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HISTORIA DEL SETSE

meryo23 de Agosto de 2011

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Hasta los años 50, los trabajadores del ramo educativo en Veracruz, estaban abandonados a su suerte por las autoridades de todo tipo, por lo que, tienen la necesidad de unirse para resolver los graves problemas que afrontan y por tal motivo integran sindicatos regionales. En esa época las vías de comunicación eran escasas, en general se padecía de teléfono y el transporte terrestre era difícil por la falta de caminos y carreteras.

Por todos los rumbos del estado se integran directivas sindicales y en el sur nacen organizaciones de lucha que alivian en parte la situación de los trabajadores. Su historial se ha ido perdiendo a través del tiempo.

En la ciudad de México nace el S.N.T.E. y en Veracruz, con la intervención directa del gobierno del estado, se inicia la afiliación de los trabajadores del ramo educativo de la dirección de educación popular, que era la única que tenia verdadera importancia en cuanto al numero de trabajadores y así nace también la sección 46 del S.N.T.E. con la protección y dirección del gobierno de Veracruz, que maneja congresos y claro los comités ejecutivos seccionales que se transforman en un aparato al servicio de la dirección general de educación popular. Los resultados de este nacimiento irregular saltan a la vista.

Existen compañeros que aceptan que los delegados a congresos sean los inspectores escolares y que a su vez los inspectores de cada zona manejen las delegaciones con representantes incondicionales, que siempre aceptan con total mansedumbre las órdenes y los caprichos del caciquillo que las autoridades les ha designado. También existen trabajadores que empiezan a protestar y a unirse para terminar con ese estado de cosas, que en nada beneficiaba a los trabajadores y si detenía el mejoramiento económico de todos ellos.

Se marca una diferencia muy grande entre los trabajadores del sistema federal y los estatales siendo nosotros el patito feo de los trabajadores de la educación, con salarios muy bajos y con prestaciones inferiores, que nos mantenían en una situación de angustia y a todas luces vejatoria.

Desde 1956 algunas delegaciones se unen para señalar su inconformidad en las reuniones de consejo o de congreso. Estas delegaciones inconformes también promovían reuniones regionales para analizar los problemas laborales que estaban viviendo y protestar por la apatía de los dirigentes seccionales.

Por fin llega el año de 1958 en que la inconformidad se hace más aguda y empieza a formarse un grupo de varias delegaciones que logra colocar a uno de sus miembros en el comité ejecutivo que se designa el mes de abril del año de 1958. En esa fecha da principio el trabajo para que en el futuro congreso de la sección 46 del S.N.T.E., se designe un comité ejecutivo con los verdaderos representantes de los trabajadores y así, sacudirnos la tutela del gobierno del estado y del comité ejecutivo nacional, que siempre se ponían de acuerdo para nombrar antes del congreso al comité ejecutivo de la sección 46.- el primer paso era ganar las directivas de las delegaciones o integrar grupos de compañeros debidamente convencidos de la lucha, para que a su vez, fuesen ganando simpatizantes al cambio tan necesario en la forma de trabajar y beneficiar verdaderamente a los compañeros de todo el estado.

Los comités seccionales del S.N.T.E tenían una vigencia de tres años, si la directiva en funciones había sido designada en abril de 1958, el comité siguiente debía ser designado también en abril de 1961 ; por esa razón, desde finales de 1960 empezamos a platicar con los responsables de algunas delegaciones en distintas ciudades del centro del estado, la finalidad era ganar en las asambleas respectivas de cada una de las delegaciones simpatizantes, los delegados efectivos que asistirían al próximo congreso estatal ordinario del S.N.T.E. Una de las más difíciles, era Xalapa-Locales, y para eso, los que nos habíamos comprometido a realizar el trabajo, ocupamos todas las horas que teníamos de descanso. Al principio, no sabían de nuestra existencia, pero la necesidad de aumentar el número de adeptos, hizo que nos diéramos a conocer y a partir de esa fecha empezaron a tomarnos en cuenta, como un pequeño grupo de ilusos.

Al ver que llegaba la hora y la convocatoria para llevar a cabo el congreso ordinario no era lanzada, en una reunión estatal, después de varias horas de cambiar impresiones, decidimos darnos a conocer como grupo opositor de la directiva en funciones y partimos a México a entrevistarnos con el secretario de organización del sindicato nacional. En esa entrevista, exigimos respetuosamente que se convocara de inmediato al congreso respectivo y se realizara el cambio de comité como lo ordenaba el articulo correspondiente de los estatutos en vigor ; el profesor rito vargas, así se llamaba el secretari0 que nos ocupa, nos indico que en Veracruz se iban a realizar elecciones para designar diputados y que no era conveniente el evento que solicitábamos, pero que a fin de año se realizarían las actividades para el cambio de comité ejecutivo, de inmediato se hizo el señalamiento de que a fin de año serian las elecciones para presidentes municipales y tal vez seria una nueva excusa para no hacer los trabajos del congreso que solicitábamos. Nos pidió esperar y que regresáramos a nuestros lugares de origen.- a partir de ese momento, las represalias y las persecuciones no se hicieron esperar, pero como casi todos estábamos preparados, pudimos aguantar el tiempo que fue necesario.

Los trabajos del grupo opositor que formamos, continuaron ahora con mayor entusiasmo.

Por fin el comité ejecutivo nacional, mando representante y en unión de algunos miembros del comité seccional, que se hicieron acompañar por Héctor Jerezano Riestra, traidor de nuestro grupo y de Juan Montalvo Palacios de la delegación de Papantla, para que, en las delegaciones hablaran en favor de la directiva y nos presentaran a los del grupo opositor como agitadores. Inventaban historias para desprestigiar nuestra labor que era a todas luces legítima y respetuosa de los estatutos, que normaban la vida del sindicato al cual estábamos afiliados. El representante del comité nacional, un licenciado tartamudo en unión de la camarilla que lo acompañaba, realizo todo tipo de irregularidades propias del comité nacional, para que no se designaran los delegados, auténticos representantes de cada una de las delegaciones que integraban en esa época la sección 46 del S.N.T.E, organismo sindical al que pertenecíamos y al que deseábamos depurar.

De acuerdo con la costumbre se citaba a los compañeros a una hora adecuada, tomando en cuenta las dificultades para trasladarse a la cabecera de zona, que era el lugar en donde se desarrollaban las asambleas delegacionales. Con toda la mala fe, hicieron los citatorios en horarios en que la mayoría de los compañeros no podían asistir oportunamente y se retiraban sin nombrar los delegados al congreso. En muchos casos pudimos contrarrestar esta maniobra pidiendo a los comités delegaciones que hicieran hasta lo imposible por conseguir el quórum antes de la hora citada, en algunas ocasiones lo logramos.

En las delegaciones urbanas no tuvimos problemas para que se realizaran las asambleas y en la mayoría de ellas logramos ganar lo delegados. Por lo que hace a las delegaciones mas dispersas y mas incomunicadas, estas, solicitaron un nuevo citatorio y aunque fueron autorizadas para hacerlo, jamás llegaron los representantes que debían dar validez a las asambleas, que no se habían realizado por la actitud dolosa e inmoral de las tantas veces citados representantes del comité seccional.

Como el tiempo se venia encima, las delegaciones que no habían nombrado sus delegados, citaron a todos sus integrantes y en presencia de notarios públicos, designaron sus respectivos delegados.

Unos cuantos días antes de que se desarrollaran los trabajos del congreso, supimos que este, se llevaría a cabo en la ciudad de Papantla los días 6 y 7 de noviembre de 1961 y decidimos concentrarnos en la ciudad de Xalapa y posteriormente trasladarnos a la ciudad de Tuxpan, donde nos reunimos en la escuela Miguel Lerdo de Tejeda con las delegaciones del norte que simpatizaban con nosotros, nos reunimos, para acordar las acciones que realizaríamos y elaborar la planilla que debíamos apoyar al día siguiente en la ciudad de Papantla, lugar en el que debía desarrollarse el congreso tantas veces mencionado.

Al tratar de ingresar al local donde debía realizarse el acto sindical, que fue en el cine Tepeyac, con sorpresa, nos dimos cuenta que la puerta principal estaba cerrada, que solo se podía entrar por la puerta de atrás ; nos trasladamos y no permitieron la entrada a un buen numero de compañeros ; decidimos que entraran todos lo que podían hacerlo, pues pensábamos que aun éramos mayoría notoria y acordaríamos que de inmediato se permitiera el ingreso a todos los que habían quedado fuera, los que eran auténticos representantes de sus delegaciones como lo comprueban las actas notariales, que oportunamente se habían

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