LA FUENTE DE LA VERDADERA EDUCACIÓN
DouglasumanaApuntes20 de Marzo de 2019
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CAPÍTULO 1 LA FUENTE DE LA VERDADERA EDUCACIÓN
Este capítulo nos da una visión clara de la verdadera educación, el capítulo comienza mencionándonos el verdadero significado de la educación, este es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales, nos prepara para el gozo del servicio en este mundo y para un gozo superior proporcionado por un servicio más amplio en el mundo venidero. En la Biblia nosotros encontramos todos los tesoros de la sabiduría, porque las sagradas escrituras. En los tiempos aquellos había personajes muy influyentes, maestros, hombres con un espíritu investigador cuyas declaraciones han estimulado el pensamiento, y abierto la vista algunas situaciones de las cuales se requerían conocimiento. En este primer capítulo menciona que todo conocimiento y desarrollo tienen origen en el conocimiento de Dios, cualquier lugar donde nos dirijamos: al dominio físico, mental y espiritual; cualquier cosa que contemplemos, fuera de la marchitez del pecado, en todo vemos revelado este conocimiento. Ya sea cualquier ramo de investigación que emprendamos, con el sincero propósito de llegar a la verdad, nos pone en contacto con la inteligencia poderosa e invisible que obra en todas las cosas y por medio de ellas. La mente del hombre se pone en comunión con la mente de Dios cuando estamos al lado de él. Al principio de todo Dios creó al hombre a su imagen y a su semejanza con el propósito de que, cuanto más viviera, más plenamente revelara esa imagen más plenamente reflejara la gloria del Creador. Todas sus facultades eran susceptibles de desarrollo, capacidad y vigor debían aumentar continuamente. Pero con la llegada del pecado por consecuencia de la desobediencia del hombre el pecado está en nosotros y así las facultades divinas se debilitaron, capacidad mental disminuyó, quedamos sujetos al pecado, pero a pesar de todo Dios nos creó con un propósito especial para que nosotros llevemos almas a los pies de Jesús. El amor es la base de la creación y la redención es el fundamento de la verdadera educación. Lo anterior mencionado se observa muy claramente en la Ley que Dios no encomendó. El primero y grande mandamiento es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente”, esto significa que debemos amar a Dios por sobre todas las cosas, con todas nuestras facultades. Asimismo, la abnegación es la base de todo verdadero desarrollo, por medio del servicio abnegado llegamos a participar de la naturaleza divina, porque los recibimos en nuestro corazón. En conclusión, la verdadera educación es mejor que las piedras preciosas, la verdadera educación nos ayuda a comprender el propósito de Dios, de él es todo lo que nosotros podemos observar y no ver, a él se lo debemos todo, alabarlo es la mejor elección de nuestra vida.
CAPÍTULO 2 LA ESCUELA DEL EDÉN
Este capítulo nos da una visión muy precisa de la escuela en el edén, nos hace mención de la historia de la tierra que comenzó el Edén, esta era el aula, el libro de texto y Jesús era el maestro y los padres de la familia humana los alumnos. Al ser creados Adán y Eva Dios les dio todo tipo de capacidad ya que fueron creados a la imagen de Dios, además estaban dotados de dones mentales y espirituales superiores, fueron creados en una condición un poco menor que los ángeles. Al principio Adán y Eva estaban libres de pecado, dijo al hombre que podía comer de todo fruto, pero no del árbol del conocimiento de la ciencia del bien y del mal. Dios encomendó para que el hombre cuidase y labrase la tierra y la cuidare. La presencia y el nombre de Dios estaba escrito en toda la creación ya que la tierra clama a Dios como el verdadero creador. Al principio todo era perfecto, no había pecado, odio o envidia, cada detalle de la creación era perfecto, en aquellos tiempos la naturaleza, los misterios, el sonido, la luz del día y de la noche, toda la creación era el tema de estudio de la primera escuela en la tierra y el maravilloso maestro era nuestro Creador, el abría sus mentes, pensamiento, iluminaba sus facultades mentales y se regocijaban en Jesús. En conclusión, la creación de Dios es perfecta y maravillosa, el Edén era una representación de lo que Dios deseaba que fuera toda la tierra, su propósito es que nosotros adquiramos conocimiento y que lo podamos esparcir a todo el mundo todo lo que Dios hizo por nosotros.
CAPÍTULO 3 EL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL
Este capítulo nos da una visión acerca del conocimiento del bien y del mal, al principio de todo, en el Edén, aunque Adán y Eva fueron creados santos e inocentes Dios les dio el libre albedrío para que tengan la decisión de escoger para ver si ellos lo sirven por voluntad propia y con amor y lealtad. En medio del Edén se encontraba el árbol de la del bien y del mal del que Dios mandó que no comieran, solo podrían comer de los demás árboles, pero de este no ya que si ellos llegaban a comer del fruto de este árbol morirán, Dios no quería que el hombre y la mujer cometieran pecado probando del fruto del cual dijo que no comieran el Edén antes de que la mujer probara del fruto, se encontró con una serpiente que obviamente era Satanás que había entrado dentro de aquel reptil, y hablaba y le dijo a la mujer que comiera del fruto, pero la mujer por un momento dudó y le dijo que Dios le había mandado el no comer de este fruto, pero la serpiente era astuta y le convenció de que comiera del fruto y tendrás el conocimiento y sería igual a Dios, entonces la mujer vio que el fruto era deseable y codiciable de alcanzar la sabiduría, entonces tomó el fruto y comió de él y de la misma manera comió Adán el fruto y por la desobediencia se le abrieron los ojos, al pecar todas sus facultades mentales, espirituales se tornaron confusas y sintieron vergüenza de estar desnudos, entonces Dios buscó en el Edén a Adán y a Eva y cuando los encontró les dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer y comiste del árbol de que te mandé diciendo que no comieras de él, maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida, espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás. La Biblia nos relata el nacimiento del pecado, de la misma manera la redención. Aunque, por los signos evidentes de decadencia, la tierra da testimonio de la maldición que pesa sobre ella, es todavía hermosa y rica en señales del poder vivificador. En conclusión, dondequiera que nos encontremos, cual sea nuestra condición y situación por la que pasemos, Dios nos perdona y ama a pesar de todos nuestros pecados y errores, solo debemos consagrarnos a él, para así poder gozar de la paz verdadera que nos trae el estar en su presencia y a su lado.
CAPÍTULO 4 LA RELACIÓN DE LA EDUCACIÓN CON LA REDENCIÓN
Este capítulo nos da una visión clara de la relación de la educación con la redención, por la causa del pecado nosotros estamos separados de Dios, pero el sacrificio que sufrió Dios por nosotros permite que se reanude la comunión con Dios, aunque no podamos ver su rostro ni contemplarlo, está en nuestros corazones y al alabarlos tenemos una comunión especial con el mediante la oración y la lectura de su palabra. La vida y la muerte de Cristo es el precio de nuestra redención, todo lo hizo con un propósito especial de darnos salvación. La mejor elección que debemos hacer es alejarnos del pecado y seguir a Cristo, ya que el pecado no solo nos aparta de Dios, sino que destruye en el alma humana el deseo y la aptitud para conocerlo. La misión de Cristo consiste en deshacer toda esta obra del mal, solo él tiene el poder para fortalecer y restaurar las facultades del alma que han sido paralizadas por el pecado, que han oscurecido la mente, y que han pervertido la voluntad. Abre ante nosotros las riquezas del universo y nos imparte poder para discernir estos tesoros y apropiarnos de ellos. En la vida de todo ser humano se manifiesta el resultado de haber comido del árbol del conocimiento del bien y del mal. Hay en su naturaleza una inclinación hacia el mal, una fuerza que solo, sin ayuda, él no podría resistir. Para hacer frente a esa fuerza, para alcanzar el ideal que en lo más íntimo de su alma reconoce como única cosa digna, puede encontrar ayuda en un solo poder, ese poder es de Jesús. El presente capítulo nos hace mención de un verdadero maestro, el cual es el que tiene las características de satisfacer con un trabajo de calidad inferior, la de conformarse con dirigir a sus alumnos hacia un ideal más bajo que el más elevado que les sea posible alcanzar. Un verdadero maestro no puede contentarse con transmitirles únicamente conocimientos técnicos, con hacer de ellos meramente contadores expertos, artesanos hábiles o comerciantes de éxito. Los objetivos que tienen los verdaderos maestros son de inculcarles a sus alumnos los principios de verdad, obediencia, honor, integridad y pureza, principios que los conviertan en una fuerza positiva para la estabilidad y la elevación de la sociedad. En conclusión, el libro se hace mención de muchas virtudes y dones que tiene Dios, Él es nuestra luz, nuestro maestro, aunque nuestra naturaleza se incline al pecado como personas, debemos mantenernos firmes en nuestras creencias y seguir la voluntad de Dios para así poder ser luz en la oscuridad para las demás personas que no conocen el amor de Cristo.
CAPÍTULO 5 LA EDUCACIÓN DE ISRAEL
Este capítulo nos da una visión acerca de la educación de Israel, en aquellos tiempos el sistema de educación establecido en el Edén tenía por centro a la familia. En el plan divino de la educación, adaptado a la condición del ser humano después de la caída, Cristo figura como representante del Padre, como eslabón de unión entre Dios y la humanidad; él es el gran Maestro del ser humano, y dispuso que los hombres y mujeres fueran representantes suyos. En aquellos tiempos la familia era la escuela y los padres eran los maestros. La educación que tenía por centro la familia fue la que prevaleció en los días de los patriarcas. Dios proveyó, para las escuelas así establecidas, las condiciones más favorables para el desarrollo del carácter. Las personas que estaban bajo su dirección seguían el plan de vida que Dios había indicado al principio. Los que se separaron de Dios se edificaron ciudades y, congregados en ellas, se gloriaban del esplendor, el lujo y el vicio que hace de las ciudades de hoy el orgullo del mundo y su maldición. Pero los hombres que se aferraban a los principios de vida establecidos por Dios moraban en los campos y cerros. Cultivaban la tierra, cuidaban rebaños, y en su vida libre e independiente, llena de oportunidades para trabajar, estudiar y meditar, aprendían de Dios y enseñaban a sus hijos sus obras y caminos. En este capítulo de la misma manera nos hace mención de todas las bendiciones que Dios derramó sobre su pueblo, Dios demostró todo su amor mediante todas las bendiciones que le brindaba, los cuidaba, era el pueblo escogido por Él, hacía que el pueblo siguiera su voluntad. En aquellos tiempos respecto a la educación el construir el tabernáculo por medio de Cristo se había de cumplir el propósito simbolizado, asimismo la educación de los israelitas incluía todos sus hábitos de vida. Todo lo que se refería a su bienestar era objeto de la solicitud divina y estaba comprendido en la jurisdicción de la ley de Dios. Hasta en la provisión de alimento, Dios buscó su mayor bien. El maná con que los alimentaba en el desierto era de tal naturaleza que aumentaba su fuerza física, mental y moral. Aunque tantos se rebelaron contra la sobriedad de ese régimen alimentario, y desearon volver a los días cuando, según decían, “nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos”, la sabiduría de la elección de Dios para ellos se vindicó de un modo que no pudieron refutar. A pesar de las penurias de la vida del desierto, no había una persona débil en todas las tribus. En todos los viajes debía ir a la cabeza del pueblo el arca que contenía la ley de Dios que eran los diez mandamientos que Dios mismo había escrito con sus propias manos para que nosotros la guardemos y obedezcamos, en las leyes encomendadas a Israel fueron dadas instrucciones explícitas en cuanto a la educación. En conclusión, se ha aprendido acerca de la educación de Israel, pero lo más resaltante de todo este capítulo es que el estar al lado de Dios es la mejor elección que podemos hacer, ya que sin Dios nosotros no somos nada y nada podemos lograr si estamos alejados de Dios. Mantengámonos firmes y cerca de Dios.
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