LA GRAN NOVELA COSTUMBRISTA Y SINDICALISTA PORTEÑA PERUANA

LA GRAN NOVELA COSTUMBRISTA Y SINDICALISTA PORTEÑA PERUANA

Por Nicolás Hidrogo Navarro

Una de las cosas más mezquinas que puede existir en la literatura de algunos creadores noveles actuales, es alimentar la inexistencia de los autores olvidados en el parnaso preexistente. Las nuevas generaciones pretenden nacer matando y ninguneando a las generaciones anteriores sin haberlas leído ni conocer el proceso histórico mismo de la evolución y que en muchos casos son remedos y reiteraciones consabidas de los plagios inconscientes y las influencias pegoteadas en el subconsciente de los lectores. Ese síndrome se conoce como el “adánico”, creer que todo empieza con uno y que morirá de igual modo todo con uno: ese viejo proceso cíclico se repite como una constante de conflicto intergeneracional. No se puede criticar ni aquilatar un texto basado en títulos y subjetividades de opiniones de tercera mano. Para poder tener el fundamento y el correlato valorativo por graduaciones de intensidades en calidad de una obra literaria comparativa e intersubjetiva, es el texto el único sustrato estético válido. Sin lecturas no hay crítica ni valoración. Sin lecturas, sólo cacareamos en un corral para parecer el gallo más pintón y mandón. Sin lecturas, sólo somos una silvestre y unipersonal inspiración cansina y monocorde. Las lecturas variopintas amoldan el genio y el talento de cualquier escritor hasta sacarlo de su cáscara emblemática y de sus propios complejos de observarse obsesivamente el ombligo y estar mirándose al espejo narcisista.

Lambayeque no es muy pródiga en novelas literarias. Las que tenemos las podemos contar con los dedos de una mano. Sin embargo, las que existen, si de haber virtualmente un centenar de ellas, no se dejaría de hablar de “El daño” de Mario Camino Calderón, “Rastros sangrantes” de Andrés Díaz Núñez y “Puerto Cholo” de Mario Alberto Puga Imaña. Indudablemente una novela es una construcción metódica, lógica, estructural, concatenada, cerebral, disciplinada, con manejo de recursos técnicos y estilístico, estrategias de enganche a los lectores, edificación de un andamiaje de personajes en sus versiones prosopopéyicas y etopéyicas, basadas en un línea de tiempo secuencial o disrrupta o rayuelada y en un argumento subdivididos en múltiples cajas chinas y que demanda del lector una concentración, un conocimiento previo de la funcionalidad del engranaje y un sobreaviso sobre la planificación oculta muchas de la propuesta narratológica del autor.

“Puerto Cholo”, publicada en México inicialmente en 1955, constituye, contextual e históricamente el precedente de cualquier novela que pueda no estar publicada aún o que esté por escribirse en Lambayeque. No sólo por el carácter de la diacronía de los anales de la novelística, sino porque Puerto Cholo escrita en el pre-boom latinoamericano adelanta y supera la técnica tradicional del reflujo o el fluir lógico de exposición, conflictuación y desenlace, incorporando un nuevo ingrediente de recurso técnico como es el flash back, como estrategia de regresionar al pasado a escarbar acontecimientos de explicación, ensamble y empate con los nuevos hechos actuales y futuros del correlato de la novela, alternando con el tiempo presente del relato propiamente dicho en base a los racontos de los personajes.

Puerto Cholo resume el costumbrismo porteño norteño de Lambayeque. Es una novela que retrata la vida de pescadores, sus penurias y sus anhelos reivindicatorios. Demuestra una magistralidad descriptiva, capaz de sumergimos en el ambiente marino, comprender el drama de los desastres naturales propios de zonas porteñas y mirar el paisaje de playas con su famosos concursos de caballitos de totora.

Esta novela simboliza la maduración temática de un novelista como Mario Alberto Puga Imaña frente a una etapa donde el criollismo y el costumbrismo estaban afianzados en el mundo andino y capitalino. Con Puerto Cholo se llega a la cumbre de la novelística de Lambayeque y representa un hito que recorre las costumbres, tradiciones, vivencias, peripecias y aventuras de un Manuel Fiestas que simboliza el alma norteña y del peruano que sale en búsqueda de nuevos porvenires y muchas veces encuentra la desgracia personal. Además se retrata el carácter de la mujer norteña, su resignación y su actitud de pacientemente esperar al esposo de manera fiel. En la obra aparecen algunas costumbres como el consumo de chicha, la veneración religiosa, la amistad y el sentido de competencia y terquedad de los pescadores en su famoso concurso anual de caballitos de totora.

En esta novela su autor no sólo hace uso de técnicas narrativas innovadoras que luego se consolidarían en el boom latinoamericano en la década del 60-70, como el flash back y el fluir surrealista del personaje que con un raconto se trasporta a sus recuerdos para luego regresar al presente, a su realidad.

Puerto Cholo refleja ese sentido profundo de lambayecanidad, el alma norteña, la injusticia social porteña, los atisbos de sindicalismo y la vida apacible y bella que ocurre en todos los puertos del Perú.

Los hechos se dan a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando estaba el auge de la compañía ferrocarrilera en el Puerto Eten. Es una época de abusos de las compañías y surgen la conciencia de revueltas y huelgas como una manera de redistribuir la riqueza obtenida de la pesca y el transporte de azúcar y arroz hacia otros países desde Lambayeque.

La principal técnica empleada en la novela es el flash back, toda vez que cuando el personaje Manuel Fiestas se encuentra en su lecho de convalecencia, se trasporta a sus recuerdos de su pasado en Shanghái y San Francisco o cuando evoca su juventud en sus competiciones de los caballitos de totora o cuando enamoró a Jacinta, su esposa actual. El recurso recurrente en la novela es el Flash back: Cap. I.- Manuel Fiestas recuerda su infancia y juventud competitiva donde era todo un campeón de la competencia de caballitos de totora. Cap. II. Recuerda sus inicios de aventura en ultramar y cómo es que empieza a recorrido el mundo y las peripecias marinas que pasó. Cap. III. Manuel Fiestas se embarca en un buque de Guerra el Grau y la esposa espera pacientemente la llegada en este barco que se sabía navegaba Manuel Fiestas. Regresa a describir las aventuras que pasa Manuel Fiestas cuando deserta en un puerto de San Francisco. USA y tienen que tomar diversos trabajos por todo los 20 años que le tova vivir fuera de su tierra. IV. Recuerda las peleas con pretendientes de Jacinta que tuvo antes y durante la conquista. Se aprecia el espíritu jaranero de los pobladores porteños. Cap. V. Evoca su deserción del barco en San Francisco-EE.UU y al conocer a una nueva mujer que marcará su vida: Ruth.

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