LAS FASES DEL SUEÑO.

Las fases del sueño

La mayoría de nosotros  pensamos que el sueño es un tiempo de calma y tranquilidad, hacemos a un lado las tenciones del día y pasamos la noche durmiendo apaciblemente. No obstante, una mirada más de cerca al sueño nos muestra que durante la noche se produce una enorme actividad.

Gran parte de nuestro conocimiento de lo que ocurre cuando dormimos proviene del electroencefalograma (EEG), una medición d la actividad eléctrica dentro del cerebro. Cuando los electrodos de un electroencefalógrafo se fijan en la superficie del cuero cabelludo y el rostro de una persona dormida, se hace evidente que, en lugar de estar dormido, el cerebro está activo durante toda la noche. Produce descargas eléctricas que forman patrones de onda sistemáticos que varían en altura o amplitud y en velocidad o frecuencia en secuencias regulares. Los instrumentos que miden los movimientos musculares y oculares también revelan la presencia de cantidad de actividad física.

La gente atraviesa por cuatro fases distintas de sueño a lo largo del descanso nocturno, pasando por ciclos que duran aproximadamente 90 minutos. Cada una de estas cuatro fases del sueño está relacionada con un patrón particular de ondas cerebrales. Además, existen indicadores biológicos específicos de la ensoñación.

Cuando las personas se duermen, pasan de un estado de vigilia en el que se logra un relajamiento con los ojos cerrados hacia la fase 1 del sueño, que se caracteriza por ondas cerebrales relativamente rápidas y de bajo voltaje. Esta etapa en realidad es una transición entre la vigilia y el sueño. Durante la fase 1 a veces aparecen imágenes. Es como si estuviéramos viendo fotografías. Sin embargo, la ensoñación real no se alcanza durante la entrada inicial a esta fase.

Conforme el sueño se hace más profundo, la gente entra en la fase 2 del sueño, que se caracteriza por un patrón de ondas más lento y regular. No obstante, se producen interrupciones momentáneas de ondas muy puntiagudas a las que se les denomina “husos de sueño” debido a su configuración. Es cada vez más difícil despertar a una persona que se encuentra en la fase 2, que abarca alrededor de la mitad del tiempo total que pasan durmiendo las personas de entre 20 y 25 años de edad.

A medida que la gente pasa a la fase 3 del sueño, las ondas cerebrales pierden velocidad y aparecen crestas más altas y valles más bajos en el patrón de ondas. En el momento en que la persona dormida alcanza la fase 4 del sueño, el patrón es aun más lento y regular, y las personas tienen la más baja sensibilidad a la estimulación externa. Esta tiene mayores probabilidades de ocurrir en la primera parte de la noche. En la primera mitad de la noche nuestro sueño es dominado por las fases 3 y 4. La última mitad se caracteriza por fases de sueño más ligero, así como por la fase por la fase en la que ocurren los sueños , como veremos a continuación  (Dement y Wolpert, 1958).

Sueño MOR: la paradoja del sueño

Varias veces de cada noche, mientras se está en la fase 1 del sueño, ocurre algo muy curioso: aumenta el ritmo cardiaco y se vuelve irregular, sube la presión arterial y aumenta el ritmo respiratorio, y los hombres, incluso los bebes, tienen erecciones. La principal característica de este periodo es el movimiento hacia uno y otro lado que realizan los ojos de la peona que se duerme, como si estuviera observando una película de mucha acción. Este periodo se denomina sueño con movimientos oculares rápidos o sueño MOR. Este abarca poco más del 20% del tiempo total del descanso de un adulto.

Mientras ocurre toda esta actividad, los principales músculos del cuerpo se comportan como si estuvieran paralizados. Además, el sueño MOR suele estar acompañado de ensoñaciones, las cuales, ya sea que las personas puedan recordarlas o no, son experimentadas por todos durante alguna parte de la noche.

Una posible explicación pero aun no comprobada, acerca del movimiento ocular rápido sostiene que los ojos siguen la acción que ocurre en el sueño (Dement, 1979; D.D. Kelly; 1991b).

Existen buenas razones para creer que el sueño MOR desempeña un cometido importante en el funcionamiento humano cotidiano. Las personas a las que se les priva del sueño MOR, despertándolas cada vez que comienzan a exhibir las señales fisiológicas de esta fase,  presentan un efecto de rebote cuando se les permite descansar sin molestias.

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