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LA VIOLENCIA SEXUAL UNA PESAADILLA EN LAS VICTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2013  •  2.139 Palabras (9 Páginas)  •  503 Visitas

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“La violencia sexual, una pesadilla permanente en la victimas del conflicto armado Colombiano”…

Que son los delitos sexuales se preguntaran mucho? Según mi concepto y mi experiencia de mi campo laboral como empleado de un ente de investigación como es la Fiscalía es una expresión generalmente empleada para referirse a acciones que afectan a personas de cualquier edad y sexo, contra su consentimiento y que perturban su desarrollo sexual.

Teniendo en cuenta este concepto, quiero hablarles de un arma utilizada en el Conflicto armado, la cual es una pesadilla que ronda en la memoria colectiva de la sociedad la cual se ha visto fuertemente afectada a través del paso de la historia, ya sea por la variación de las costumbres y la adopción de nuevas culturas o simplemente por el conflicto, pero no solo el tipo de violencia armada destruye la memoria, hay otros tipos de abusos y formas de dañarla que han sido utilizadas por los actores armados como instrumento de terror y de guerra; una de ellas es el abuso y el acoso sexual contra las mujeres y niñas del país.

El conflicto armado colombiano, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y fuerzas armadas del gobierno, se ha cebado particularmente en la población civil, y especialmente en las mujeres y niñas, en forma de violencia sexual. Considerada como crimen contra la humanidad, la violencia sexual ha sido una de las violaciones más graves de derechos humanos y derecho internacional humanitario a lo largo de todo el conflicto y ha permanecido invisible tanto dentro como fuera de Colombia. En el curso de los cerca de 50 años del conflicto armado colombiano, la violencia sexual es empleada como arma de guerra por todos los grupos armados (fuerzas militares del Estado, paramilitares y grupos guerrilleros). El objetivo es sembrar el terror en las comunidades usando a las mujeres para conseguir sus fines militares. El uso de esta violencia, lejos de ser esporádico, se ha convertido en una práctica sistemática y generalizada que ha pasado a formar parte integral del conflicto armado. A pesar de ello, la impunidad que reina en el país frente a este delito ha convertido a la mujer colombiana en víctima oculta de este conflicto.

En los últimos años, tanto académicas y académicos como activistas han mostrado que los crímenes de guerra contra las mujeres no son una mera casualidad o la consecuencia indirecta de un conflicto armado. Por el contrario, las mujeres y las niñas son intencionalmente identificadas como objetivo de guerra, para luego ser sometidas a un sin número de formas de abuso sexual. Quienes estudian estos fenómenos Psicólogos y Juristas, señalan que la violencia sexual contra mujeres y niñas en conflictos armados persigue, por una parte, desmoralizar o destruir al enemigo y de otro lado, entretener o recompensar a los combatientes. Pese a la gravedad y extensión del abuso sexual contra mujeres y niñas en conflictos armados, y al hecho de que su ocurrencia no es un fenómeno nuevo, sólo la jurisprudencia de los tribunales penales internacionales, y por ende el proceso de implementación de la Ley 975 del 2005 de Justicia y Paz debería ser aprovechado, por una parte, para capacitar a los jueces que conforman estas unidades encargados de aplicarla en las distintas y complejísimas cuestiones derivadas de la investigación y juzgamiento del tipo de delitos sexuales que darían lugar a la aplicación de los beneficios que establece esa ley, y de otro lado, para iniciar un proceso de reconstrucción de la memoria colectiva que ponga en evidencia la forma en que la violencia sexual contra mujeres, jóvenes y niñas ha sido utilizada por los actores armados como instrumento de terror y de guerra. Sólo medidas de esta clase, serán capaces de reparar y restablecer la dignidad de las mujeres, niñas y jóvenes que han sido víctimas de una de las modalidades más perversas y atroces de delitos de naturaleza internacional.

JINETH BEDOYA, periodista ultrajada por paramilitares, reclama justicia para las miles de mujeres víctimas del conflicto, en reportaje realizado por la Oxfam Internacional, publicado en la pagina www.oxfamiterman.org, organización no gubernamental de cooperación para el desarrollo que reclamado siempre en sus publicaciones en su página de internet "tolerancia cero" ante los crímenes sexuales cometidos en el marco del conflicto armado en Colombia, que han provocado miles de víctimas de abusos, violaciones, desplazamientos forzados y otras formas de violencia sexual. La organización ha hecho pública esta demanda en el curso de la presentación de su informe “La violencia sexual en Colombia: un arma de guerra, en el que se afirma que todos los grupos armados (fuerzas de seguridad del Estado, paramilitares y grupos guerrilleros) emplean la violencia sexual contra las mujeres de forma habitual en un entorno de impunidad alarmante. "Las mujeres son asesinadas, perseguidas, desaparecidas, torturadas y obligadas a tomar las armas, como cualquier hombre, pero nosotras además somos víctimas de atroces formas de violencia sexual derivadas del conflicto" ha explicado la periodista colombiana y víctima JINETH BEDOYA durante la presentación de este informe publicado en www.oxfamiterman.org.

Esta periodista del diario Tiempo, uno de los más importantes de Colombia, se ha desplazado a España para apoyar la presentación del este informe que espera contribuya a paliar la situación en la que viven actualmente miles de mujeres en su país. El uso de esta violencia, lejos de ser esporádico, se ha convertido en una práctica sistemática y generalizada que ha pasado a formar parte integral del conflicto armado. Sin embargo, el informe apunta como la continua ocultación o negación de estos delitos dificulta la investigación de los casos, el enjuiciamiento y el castigo a los responsables y la reparación para las víctimas.

La impunidad que reina en el país frente a este delito ha convertido a la mujer colombiana en víctima oculta del conflicto. "Muchas mujeres renuncian a denunciar por temor a las represalias, vergüenza y miedo por sus vidas y la de sus familiares. Esta estrategia de invisibilización (concepto ampliamente utilizado en las ciencias sociales para designar una serie de mecanismos culturales que lleva a omitir la presencia de determinado grupo social). silencia a las mujeres y las condena al olvido" añade Irene Milleiro, portavoz de Intermón Oxfam. Además, la falta de garantías legales y la falta de confianza en las instituciones estatales impiden declarar a las mujeres que desean hacerlo.

Lo poco que se ha conseguido en la lucha contra la impunidad frente a este crimen, ha sido posible gracias a la presión de las

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