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LA TOMA DE DECISIONES EN ORGANIZACIONES PARTICIPATIVAS


Enviado por   •  25 de Mayo de 2014  •  3.091 Palabras (13 Páginas)  •  278 Visitas

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LA TOMA DE DECISIONES EN ORGANIZACIONES PARTICIPATIVAS

Trabajo premiado en el Tercer Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos realizado por la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo

Por Natalia Castagnet Lacuesta - Publicado en Noviembre 2004

Este trabajo fue Mención del Tercer Congreso

ÁREA TEÓRICO-PRÁCTICA: TRABAJO SOCIAL.

EJE: LAS INSTITUCIONES Y SUS DEVENIRES.

Autor: Lic. Natalia Castagnet Lacuesta

LA TOMA DE DECISIONES EN ORGANIZACIONES PARTICIPATIVAS

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo intento conocer qué características adoptan los procesos decisorios colectivos en la época actual, abordándolos desde el análisis de las organizaciones y centrándome en un tipo particular de organizaciones que llamaré participativas. En el mismo presento parte de las concusiones a las que he llegado en el marco de trabajos anteriores.

Defino como participativas a aquellas organizaciones cuya estructura está diseñada con vistas a asegurar la más amplia participación de sus integrantes en la toma de decisiones, y en las que ésta se constituye no sólo como medio sino también como fin o como valor. Considero a las mismas como espacios de construcción de salud mental y promoción de derechos humanos.

El trabajo se desarrolla en el plano de una aproximación teórica al tema desde distintas vertientes: las teorías de organizaciones, las teorías de la decisión, y las teorías políticas, estas últimas en el entendido que no se puede reducir el análisis organizacional a la mera organización. Esto se complementa con el estudio descriptivo de algunas organizaciones participativas que sirvan como referencia a la reflexión, como forma de no perder contacto con la dimensión concreta de la intervención profesional.

CONTEXTUALIZACIÓN

En el paso del siglo XX se ha ido produciendo un cambio en el curso del pensamiento que se ha dado en llamar posmodernidad[1], caracterizada por el debilitamiento de las posturas políticas e ideológicas, la contracción de objetivos universales y la retracción de acciones colectivas estables.

El pensamiento moderno en relación a la toma colectiva de decisiones se origina, como fundamenté en un trabajo anterior[2], en la creencia de que el ser humano es por naturaleza incapaz de tener actitudes solidarias, de que tiene que existir alguien en una posición de externalidad que decida qué es lo mejor para todos. Como este ser superior que defina qué es lo mejor para todos y cómo se logra debe ser de este mundo, tiene que ser alguien con una mayor capacidad natural, alguien que sabe. El poder se legitima en una capacidad especial: no hay aprendizaje, no hay dominación.

El imaginario político del Estado moderno se define, de acuerdo con Castoriadis[3], por: sistemas políticos basados en la representación, considerando la democracia directa como imposible desde el punto de vista empírico; profesionalización de la política, donde la ley es fabricada y aplicada por especialistas y desconocida para el común de los ciudadanos, Estado centralizado, burocrático y omnipotente, separado de la sociedad y dominándola, visualizado como ajeno; separación de poderes como forma de ocultar el poder del gobierno y el poder de los partidos.

Vemos entonces una primer dificultad estructural a nivel simbólico y material en crear otras modalidades de relación, o formas organizativas en las que sea deseable y posible una toma participativa de decisiones.

CONCEPTUALIZACIÓN

La sociología de las organizaciones deja de manifiesto que existen procesos y dinámicas comunes en organizaciones con características diferentes. La organización es el espacio que hace posible a la vez que limita la acción humana, la acción colectiva, la realización de determinados objetivos. Es una entidad inacabada, dinámica, y, por tanto en permanente construcción. La toma de decisiones en este marco constituye un proceso de lucha, de conflicto, que se renueva, se elabora o se afirma en cada momento.

Existen diferentes teorías sobre la toma de decisiones y distintas definiciones de decisión, de las cuales tomaré dos perspectivas diferentes que pueden resultar complementarias a los efectos del análisis. Por un lado la de un autor que da una visión de globalidad al considerar la decisión como un proceso diluido en la totalidad de la sociedad (Lucien Sfez: Crítica de la decisión (1984)), y por otro un autor que estudia la decisión en su especificidad (Niklas Luhmann: Organización y decisión (1997)).

Sfez refuta la noción de la decisión identificable como tal, claramente definida en cuanto a cuándo se tomó y por quién, esquema tradicional que fragmenta los actos de concepción, deliberación, decisión y ejecución, en donde el pensamiento precede a la acción y se privilegia el momento de la elección. Considera la decisión como un "proceso complejo de interacciones entre diferentes subsistemas"[4], donde existe la multicausalidad, multirracionalidad, tomada por agentes limitados por su lugar en el sistema mucho más que por las cualidades personales de los sujetos, y en el marco de determinados fines y valores, que son sociales y también son objeto de decisión.

Lo que hace Niklas Luhmann, a diferencia de Sfez, es abstraer la decisión de todas las cosas relacionadas con ella, y de esta forma, de todas las variables organizacionales, de todas las demás decisiones que influyen en ella. Sólo implica lo que es evidente como tal o lo que se ha reconstruido como decisión[5]. Existe una valoración entre diferentes alternativas y la decisión consiste en la elección de una, si bien implica una relación entre decisiones.

Una perspectiva que asume Luhmann es tratar la racionalización y democratización como exigencias actuales que afrontan las organizaciones. La racionalización está referida a la "dimensión real" de las decisiones[6]. La adopción de decisiones es una exigencia, y éstas deben tener una justificación de acuerdo a criterios racionales. Esto aumenta la complejidad de la organización, por tanto "la racionalización es un proceso de crecimiento"[7]. Pero el crecimiento crea también un aumento de los problemas de decisión, los que se resuelven por ejemplo mediante la rutinización de las decisiones. La racionalización significa también "un

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