JUVENTUD

JUVENTUD

“Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y les faltan al respeto a sus maestros” Sócrates.

La juventud es una de las etapas más importante y hermosa por la que atraviesa el ser humano. Durante esta, los jóvenes experimentamos vivencias que nos marcarán para siempre dejando una huella imborrable al conformar nuestra personalidad, pues es en esta etapa donde comenzamos a determinar qué es aquello que nos llama la atención: desde escoger un par de zapatos o ropa hasta conformar un criterio de conducta que nos permita determinar un estilo propio de ser, que es el que realmente va a determinar una base para nuestro futuro, permitiéndonos saber qué es lo que queremos hacer de nuestra vida.

Pero por desgracia, hoy en día, los jóvenes estamos viviendo con una total “carencia de valores”; pareciera que estos han desaparecido por completo de nuestras vidas. Hemos olvidado todo aquello que, hace algunos años, caracterizaba a una persona ejemplar: el respeto a nuestros padres, a los maestros, a las personas mayores, a quienes nos rodearán; la responsabilidad en todos nuestros roles: como hijos, como hermanos, como alumnos, como ciudadanos de nuestra Patria; el amor a nuestro prójimo y a nosotros mismos; la justicia, la honestidad, la puntualidad y hasta la limpieza, por mencionar algunos.

Triste realidad es esta, y sin embargo, como jóvenes poco nos preocupa, ya que para la gran mayoría los valores no significan nada en nuestras vidas, sino por el contrario, aquellos que tratan de ponerlos en práctica los catalogamos como “anticuados”, todo el mundo los critica e incluso sufren el rechazo de quienes les rodean, cuando debiera ser todo lo contrario, pues son un gran ejemplo a seguir.

Por desgracia, el mundo en el que nos ha tocado vivir avanza a pasos agigantados en lo que a ciencia y tecnología se refiere, sin embargo, nuestro crecimiento como “seres humanos” cada día deja más que desear. Hoy en día, los jóvenes vivimos bombardeados por una serie de antivalores que llegan a nosotros a través de los diferentes medios de comunicación, estos influyen de tal manera en nosotros, que olvidamos con facilidad lo mucho o poco que se nos enseñó en nuestros hogares, así como lo que en las escuelas se pretende reforzar: respeto, responsabilidad, orden…y es que actuamos como si ahora rentáramos los valores, es decir, hoy si soy honesto o hasta este día lo soy (porque así conviene a mis intereses) y mañana ya no; cumplo con mis responsabilidades siempre y cuando se me dé algo a cambio: una calificación, un trato preferencial, un premio…

Y esto no debe ser así. Debemos vivir los valores, ponerlos en práctica día con día, ya que estos son una de las llaves que nos conducirán al éxito, que nos abrirán las puertas adonde quiera que dirijamos nuestros pasos… que nos harán mejores seres humanos, que nos permitirán ser felices, que es finalmente lo que buscamos.

Los valores no solo están presentes entre los jóvenes, por lo tanto la pérdida de ellos tampoco es solo en los jóvenes, sino que si analizamos detenidamente esto se está dando también de manera generalizada en toda la sociedad, y como muestra basta un botón: es decir, hoy en día qué es lo que pasa si vemos a un anciano o una mujer embrazada parada en el autobús? por desgracia ahora nadie les cede el asiento, nadie tiene un poco de empatía con ellos y se pone a pensar cómo se sienten, en ocasiones hasta el contrario, los quitamos los aventamos y hasta les gritamos…

¿Qué es lo que está pasando? A qué se debe todo esto, el hecho de que seamos parte de una sociedad globalizada, no quiere decir que los antivalores vengan a ser parte de nuestra vida diaria. Pareciera que moralmente estamos retrocediendo, convirtiéndonos en cavernícolas sin valores. No podemos permitir que esto siga

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