadas que amenazan con perder el equilibrio, son un desafío a las leyes de gravedad, hasta los arbotantes y estribos se adornan artísticamente y se recubren con figuras.

La catedral gótica es un milagro de la arquitectura medieval, lo fundamental en las obras gigantescas era la dirección de un arquitecto que proyectaba el plan y centralizaba la realización, en aquella época los arquitectos gozaban de la más alta estima social. En las grandes catedrales se les erigían monumentos para honrar su nombre en forma de laberintos, a las que les ponían sus nombres.

La planificación del trabajo se hacía en la organización de artesanos y constructores de catedrales góticas, innovación importante, ya no se encargaban de la construcción los monjes como en el románico.

Los albañiles, pulidores, pintores y aprendices, trabajaban bajo la dirección de los arquitectos.

Se hizo posible trabajar la piedra en invierno, antes sólo se hacía necesariamente en primavera.

La catedral gótica fue el manantial de todas las artes medievales: arquitectura, escultura, pintura, teatro, danza y música se unieron en una única obra de arte.

Las piedras radiantes y blancas, las esculturas de las portaladas con sus colores, el oro de los ventanales y las pinturas de las vidrieras daban a la catedral la apariencia de una ciudad celeste, ninguna catedral ha

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