JAPÓN EJEMPLO DE SUPERACIÓN

La perseverancia lleva a la grandeza al ser humano, ubicándolo en un puesto elevado en relación con los demás. Los problemas no deben ser vistos como un impedimento y el hombre no debe verse derrotado, más bien debe demostrar su poder, al levantarse con mayor fuerza de la que ha caído, aumentando cada vez el tamaño de sus aspiraciones y volviéndose un ejemplo de admiración y respeto.

Japón, perseverancia, grandeza y estrategia representa su nombre, esta región tiene una cultura que ha sufrido cambios esenciales desde sus inicios. Batallas ganadas y perdidas que significan una parte importante en la historia del mismo, que lo ha ido formando hasta lo que hoy en día se la conoce como la tercera potencia mundial. La recuperación que tuvo Japón posterior a múltiples sucesos nos demuestra como la organización, lucha y estrategia pueden sacar adelante a un país.

Desde sus inicios, la ubicación geográfica no le permitía tener contacto con otras civilizaciones, mas su desarrollo no se detuvo, mediante navegaciones Japón se dio a conocer y a pesar del peligro de pasar a formar parte de China y otros imperios en busca de la expansión de sus territorios, se mantuvo firme y comenzó a consolidarse como nación, la cual posteriormente tendría una gran y larga historia llena de cultura y desarrollo. Uno de los golpes que sufrió la nación nipona fue durante la Segunda Guerra Mundial, la misma que se encargó de arrebatarle todo cuanto había ganado en guerras anteriores como la ruso-japonesa, chino-japonesa y la Primera Guerra Mundial.

Hiroshima, una gran ciudad ubicada al oeste de Japón, durante la Segunda Gran Guerra, la incertidumbre de no ser atacados obligaba a los ciudadanos a evacuar la ciudad en la noche y regresar en la mañana para retomar sus actividades cotidianas, estas evacuaciones que dejaron de ser practicadas. La mañana del 6 de agosto de 1945, cae en Hiroshima una bomba, destruyendo la ciudad e iniciando también incendios que se encargaría de consumir lo poco rescatable. Posteriormente el día 9 del mismo mes, una segunda bomba caía en Nagasaki, ubicada al sur de Japón, causando la misma destrucción.

Con los bombardeos a Hiroshima y Nagasaki, el país se vio destruido en el aspecto físico, económico, social e incluso emocional, aunque cabe resaltar que varias vidas pudieron ser salvadas gracias a planes de evacuación que se venían practicando con anterioridad. La nación estaba devastada y con una moral muy baja, posterior al ataque Japón se rindió ante Estados Unidos, estaban conscientes de que la victoria del enemigo era debido a la fortaleza por al que se caracterizaba, la calidad.

El gobierno de Japón decidió empezar desde cero, necesitaban la reconstrucción de la nación, para esto necesitaban recursos. Valiéndose principalmente de ingresos económicos otorgados por pequeños puestos comerciales y la agricultura de pueblos completamente alejados de las grandes ciudades, el gobierno se encargó de mantener viva a la población y se centró en reconstruir las grandes industrias, que hasta el momento tenían una reputación de crear productos de mala calidad.

La nación nipona solicito a un experto en la calidad, Edward Deming, este estadístico aportó con múltiples charlas sobre el control estadístico de la calidad, dentro de estas hablaba sobre los Catorce Puntos y Siete Enfermedades de Gerencia. Con dichas pistas de como reconstruir sus empresas, ciudades y por consiguiente la nación, el crecimiento económico milagroso de Japón inició. Luego de dos décadas, su capital había crecido más rápido que otros países de renombre, comenzó la consolidación como una potencia mundial y sus empresas eran reconocidas por la calidad de sus productos, entre

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