Hermeneutica
archisupermega1 de Noviembre de 2013
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La Hermenéutica: Cómo Interpretar la Biblia
por Josef Urban
En esta lección vamos a mirar los principios básicos para leer, estudiar e interpretar la Biblia. Advertiremos contra errores comunes que la gente hace cuando tratan de interpretar los textos bíblicos, y vamos a enseñar algunas normas fundamentales muy básicas de la hermenéutica correcta. Definición: "La Hermenéutica" es el estudio de los principios y directrices para interpretar correctamente la Biblia. Es el arte de la correcta interpretación de la Biblia.
El comprender algunos principios básicos para el estudio bíblico te ayudará enormemente a evitar el error, especialmente en lo que respecta a los textos bíblicos más difíciles, te ayudará a aprovechar con mayor riqueza de tu estudio bíblico personal, y te ayudará a explicar las verdades bíblicas a los demás correctamente y con mayor eficacia. Por supuesto, no existe un método sencillo que permita que nuestras interpretaciones de cada versículo de la Escritura sean absolutamente perfectas, incluso aunque emplees los mejores métodos de la hermenéutica todavía cometerás errores, ya que, después de todo, somos sólo seres humanos que aún no conocemos todo (1 Cor. 13:12). El Señor entiende nuestro conocimiento limitado y nuestra tendencia de hacer errores de juicio a menudo y Su gracia es suficiente, llamándonos a no confiar en nuestra propia sabiduría, sino que solo tengamos fe como un niño en Él. Sin embargo, diciendo esto, teniendo un dominio básico de algunos de estos principios, sin duda, te ayudará a ser un mejor estudiante de la Palabra de Dios.
LA INTERPRETACIÓN ADECUADA ES NUESTRA PRIORIDAD
Si verdaderamente amamos al Señor, y verdaderamente tenemos el temor de Dios en nosotros, entonces debería ser nuestra gran prioridad interpretar correctamente la Biblia. El Señor mismo dijo:
Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. – Isaías 66:2b
Si queremos que Dios nos mire con favor, además de tener humildad, pobreza de espíritu, y la sensibilidad al pecado, tenemos que ser personas que "tiemblan" a Su palabra. Esto habla de la necesidad de tener una profunda reverencia, respeto y temor por la Palabra de Dios y por los mandamientos que se encuentran en ella. Y si de verdad "temblamos" a la Palabra de Dios y tenemos el temor de Dios en nosotros, entonces vamos a tener un gran deseo de conocer Su Palabra e interpretarla correctamente. "El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR" (Pro. 9:10), y su temor en nuestros corazones nos hará tener un gran respeto y reverencia por Su Palabra. Esto significa que el que realmente camina con Dios tiene un gran interés para la doctrina correcta, porque tiembla ante la idea de pecar contra o corromper la Palabra de Dios. Así que el temor de Dios en nuestros corazones debe hacernos tener mucho cuidado en la interpretación de las Escrituras correctamente, al igual que el apóstol Pablo le encargo a Timoteo:
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.–2 Timoteo 2:15
Pablo le estaba diciendo a Timoteo que fuera diligente para presentarse aprobado delante de Dios manejando la Palabra de Dios con precisión. Esto incluye la interpretación de las Sagradas Escrituras correcta y obedeciéndolas.
Mucha gente piensa que "añadir" o "quitar" a las Escrituras únicamente significa literalmente borrar palabras o de tomar una pluma y escribir palabras en el Canon de la Escritura. Sin embargo, muchas almas ignorantes que dicen amar y usar los 66 libros del verdadero Canon de las Escrituras son frecuentemente culpables de añadir y quitar de la Palabra de Dios. Los fariseos "añadieron" y "quitaron" a las Escrituras, no literalmente, pero haciendo honor a sus tradiciones religiosas más que a la Palabra de Dios (ver Marcos 7:9). Siguieron sus tradiciones como si fueran la palabra de Dios, por lo que ellos "agregaron" a los mandamientos de Dios, y descuidaron la obediencia a la Palabra de Dios por el bien de mantener sus tradiciones, así "quitaron" los mandamientos que no les gustaba. La gente de hoy "añade" a la Palabra de Dios cada vez que obligan a los demás a cumplir tradiciones religiosas que no se enseñan en las Escrituras, y "quitan" de la Palabra de Dios cada vez que rechazan voluntariamente a obedecer los mandamientos claros contenidos en las Escrituras. No queremos ser culpables de hacer esto, así que debemos ser muy diligentes para interpretar correctamente la Biblia para que podamos saber lo que Dios realmente requiere de nosotros.
EL GRAN REQUISITO PREVIO DEL ESTUDIO BÍBLICO
El primer paso para un estudio bíblico exitoso es nacer de nuevo (Jn. 3:3). La Biblia es un libro sagrado y espiritual. Si sigues siendo un hombre impío, natural, sin el Espíritu de Dios viviendo en ti, no serás capaz de comprender realmente la sustancia espiritual de la Biblia ni vas a ser bendecido por su poderosa verdad. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. –1 Corintios 2:14
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden. –Romanos 8:7El hombre caído, en su estado natural, está en ruinas a causa del pecado. Incluso su mente está dañada a causa del pecado, y la oscuridad de la ignorancia ha sustituido el conocimiento de Dios (Ef. 4:18). Satanás lo ha cegado para no recibir la verdad de Dios (2 Cor. 4:4). Por tanto, la única manera de entender realmente la Escritura es por tener la barrera del pecado quitado y destruyendo el reino de Satanás en su vida. Gracias a Dios, el Evangelio de Jesucristo proporciona esta victoria que necesitamos. Él vino "para deshacer las obras del diablo" (1 Juan 3:8), de manera que podemos tener nuestros pecados quitados y recibir el don del Espíritu Santo por fe. Cuando naces de nuevo, el Espíritu Santo viene a vivir dentro de ti (Eze. 36:27). Él es el que va a iluminar tu mente para recibir la verdad de la Palabra de Dios.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. –Juan 16:13
Si hay un libro normal que es muy complicado, la mejor manera de entenderlo sería ir directamente al autor que escribió el libro y preguntarle lo que él estaba tratando de enseñar. Pero para hacer esto significa que uno tendría que estar en contacto con el autor para poder preguntarle. De la misma manera, Dios el Espíritu Santo escribió las Sagradas Escrituras y, si queremos entender, entonces tenemos que estar en comunicación con Él. Esto sólo es posible a través de una relación personal, real y viviente con Él a través de Jesucristo y una vida reservada para sus propósitos. Antes de poder entender correctamente la Palabra de Dios y experimentar el poder de su verdad viviente, necesitas asegurarte que has renunciado y vuelto de todo pecado, y que crees y confías solo en Cristo con todo tu corazón. Si no te has convertido y recibido la gran salvación ofrecida a través del Evangelio, entonces todavía estás muerto espiritualmente y tu mente esta oscurecida (Ef. 2:1, 4:18). Entrega tu vida a Jesucristo y búscalo hasta que sepas que te has convertido en una nueva criatura por Su poder. Luego podrás entender las cosas del Espíritu en la Palabra escrita.
OTROS 3 REQUISITOS PREVIOS PARA ESTUDIAR LA BIBLIA EFICAZMENTE
1. Manos limpias y un corazón puro.
¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón. –Salmos 24:3-4a
Morando en la Palabra de Dios es un lugar santo, y para morar a allí, tenemos que estar en Cristo, que es nuestra santificación (1 Cor. 1:30), y parte de estar en Cristo es caminar en la luz como él está en la luz con todos nuestros pecados puestos bajo la sangre (1 Jn. 1:7). Asegúrate de tener tus manos limpias-que no estés aferrado en algo que no le agrada a Dios. Y asegúrese de que tu corazón este puro, que realmente desees tener comunión con Dios y estar más cerca de Él. Nuestro deseo para estudiar la Biblia no debe ser sólo para empacar nuestro cerebro con conocimiento, sino para penetrar nuestro corazón con una revelación de Dios para que podamos conocerlo más. Manos que están ocupadas agarrando las cosas del mundo no tienen capacidad para comprender las verdades profundas del Espíritu, y los corazones que están contaminados con la conciencia de pecado no tienen capacidad para deleitarse en la santa verdad de Dios. Tenemos que abordar las Escrituras en nuestros estudios, como si nos estuviéramos acercándonos al Lugar más Santísimo, la presencia inmediata de Dios mismo.
2. Un hambre y una expectación de que Dios hable.
Desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación. –1 Pedro 2:2 (LBLA)
En este versículo, la palabra Griega para "deseo" está hablando más que solo querer algo, está hablando de intensamente anhelar algo, en este caso, la Palabra. Al igual que un bebé tiene un deseo intenso para leche para su sustento natural, necesitamos desear ardientemente la Palabra de Dios para recibir nuestro sustento espiritual. Mientras abordas el estudio de la Biblia, asegúrate de que tu corazón esté con hambre y anticipe que el Espíritu Santo te hable. Espera que el Espíritu
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