LA IDENTIDAD Y MISIÓN DEL CATEQUISTA COORDINADOR
Mateo2109Tesis22 de Agosto de 2014
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TEMA 1:
LA IDENTIDAD Y MISIÓN DEL CATEQUISTA COORDINADOR
A EJEMPLO DE JESUCRISTO, BUEN PASTOR.
OBJETIVO: Clarificar la identidad y misión del catequista coordinador, dentro del servicio catequético, para que conociendo las características básicas de su función, la realice a ejemplo de Jesús Buen Pastor.
CANTO: INCIENSO DE DIOS.
Hemos entrado, al servicio de una vida,
De rectitud, pureza y santidad,
Para estar consagrados a Dios,
Como su Pueblo escogido.
SOMOS INCIENSO, QUE SE QUEMA
ANTE EL TRONO, DE NUESTRO DIOS
EN ADORACIÓN. ANTE TU PRESENCIA,
SEÑOR, VENIMOS HOY, A OFRECERTE,
TODAS NUESTRAS VIDAS.
El amor del Señor, gobierna nuestras vidas
No tenemos razón, porqué desfallecer,
Si es Cristo quien nos sostiene,
Llenándonos de su Espíritu.
ORAMOS:
Proclamación del Salmo 23 a dos coros y finalizamos con la siguiente oración:
“Padre amoroso, te agradezco la confianza que me has mostrado al confiar a mi cuidado el servicio de coordinar a mis hermanos. Gracias, por que junto con el llamado, me das tu gracia para poderlo desarrollar en armonía con tu santa voluntad. Te pido que renueves y fortalezcas mi amor a la Iglesia, que mi servicio esté en armonía con los otros servicios apostólicos para que juntos podamos construir tu Reino en nuestro mundo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor”. Amén.
INTRODUCCIÓN: Como propuesta para este tema, el momento “VER MI VIDA”, será después de la introducción, para ayudarnos con el tema.
Todos los catequistas comparten una misma misión, sin embargo, la desarrollan de diferente manera, entre los diferentes servicios que se pueden desarrollar en la catequesis, podemos citar los siguientes:
LOS CATEQUETAS:
Su labor es muy importante, pues su aporte es:
La investigación catequética.
La elaboración de materiales.
La formación de los catequistas.
LOS CATEQUISTAS:
Son los que facilitan la catequesis en acto. Son los que impulsan la acción catequística en las diversas comunidades. Se pueden clasificar en varias categorías. La ventaja en hacer una clasificación está en:
Delimitar las competencias de los catequistas.
Diferenciar su formación y
Proporcionar un marco referencial a su formación permanente.
La clasificación, que ahora presentamos, tiene en cuenta las cualidades, la preparación y la disponibilidad de los catequistas:
a) Catequistas que se inician o catequistas auxiliares.
Son aquellos catequistas, que han recibido un mínimo de formación, pues están en la etapa inicial y se les encomienda una tarea específica y limitada en las sesiones. Ellos trabajan con un catequista de más experiencia en la preparación, realización y evaluación de las catequesis.
b) Catequistas de base o de grupo.
A este nivel pueden llegar los catequistas de nivel básico que hayan realizado un buen tiempo de trabajo en la catequesis y que en dicho trabajo hayan manifestado buenas condiciones para ejercer el ministerio de la catequesis. Están a cargo de un grupo y están insertos en los procesos de formación propios de la parroquia y de la diócesis.
c) Catequistas coordinadores.
Son los catequistas que desempeñan servicios de coordinación y comunicación en la organización parroquial, de foranía, zonal o diocesana.
d) Catequistas formadores.
Sus principales cometidos son:
Ser responsables de la formación permanente de los catequistas en general.
Elaborar creativamente, el material catequístico propio de la formación de catequistas.
Como podemos ver el CATEQUISTA COORDINADOR tiene un papel muy importante, ya que la catequesis, sin una buena coordinación, corre el peligro de volverse un caos.
Además, su servicio es muy versátil, pues muchas veces además de ser coordinador, es al mismo tiempo catequista de base, y en no pocas ocasiones, asume también la tarea del catequista formador. Los coordinadores, realizan una función de bisagra o gozne, entre las diferentes funciones que puede desarrollar un catequista.
Ante esta situación, el catequista coordinador, debe velar, para su servicio esté en armonía con los diferentes niveles de catequistas. Su aportación, se ubica, al interior de todo el ministerio catequístico de la comunidad, dentro de la pastoral profética, que junto con la litúrgica y social desarrollan la pastoral evangelizadora de la Iglesia.
VEO MI VIDA:
Organizamos a los catequistas coordinadores en grupos, dependiendo el número de participantes.
Entregamos el material: Un papelógrafo, marcadores y cinta.
Les pedimos que dibujen a un coordinador ideal, y alrededor escriban las características, cualidades, virtudes, etc. (perfil), que debe tener.
Plenario.
ILUMINAR CON LA PALABRA DE DIOS.
Se proclama la lectura de Jn 10, 1 – 16, y se guarda un momento de silencio.
1.- EL PERFIL DEL CATEQUISTA.
Dadas las exigencias actuales de la catequesis, se siente la necesidad de coordinadores con personalidades convincentes y significativas, desde el punto de vista humano y creyente. Más que por sus capacidades operativas o intelectuales, el catequista coordinador, se cualifica hoy sobre todo por su “ser”, por su “espiritualidad”. Algunos rasgos específicos del catequista coordinador:
1. Profunda vida interior. Debe ser una persona con una profunda vida interior, que reconoce el valor de la oración, y que ama profundamente a Jesucristo y a su Iglesia. Este amor forzosamente se reflejará en su trabajo de catequesis, al mantener una relación personal con Jesucristo.
2. Atento a los signos de los tiempos. El catequista coordinador, debe estar atento a los grandes acontecimientos sociales (Cfr. DA 33 – 97). Está llamado a hacer un sano balance de la situación de la Iglesia en esta hora de desafíos, a aceptar los momentos de luz y de sombra que se tienen, y ayudar a sus hermanos catequistas a ver cada una de estas realidades como posibilidad de encarnar el Evangelio.
3. Compromiso eclesial. Es importante desarrollar una actitud eclesial de corresponsabilidad, que le permita saber trabajar junto a los otros, y dejar trabajar a los otros, “están llamados a vivir unidos, alimentarse del Pan de la Palabra y de la Eucaristía, y presentar junto al Padre bueno del Cielo, su acción de gracias y sus peticiones a través de la oración, juntos como familia en la Iglesia, hogar de comunión” (DA 158).
4. Agente de comunión. “El discípulo de Cristo, el que peregrina por las latitudes del mundo creado por Dios para todos nosotros, ha de recordar siempre que la comunión y la misión están profundamente unidas entre sí. La comunión es misionera y la misión es para la comunión” (DA 163). Es la prioridad de nuestro Plan Diocesano.
5. Capacidad de diálogo y comunicación. Buscará ser promotor de comunicación de la fe: entre los catequistas, entre los miembros del grupo, entre la fe de la comunidad y la tradición cristiana, entre la comunidad y la más amplia realidad eclesial. Deberá demostrar familiaridad con las técnicas y lenguajes de la comunicación, con especial atención a la comunicación de las experiencias de fe (DGC 235; CAL 131).
6. Capacidad de organización. Una de las funciones principales, consiste en coordinar y animar todas las actividades catequísticas. Para impulsar y mejorar la acción catequística, deberá favorecer la integración del equipo, motivar a la formación, al estudio, convocar a reuniones, cursos, encuentros de oración y colaborar en los proyectos e iniciativas para integrar a la comunidad, en torno a la Palabra de Dios y la vida parroquial.
6. La superación integral. Su formación debe equilibrar la capacitación intelectual con la experiencia real. Debe procurarse siempre el equilibrio en los cuatro sectores esenciales de la formación del catequista: Formación doctrinal, Formación espiritual, Formación metodológica, Formación humana.
2.- MODELO, JESÚS EL BUEN PASTOR.
El catequista coordinador, tiene la misión de conducir a un grupo de personas que tiene a su responsabilidad. Para realizar esta tarea, toma como modelo a Jesús, cuyas características, le pueden ayudar para desempeñar esta misión. Las características del catequista coordinador, que podemos tomar de Jesús, tanto de su vida, como de sus palabras son las siguientes:
1. La misericordia.
Jesús conoce a todas y cada una de sus ovejas, teniendo en cuenta sus realidades personales, valores y sus miserias; las comprende y las disculpa, las perdona y las salva (Jn 10, 4.7.11).
2. El amor.
La forma de relacionarse de Jesús es personal, de respeto a su proceso de crecimiento, de ternura. Jesús les infunde confianza, no temor. La medida de este amor es dar la vida por sus ovejas: “Nadie tiene mayor amor, que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15, 13).
3. Compromiso.
En Jesús hay una absoluta coherencia entre sus palabras y sus acciones que se traducen en: solicitad, acercamiento, servicio incansable, acompañamiento. Permanece
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