Género En La Economía

“Género en la economía y desarrollo”

Bandala Mora Luis Enrique

14/10/2014

Introducción

A pesar de la importante lucha que se ha venido dando respecto de los derechos laborales y sociales, tanto de las mujeres como de las minorías (indígenas, homosexuales, lesbianas y personas con capacidades diferentes) la constante barrera social a la que nos enfrentamos sigue siendo un obstáculo difícil de romper para encontrarnos así, frente a una sociedad con igualdad de oportunidades y derechos. Si bien es amplio el camino recorrido y los logros obtenidos, aún nos encontramos en una situación en la que las contribuciones ideológicas y conceptuales al tema son vitales.

En el presente ensayo sabemos importante tal discusión, pero, hablar de género en la actualidad es hablar de algo tan amplio debido a las diferentes connotaciones de las que se ha hecho acreedor dicho concepto, por tal motivo, hemos decido adoptar ciertos aportes de autoras como Cora Ferro Calabrese, Marta Lamas y Teresa Rendón Gan. De la misma manera dentro del documento desarrollado abordamos algunos trabajos de autoras como Cristina Carrasco, María Arcelia Gonzáles Butrón y Natalia Quiroga Díaz.

En un primer aparatado incluiremos la discusión sobre conceptos básicos que permitan enriquecer el tema y en consecuente comprender las teorías desarrolladas en torno a las cuestiones de género.

Como segundo apartado nos centraremos en las diferentes corrientes feministas que han profundizado sobre las condiciones laborales en las que se relacionan las mujeres y los planteamientos que estas proponen para dar una explicación a dicha situación.

Y como tercer y último apartado se hará un concentrado, buscando llegar a conclusiones generales sobre los temas aquí expuestos dando un punto de vista totalmente particular sobre lo que se hizo, se hace y se tienen que hacer para enriquecer los aportes y así, platear alternativas de trabajo para sopesar este que ha pasado a ser un problema fundamental del desarrollo integral de la sociedad.

4 Conceptos básicos

En los últimos años nos hemos topado con una creciente elaboración teórica sobre temas relacionados con Equidad de Género, pero, ¿qué es el género? Es evidente que no podemos hacer un análisis completo sobre temas de género si no conocemos o tenemos una idea acertada de lo que significa hablar de género.

Suscribiendo a Cora Ferro, se hace indispensable conocer las diferencias entre sexo y género. Ahora, al hablar de sexo referiremosa la diferencia biológica que existe entre un hombre y una mujer. Esta diferencia es totalmente visible ya que los seres humanos somos seres sexuados, o sea, somos mujeres y hombres.

El género, por su lado, es un conjunto de características sociales atribuidas a una persona, según su sexo. Teresa Rendón refiere al género como las construcciones sociales creadas a partir de las diferencias de sexo, que distinguen culturalmente a las mujeres de los hombres y les atribuye características (habilidades y actitudes) distintas. Estas construcciones sociales orientan, impulsan o inhiben determinadas conductas en el conjunto de ciertos sectores de los hombres o de las mujeres.

Si comprendemos al género como una construcción social establecida en el marco de un sistema capitalista, y lo concebimos como modelo, ya que moldea las características con las que deben contar tanto hombres como mujeres, nos preguntamos ¿en dónde se nos implantan dicho modelo? Para responder, habría que decir que es una tarea larga y lenta pero efectiva, ya que se inicia en la familia, continua en la educación formal, se justifica en las iglesias y se acentúa en los medios de comunicación.

Es todo un conjunto de situaciones pretendidamente “formativas” que logran convencernos de que, para ser felices, tenemos que ser de una manera determinada .

Todos los seres humanos, cualquiera que sea su sexo, pueden desarrollar valores de diversa índole y a ellos pueden y deben aspirar para desarrollarse. Sin embargo, los “modelos sociales” a los que se refiere Cora Ferro, pretenden asignar a la personalidad masculina todos los valores que representan dinamismo, valentía, razonamiento o ciertas condiciones que permiten la realización plena del diseño y conquista de un futuro. Dicho lo anterior, encontramos que algo falta en el modelo, ese algo podemos definirlo como “igualdad”, igualdades que permitan el desarrollo de capacidades y actitudes en las mujeres en contraste con las de los hombres.

¿Qué tiene de malo el modelo? Las diferencias sustanciales que plantea dicho modelo radican en naturalizar las condiciones frágiles e inútiles de las mujeres, incapacidad de desarrollo y de decisión cuando la realidad es totalmente diferente y demuestra que las mujeres han hecho avanzar culturalmente a nuestros pueblos y ciudades.

Entender el concepto género nos permite incorporar a nuestra vida y a nuestro trabajo una forma nueva de analizar situaciones que hemos vivido en cotidianidad. Es importante recalcar que el sexo y el género son dos cosas talmente diferentes y que el segundo (respectivamente) puede ser considerado como una construcción social que en cierta medida “inhibe” el desarrollo del sexo “débil”.

A la par de los dos conceptos mencionados y diferenciados anteriormente, incluimos dos conceptos más con necesidad de análisis; el sexismo y el patriarcado, que juntos forman parte de la dominación ejercida por parte de los hombres a las mujeres.

El sexismo se presenta cuando se desconoce la variable género, por lo tanto, no se hace visible la realidad de subordinación de las mujeres y de la dominación de los hombres, lo cual es fundamental en la estructura jerarquizada del poder.

El sexismo se presenta en diferentes categorías, de las cuales podemos identificar las siguientes seis :

1.- El doble parámetro

2.- El dicotomismo sexual

3.- El deber ser de cada sexo

4.- El familismo

5.- Sobregeneralización y sobreespecificación

6.- El androcentrismo

A considerar, creemos que las más obvias que se manifiestan con mayor frecuencia en la sociedad actual son dos, el dicotomismo sexual y el androcentrismo. El dicotomismo sexual consiste en tratar a los sexos como diametralmente opuestos y no con características semejantes; y el androcentrismo toma al hombre como medida

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