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GÉNERO Y DEPORTE


Enviado por   •  19 de Abril de 2014  •  Tesis  •  3.515 Palabras (15 Páginas)  •  246 Visitas

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GÉNERO Y DEPORTE

María Camila Perdomo Ospina

Universidad Industrial de Santander

Kamilita-p_2006@hotmail.com

Resumen

Me pareció de bastante interés este tema, pues es algo que se nota en cualquier campeonato desde que se empieza en una escena de unos niños chiquitos ya se está notando esto “como yo soy niño usted se queda sentada mirando y yo juego”; esto es lo que ha llevado a pensar que las mujeres no están capacitadas para desarrollar algunas competencias lo que es totalmente incierto pues de que sea mujer no es una persona incompleta o que sea mejor la competencia en un hombre, llegamos a explicar de que las mujeres y los hombres tienen algo que se llama las inteligentes múltiples que las mujeres son mejores para unas cosas y los hombres para otras, pero esto no impide de que ninguno no pueda desarrollarse en un campo, que de pronto se tenga que hacer en menor rango. Por esto y mil cosas más me llamo la atención este tema…

Palabras claves: Hombre, mujer, género, deporte, inteligencia múltiple, desigualdad, fisiología, igualdad.

Muchas veces se considera el hombre la base para algún oficio, lo cual bloquea a las mujeres en muchos ámbitos en donde se crea un pensamiento machista. Pero hemos venido superando esta idea en el transcurrir de los días y dejando atrás esta manía pero como todo esto es un proceso y antes se decía si era una mujer la pilota se caía el avión, si jugaba futbol era porque no era muy femenina o porque no era capaz de meter un gol, si era una ingeniera de petróleos no podía estar en campo porque el pensamiento de la mujer está en estar en la casa haciendo oficio, que si estaba ejerciendo un oficio político el estado se volvía un fracaso. Y así miles de cosas donde tan solo es un pensamiento que no vale la pena. Por esto y muchas cosas más citaremos algunos ejemplos los cuales nos llevara a pensar para que es que no servimos, acaso por ser mujer no somos completas y no podemos practicar un deporte o estar en un olímpico. Bien sabemos que entre el hombre y la mujer tenemos cerebros diferentes que el hombre tiene mas destreza en unas cosas como nosotras en otras cosas. La pregunta que puede surgir es ¿cómo el deporte puede conseguir reducir las desigualdades entre hombres y mujeres, cuando se da por hecho que el deporte (y en concreto, el de élite) suele estar dividido en función de las diferencias fisiológicas que separan a unos y a otras?

Actualmente, aun oímos hablar de que tales o cuales deportes son masculinos o femeninos, aún no se ha superado la cuestión de la generificación de los deportes y las actividades físicas, pudiendo citar algunos ejemplos: como el rugby, la danza en el caso de los hombres y los preconceptos en torno a la práctica de fútbol en las mujeres. Todos esos directamente vinculados a la asociación de las imágenes a la homosexualidad, o a los cuidados de la salud (refiriendo al contacto físico en el caso de las mujeres).

De este modo existen diferentes expectativas en cuanto al desempeño de lo varones y mujeres, esperando de los varones juegos más activos, más violentos, agresivos, que impliquen la fuerza, la energía, y de las mujeres, los juegos mas pasivos, con menos contacto, más expresivos. Las diferencias que se observan son construidas social e históricamente, existiendo prácticas deportivas masculinas y femeninas, siendo los deportes competitivos, violentos, con contacto físico, vistos como una forma de tornar un niño en hombre, aumentando su virilidad, masculinidad, voluntad de ganar, o sea, son deportes cuyos rituales balizan cuestiones propias de una masculinidad ideal a ser atendida y conquistada. Siendo el mundo deportivo femenino, caracterizado por una mayor expresión de los sentidos, el mayor desenvolvimiento de la creatividad, mayor ludicidad. Lo que permite entrever que toda mujer que entrase en el mundo del deportivo de alto rendimiento seria la categorizada como masculina, ya que adquiría en algún punto muchas de las características pensadas hasta hace algunos años como masculinas, por ejemplo, la competitividad, el rendimiento, la agresividad, entre otras.

En la actualidad con el espacio conquistado por la mujer esas diferencias en términos de género van siendo superadas, un ejemplo de eso es el incremento en la participación femenina en eventos deportivos como los Juegos Olímpicos que ha crecido mucho, siendo los números casi iguales en las participaciones masculinas y femeninas. Son los cambios en la sociedad, en la cultura, la ampliación de los espacios lo que fue permitiendo la inclusión de la mujer en el deporte.

En la gran mayoría de los deportes mujeres y hombres compiten por separado y a la mujer se la protege de esfuerzos y competiciones bruscas más que por fundamentaciones verdaderas por conductas culturales, en el momento en que se descubre que la mujer puede realizar tareas deportivas similares a las del hombre se genera una sorpresa o se la cataloga de masculina, y estas reacciones se dan en ambos sexos, hay mujeres que no quieren identificarse con la imagen deportiva debido a que esto la masculiniza, otras optan por diferenciar deportes femeninos de masculinos.

La visión del deporte femenino sostiene que la mujer se desarrolla mejor en aquellas disciplinas artísticas o de precisión, en donde se la pueda ver de acuerdo a patrones femeninos culturales, y que no es grato observar a una mujer en actitudes deportivas de confrontación o en aquellas donde se desarrolle una masa muscular voluminosa porque esas son características del género masculino. Estos aspectos no sólo son sustentados por hombres si no que en un alto grado por las propias mujeres quienes además se avergüenzan y critican actitudes de deportistas por no responder con el mantenimiento de la imagen femenina.

La desigualdad de género en todos aquellos planos de la vida a los que la actividad físico-deportiva llega. Estas ideas se promueven como consecuencia, primero, de la obligación que tienen los poderes públicos de promover con todos los medios a su alcance la igualdad de oportunidades y la no discriminación entre hombres y mujeres; segundo, por la creencia en que la educación es en última instancia el gran elemento explicativo de la totalidad de los fenómenos sociales que tienen una base cultural; y por último, porque promoviendo la igualdad en el deporte, cuando ésta se traslada al plano de visibilidad pública (como por ejemplo, a través del reconocimiento equivalente a los logros en el deporte femenino), se consigue des estereotipar los roles tradicionalmente asociados entre ambos sexos

Acá pondremos un ejemplo clave donde podremos

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