IMPACTO DE LA FECUNDIDAD EN EL ENVEJECIMIENTO
kikamartz7 de Septiembre de 2012
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IMPACTO DE LA FECUNDIDAD EN EL ENVEJECIMIENTO
La tasa de fertilidad o tasa global de fecundidad es una variable demográfica que muestra el número promedio de hijos que nacerían por mujer, si todas las mujeres vivieran hasta el final de sus años fértiles y dieran a luz de acuerdo a la tasa de fecundidad promedio por cada edad. Esta variable muestra el potencial de los cambios demográficos en el país.
Un promedio mayor a dos hijos por mujer se considera la tasa de sustitución idónea para una población, dando lugar a una relativa estabilidad en términos de cifras totales. Promedio por encima de dos hijos por mujer indican poblaciones en aumento y cuya edad media esta disminuyendo. Tasas mas elevadas también puede indicar dificultades para las familias, en algunas situaciones, para alimentar y educar a sus hijos y para las mujeres que desean entrar a la fuerza del trabajo. Promedio por debajo de dos hijos por mujer indican una disminución del tamaño de la población y una edad media cada vez más elevada.
El impacto de la fecundidad en la estructura social y económica de la población hacen de esta variable demográfica una prioridad en materia de políticas de población. Ya que la fecundidad es un componente importante de la dinámica demográfica, es esencial contar con adecuadas medidas de fecundidad (Campbell, 1983). Cabe aclarar que el impacto de la fecundidad no siempre es el de mayor relevancia en diferentes poblaciones, como por ejemplo en África, que se ven atacados por enfermedades.
Por lo tanto, es de gran interés la estimación de los indicadores de la fecundidad que den cuenta de su comportamiento. Las medidas de fecundidad son numerosas tanto por el interés en grupos poblacionales específicos, como por la disponibilidad de la información. Las tres fuentes principales de información de la fecundidad son las estadísticas vitales que son los sucesos o hechos que le ocurren a la población o a un segmento de ella, pueden ser registrados conforme ocurren, señalando el momento y el lugar donde sucedieron; los censos son una estrategia de recolección más antigua, es un conjunto de operaciones que consiste en reunir, elaborar y publicar datos demográficos, económicos y sociales correspondientes a todos los habitantes de un país o territorio; y las encuestas, por medio de esta se trata de obtener la información de una pequeña porción de la población que debe representar totalidad (Patricia Velarde, Centro Centroamericano de la población de la Universidad de Costa Rica: Estandarización de datos).
La fecundidad ha bajado más rápidamente en las áreas urbanas que en las rurales, entre mujeres con escolaridad mayor y en regiones de mayor desarrollo. Son los diferenciales en las tasas de sobrevivencia a cada edad específica, en las tasas de fecundidad y los movimientos migratorios los que van a definir la futura estructura por edades de la población mexicana, factores que también delimitan los diferentes procesos de envejecimiento para cada uno de los grupos sociales (Camposortega, 1992).
La teoría de la “transición demográfica” constituye la única con la que cuenta, por ahora, la demografía (Salas y Girbau 2000). Dicha teoría considera el envejecimiento poblacional determinado por la dinámica de los elementos como la mortalidad y la disminución de la fecundidad. Por este proceso han pasado los países desarrollados y se inicia ya en los que están en vías de desarrollo. Coincide con la modernización, es decir, la transformación social, económica y cultural, que comporta el paso de una sociedad agrícola a una industrial. De tal forma que las sociedades más prosperas logran las mejores condiciones de vida en términos de salud, vivienda y educación, lo que origina mayor supervivencia en todos los grupos de edad y, por lo tanto, un alargamiento de la vida. De esto se deduce que las circunstancias generales de vida y el progreso de la ciencia médica para controlar los nacimientos, la muerte y la enfermedad han permitido con mayor capacidad de sobrevivir de la población (Conapo- DIF 1994).
Las tendencias del envejecimiento demográfico muestran que en primera instancia el cambio de la fecundidad lleva a una disminución de este índice, por que empieza la disminución de la parte baja de la pirámide donde aparece los nacimientos que año con año se producen en el país, a la cúspide de esta pirámide, en donde se ubican los viejos que han sobrevivido hasta llegar a los grupos de edad más avanzada. Lo que haría un notable incremento desde el punto de vista del gasto público, estaría determinada por este segmento de la población de 60 años, esta supuesta a ser la más costosa en el ámbito de atención a la salud y la cobertura de seguridad social.
La dinámica del envejecimiento demográfico tendrá profundas consecuencias económicas, sociales, políticas y culturales; incidirá en la formación de amplias demandas y necesidades que giran en torno a diferentes grupos de edades de la población, además de que la población de adultos jóvenes tendrá que asegurar la producción del país y sostener amplios grupos de poblaciones ancianas; así como la falta de población para la transmisión del patrimonio común de la humanidad; el agravamiento del desempleo y la base productiva y económica de la sociedad.
El envejecimiento de la población es un fenómeno sin precedente histórico que esta apareciendo en los últimos años con mayor incidencia en las naciones desarrolladas y con fuerte tendencia en los países en desarrollo, como México. Se prevé que en 2040 habrá más ancianos que niños. Sin embargo, esta transformación se ha logrado en menor tiempo, pues ha duplicado a más de doble la esperanza de vida y descendido la fecundidad a la mitad en menos de un siglo, esto debido a las políticas masivas de control de la natalidad y sanitarias, a las mejoras de servicio de salud, comunicación y de transporte, entre otras.
Sin embargo, considero que algunas causas positivas que favorecen el aumento de la esperanza de vida serian el descenso drástico de la mortalidad que existe en todas las regiones del mundo y distintas etapas de la vida; las mejoras sanitarias; el aumento del nivel de vida general en muchas regiones y una mejor producción alimentaria, si lo vemos desde esta perspectiva, hay cuestiones que favorecen a la población.
Aunque la tasa global de fecundidad ha descendido continuamente desde 1962, cuando alcanzó su máximo histórico alrededor de 7.25 hijos por mujer, hasta 2.25 en la actualidad, el de mujeres en edad fértil se incrementó más del doble 10.4 y 24.2 millones, respectivamente (Envejecimiento demográfico en México: el desafío del siglo XXI).
El impacto del descenso de la fecundidad se observa que ha sido más significativo que el de la mortalidad. La población del país habría sido de 153.7 millones si las parejas no hubieran controlado el tamaño de su descendencia desde 1970; el número de habitantes que se habría alcanzado sería incluso mayor al máximo histórico de 132.4 millones previsto para el año 2044 (Santiago Zorrilla, Aspectos Sociodemográficos de la problemática en México, 2003).
La razón para prestar especial atención a este tema se encuentra el hecho de que con la caída de la fecundidad el aporte relativo que hacen las mujeres de 20 años a la fecundidad total cada vez es mayor y este fenómeno adquiere, por lo tanto mayor visibilidad.
“Aunque las causas de la disminución de la fecundidad en el mundo son complejas algunas ya están identificadas para muchos demógrafos y varias de ellas son de orden cultural, psicológico y moral”, asegura Ángel Luis Toledano Toledano, licenciado en Teología por la Universidad Pontificia Comillas de Madrid y Master en Doctrina Social de la Iglesia por el Instituto Social “León XII” de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Por otra parte, según informes mexicanos sobre fecundidad, el 25% de las camas de ginecoobstetricia se ocupan para atender secuelas de aborto. Señalan que el 96.4% de los abortos practicados en el país se hacen de forma ilegal. El Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la juventud (CREA) indicó en un estudio que de las mujeres que recurren al aborto en México, 65% tiene entre 26 y 46 años de edad, y 49% son amas de casa. Si nos ponemos analizar, realmente son cifras alarmantes, con la posibilidad de usar anticonceptivos eficientes, que debería suponer que el número de relaciones sexuales que terminan en un embarazo no deseado, debería disminuir y por lo tanto, el uso de anticonceptivos sería un factor de protección ante este evento.
Durante mucho tiempo se considero que las elevadas tasas de crecimiento natural de la población eran un obstáculo al desarrollo y decidieron actuar para reducir la fecundidad. A través de la Coordinación General del Programa de Planificación Familiar, tuvo un éxito que no había obtenido ningún otro programa público. Si bien la tasa de fecundidad ha disminuido hasta alcanzar una tasa que apenas supera dos hijos por mujer.
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