LA VENEZUELA QUE ENCONTRO CHAVEZ
numaleonestrada13 de Octubre de 2011
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LA VENEZUELA QUE ENCONTRÓ CHÁVEZ
Es habitual oir, por ejemplo, que ha sido ahora y como consecuencia de la revolución cuando en Caracas se ha desatado la violencia y la inseguridad. Sin embargo, un informe de Human Rights Watch sobre Venezuela en el año 1998 ya denunciaba que en Caracas se daba una media de treinta asesinatos cada fin de semana y que tan sólo en el primer trimestre de ese año, fueron asesinadas un total de 376 personas con armas de fuego y armas blancas, en el área metropolitana de Caracas.
Esa era la situación de Caracas antes de la revolución bolivariana, pero ahora muchos se empeñan en decir al mundo que ha sido ésta quien ha traído violencia e inseguridad.
En el campo económico ocurre lo mismo.
Se trata de trasladar a la opinión pública de aquel país y a la de todo el planeta que experiencias como la venezolana sólo implican caos y hundimiento de la economía.
Es obviamente cierto que la economía de Venezuela tiene graves problemas, que se enfrenta a dificultades extraordinarias para sacar adelante políticas de bienestar que tantas veces se le han negado a su pueblo.
Pero, ¿realmente está hundida la economía?, ¿es cierto que ha sido el régimen de Chávez, la revolución bolivariana, quien ha traído consigo el deterioro tan imponente que denuncia la oposición y los medios de comunicación que les sirven de voceros?
En nuestra opinión, hay varios hechos evidentes que muestran a las claras la demagogia y la falsedad en la que se basan estos alegatos.
Para tratar de contemplar las cosas de la manera más fiel podemos recurrir a algunos datos.
Es verdad que la inflación en Venezuela es hoy día elevadísima pero no se puede olvidar que en el periodo 1989-1998 los precios crecieron a una tasa promedio anual del 53%. Mientras que en el primer periodo del gobierno de Chávez que podemos fijar hasta el golpe y posterior huelga petrolera, la tasa media anual fue del 23%. Se pueden ver las cosas como se quieran, pero el hecho es que Chávez logró contener la desbocada inflación que se había producido en el periodo político anterior.
También se critica la evolución de la cotización de la moneda nacional. Pero los datos en este sentido también son testarudos, como siempre. En el periodo 1983-1998 la devaluación promedio anual fue del 795%. En el periodo 1998-2003 del 40,9%.
Otros datos, que seguramente son mucho más indicativos para la inmensa mayoría de las personas, muestran efectos también distintos a los que se quiere hacer creer.
En el año 1995, el gasto social en relación con el PIB se situaba alrededor del 7,6%. En 2000 ya subió al 11,3%. En dólares de 1997, el gasto social per cápita en 1995 fue de 287$ y en 2001 de 402$.
El gasto público en salud, como en general todo el social, había bajado a mitad de la década en relación con el que había en 1990. Eso sí supuso un verdadero hundimiento. Pero a partir de 1999 comenzó también a subir y a superar los índices anteriores.
El porcentaje de gasto sobre el PIB dedicado a educación prácticamente se había duplicado a finales de 2001 en relación con el que había en 1995. El presupuesto dedicado a la educación en 1999 fue 2,9% del PIB y en 2001 se elevó a 6,4%.
Eso permitió, entre otras cosas, escolarizar a más 1,5 millones de niños y jóvenes y alfabetizar al mismo número de adultos.
La misma cantidad de personas ha tenido acceso, por primera vez, a agua potable.
En los diez años anteriores a la llegada de Chávez se habían construido con dinero público unas 65.000 viviendas y sólo de 1999 a 2002 se crearon 92.000.
El incremento del gasto sanitario y social tuvo un efecto realmente impresionante en los primeros años sobre la mortalidad infantil que se redujo en casi seis puntos en relación con la que había en 1995. Sólo hasta finales de 2001 1.150.000 niños hayan sido inmunizados de manera gratuita en hospitales y centros asistenciales.
En 1999 había 194 médicos por cada 100.000 habitantes y a finales de 2001 ya había 236.
Ya en 2002 se había reducido el porcentaje de personas cuyo ingreso estaba por debajo del ingreso medio per cápita del 70,8% en 1997 al 68,7%.
Bajar esos niveles tan dramáticos requiere un esfuerzo ingente pero el gobierno de Chávez lo logró, si nos atenemos a la realidad de los hechos.
Desde luego que se trataba de una reducción limitada, lenta y dificultosa. Pero compare el lector esos resultados con los que ha obtenido George W. Bush en el país más rico del mundo: en los tres años de su mandato ha aumentado continuamente el número de pobres en Estados Unidos. Sólo en 2003 hubo 1,3 millones más de pobres.
Mientras que en Venezuela no ha dejado de aumentar, a pesar de todas las dificultades, la atención sanitaria a la población más pobre, 1,4 millones de personas se quedaron en Estados Unidos sin atención médica solamente en el año 2003. Pero la inmensa mayoría de los que critican al gobierno de Chávez no osan denunciar, sin embargo, la repugnante política social y económica del petrolero estadounidense que sí que ocasiona mucho más daño a sus propios compatriotas.
También el gobierno de Chávez comenzó a disminuir la vergonzosa concentración de la riqueza que se había generado en Venezuela. Así, en 1997 el 30% de los hogares más ricos disfrutaban del 61,3% de la riqueza y en 2002 ese porcentaje, más bien como resultado de ayudar por abajo que de quitar por arriba, se había reducido al 60,8%.
También se oye a menudo decir que Chávez ha destruido a la clase media venezolana. Muchos estudios, sin embargo, muestran que el deterioro de las clases medias (algo que no deja de ser un eufemismo en un país donde hay un 70% de personas bajo el umbral estadístico de la pobreza), comenzó mucho antes. Así, Patricia Márquez y Ramón Piñango afirman que entre 1975 y 1997 la clase media venezolana se redujo del 56,9% al 31,3%.
Cuando se habla de la situación de la economía venezolana es inexcusable referirse a la situación de los ingresos petroleros pues representan la principal renta con la que ese país puede hacer frente a sus necesidades.
Pues bien, si hay una historia de corruptelas, de externalizaciones y de saqueos que ha hundido a un país es la de la industria petrolera venezolana. Por un lado, porque los dirigentes políticos de sus viejos regímenes nunca supieron dejar de "sembrar petróleo" para lograr convertir su renta en fuente de desarrollo endógeno, sostenible, equitativo y equilibrado. Por otro, porque utilizaron el petróleo para hacer negocios privados que, en su inmensa mayor parte, nunca revirtieron como debía ser en el pueblo venezolano.
Tal era el tipo de malas prácticas que desarrollaban los dirigentes de la industria petrolera que, ya en 2001, resultaba que PDVSA obtenía, por ejemplo, casi la mitad de ingresos que Chevron a pesar de que comercializaba casi un millón de barriles diarios más.
La causa de eso era que, para privatizar ingresos o colocarlos fuera del país, o sencillamente para despilfarrarlos, se abultaban los costes operativos de la empresa petrolera que llegaban a ser abrumadora y sorprendentemente mucho más elevados que los de otras multinacionales, a pesar de que estas operaban en medio mundo y no sólo en un país.
Hundir la economía de un país es provocar, por ejemplo, que el ingreso petrolero por persona cayera de 310$ en 1994 a 225$ en 1998. O que entre 1990 y 1998 la producción petrolera aumentara un 50% y, a diferencia de lo que ocurre en cualquier industria, los costes se elevaran un 175%.
En definitiva, antes de hablar de lo que ha ocurrido con la economía venezolana en la etapa de Chávez debería ponerse sobre el tapete lo que había ocurrido antes.
¿Cómo puede decirse que Chávez ha hundido la economía cuando la que se encontró era un verdadero desastre desde el punto de vista del equilibrio macroeconómico y del bienestar social?
Algunos datos adicionales terminan por perfilar este panorama.
Al llegar Chávez al poder la economía tenía un crecimiento negativo del -7% y ya en 2001 se logró un crecimiento del 2,7%. Durante los años 90 el PIB por persona tuvo un crecimiento del 0%. Los registros actuales son y serán sin duda mucho mejores.
Las exportaciones no petroleras para el año de 1998 fueron de 263 millones de dólares y en el año 2001 se alcanzaron los 435 millones de dólares, lo que demostraba que aumentaba la productividad del país en sectores capaces de generar desarrollo endógeno y menos dependiente.
A finales de 2001 las reservas internacionales eran de unos 20.000 millones dólares, casi 6.000 millones más que las que había al empezar 1999.
El 70% de los puestos de trabajo creados de 1990 a 1998 lo fueron en el sector informal. En 1980 había 1,85 millones de trabajadores en el sector informal y en 2000, 4,7 millones. Pese a ello, se acusa al gobierno de Chávez de crear puestos de trabajo sólo en este sector. ¡Como si ese fenómeno no se hubiese dado antes!
Y en el plano social la Venezuela que se encontraba el gobierno de Chávez presentaba indicadores tan dramáticos como los siguientes:
- Sólo el 25% de los trabajadores cotizantes a la seguridad social.
- 20% de hogares sin ingreso fijo.
- 20% de enfermedades
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