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Importancia Del Factor Humano

ualu8319 de Mayo de 2014

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IMPORTANCIA DEL FACTOR HUMANO EN LAS ORGANIZACIONES

La administración desde sus orígenes ha estado inclinada hacia la búsqueda de una mayor productividad de los trabajadores. Desde la administración científica, Taylor, que plantea la concepción del humus- economicus, y considera el hecho de que la razón de ser del trabajo, era la remuneración que se percibía a cambio, Fayol con el proceso administrativo, plantea la división del trabajo, llegando a niveles donde se concibe el hombre como máquina

Las máquinas han sustituido al hombre en muchas actividades que en la antigüedad este las realizaba en forma manual. Es preciso saber cuáles son las características que disponemos y que las máquinas aunque representen tecnologías, avanzadas, jamás podrán lograr sustituir al hombre.

Las organizaciones son como seres vivos, cuando logran el éxito, tienden a crecer o cuando menos a sobrevivir. El crecimiento conlleva una mayor complejidad de los recursos humanos que necesitan para sus operaciones, como aumentar el capital, incrementar la tecnología, las actividades de apoyo, etc.

Por otra parte, provoca el aumento en el número de personas y también la necesidad de que éstas apliquen más conocimientos, habilidades y destrezas indispensables para mantener la competitividad del negocio. Todo ello para asegurar que la utilización de los recursos materiales, financieros y tecnológicos sea eficiente y eficaz. Así, las personas serán el diferencial competitivo que propicie y sostenga el éxito de la organización, así, se convierten en la competencia básica de ésta, en su principal ventaja competitiva dentro de un mundo globalizado, inestable y cambiante en el que existe una competencia feroz.

Las personas pasan buena parte de su vida trabajando en organizaciones, las cuales dependen de ellas para funcionar y alcanzar el éxito. Por otra parte, el trabajo requiere los esfuerzos y ocupa una buena cantidad del tiempo de las vidas de las personas, quienes dependen de aquél para su subsistencia y éxito personal. Separar la existencia de las personas de su trabajo es muy difícil, por no decir casi imposible, dada la importancia o el efecto que éste tiene para ellas. De modo que las personas dependen de las organizaciones en las que trabajan para alcanzar sus objetivos personales e individuales. La posibilidad de crecer en la vida y de tener éxito depende de que se crezca dentro de las organizaciones.

Las personas dentro del ámbito organizacional son sumamente importantes puesto que las organizaciones operan por medio de las personas, quienes la forman, deciden y actúan en su nombre. Se designa con diversos términos a las personas que trabajan en las empresas tal como: trabajadores, empleados, oficinistas, personal, operadores, cuando le dan ese trato las pueden llamar recursos humanos, colaboradores, asociados si son considerados como tales son llamados talento humano, capital humano, o capital intelectual las cuales tienen gran valor para las organizaciones. El nombre que las organizaciones dan a las personas refleja el grado de importancia que tienen para ellas.

Por otra parte, las organizaciones también dependen, directa e irremediablemente de las personas, para operar, producir sus bienes y servicios, atender a sus clientes, competir en los mercados y alcanzar sus objetivos globales y estratégicos. Por supuesto las organizaciones jamás existirán sin las personas que les dan vida, dinamismo, energía, inteligencia, creatividad y racionalidad. En realidad, las dos partes dependen de una de la otra. Es una relación de mutua dependencia que proporciona beneficios recíprocos, una larga simbiosis entre las personas y las organizaciones.

Con una buena dirección de las personas conseguiremos mejorar los procesos y la rentabilidad sostenida. Es un hecho por todos conocidos que, si la persona está satisfecha, trabaja mejor, rinde más, aporta más ideas, se implica en el proyecto. A la hora de establecer objetivos de mejora, es vital partir de las personas y del valor que pueden aportar a la organización.

Podemos concluir que las organizaciones están constituidas por personas y dependen de ellas para alcanzar sus objetivos y cumplir sus misiones, mientras que para las personas constituyen el medio que les permitirá alcanzar diversos objetivos personales, con un costo mínimo de tiempo, esfuerzo y dificultad.

Así como también podemos decir que el factor humano ha cobrado importancia en la actualidad a partir del reconocimiento de este como generador de valor en las organizaciones. Es decir es el capital más valioso.

Las personas son consideradas impulsores de la organización, capaces de dotarla de inteligencia, talento y aprendizaje para poder hacerla competitiva y por tanto llevarla al éxito.

A lo largo de mis años de experiencia en el mundo de la consultoría me he encontrado con diferentes tipos de organizaciones respecto al valor otorgado a la gestión de personas. Por un lado están las empresas, a cuyos directivos se les llena la boca proclamando, que “el activo más importante de la empresa son las personas” y que las conductas del día a día poco lo demuestran.

Por otro lado, tengo gratas experiencias en empresas donde realmente, conscientes del valor diferencial que supone contar con empleados comprometidos y satisfechos con su desempeño, desarrollan políticas de gestión orientadas a fomentar el crecimiento personal, la inquietud por aprender y aportar, de forma voluntaria, lo mejor de si mismos.

Hoy por hoy casi nadie se atreve a rebatir que con personas implicadas, formadas y dinámicas resulta más sencillo afrontar situaciones complicadas como las que estamos experimentando actualmente. Personas con capacidad para establecer relaciones de colaboración, relaciones basadas en la confianza que permiten trabajar en equipo y generar sinergias resultado de las mejores aportaciones individuales.

La mayoría somos conscientes de que para llevar a cabo un proyecto empresarial, para conseguir alcanzar los objetivos establecidos o deseados, no es suficiente con disponer de un estudiado y diseñado plan estratégico, ni siquiera de los medios tecnológicos más avanzados. El buen funcionamiento de la organización de las personas precede al buen funcionamiento de los procesos de la empresa. Son las personas las responsables de implementar los planes diseñados y de hacer un buen uso de los recursos materiales disponibles. Son las personas las que intencionalmente ponen a disposición de la empresa su conocimiento y experiencia, las que deciden colaborar y comprometerse en la ejecución de las acciones requeridas, y en definitiva, generar un valor diferencial a la organización.

Si esto es así, por lo menos así yo lo creo, ¿cuál es la razón por la que la gestión de las personas no supone una prioridad dentro de las empresas?. ¿Por qué en momentos de dificultad el primer aspecto reducido o, incluso eliminado, en la partida presupuestaría es el destinado al desarrollo y cuidado de las personas?

Os invito a observar y analizar en organizaciones próximas cuáles son las políticas y actividades dirigidas al estudio y desarrollo de las necesidades de las personas que trabajan en dicha empresa en los últimos tres años.

Lección 13: La importancia del factor humano

La globalización y el siglo XXI ya están en nuestras vidas y trabajos. Esta nueva

sociedad se caracteriza por una necesaria competitividad y apertura económica.

Pero también hay que tener en cuenta el factor humano dentro de una empresa,

pues éste es el capital intelectual y productivo del negocio.

Por ello es fundamental que la gerencia tenga conciencia de la importancia que

tiene el factor humano que, de alguna manera, determina el clima de trabajo que

existe en una oficina, y que constituye la personalidad de una organización. No hay

que olvidar que el clima laboral también se compone por las políticas de la

dirección, el estilo de liderazgo del patrón y los modos de comunicación al interior

de la empresa.

Es necesario mantener a los empleados contentos, satisfechos y que se sientan

parte de un equipo. Esto se puede lograr por medio de educación, de retribuciones,

de permisos, facilidades pero, sobre todo, que se sientan identificados con la

compañía y con los objetivos que ésta persigue.

Si se tiene en cuenta que las personas trabajan en promedio doscientas horas

mensuales, cabe preguntarse: ¿cuántas horas realmente se trabajan? Es aquí

donde influye el factor humano, si tenemos a empleados contentos y satisfechos, se

logrará alcanzar el mejor nivel que ellos tienen; y a la larga, es una inversión para

obtener un mejor rendimiento.

La ecuación es sencilla: si el cliente interno está contento hará su trabajo a gusto, y

bien. Por consiguiente, el cliente externo estará contento y, como la empresa dará

ganancias, al final de este círculo virtuoso, su dirección estará feliz también.

Sin duda, las gerencias de este siglo se tienen que desempeñar en pro del factor

humano, además de buscar una cohesión de grupo y utilizar todas las herramientas

necesarias, como el coaching y el team building. Si se tiene en mente que el papel

de cada persona en las organizaciones incide en cada una de las áreas de las

empresas, hay que tener cuidado con los cambios que se puedan dar dentro de las

...

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