LICENCIATURA EN ADMINISTRACION DE RECURSOS HUMANOS

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UNIVERSIDAD DEL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA ADMINISTRACION

LICENCIATURA EN ADMINISTRACION DE RECURSOS HUMANOS

TRABAJO DE CAMPO II

FRANCISCO YADAROLA

2015

ÍNDICE

ÍNDICE:

1. INTRODUCCIÓN ……..……………………………………………………….. 5

1. DESARROLLO ……………………………….………..……………………… 9

2.1.   LA COMUNIDAD ……………………………………………………….. 10

2.2.   EL JARDIN . ……………….…………………………………………….. 14

2.3.   LA DIRECCIÓN ..………….…………………………………………….. 16

2.4.   LAS MAESTRAS . ……………….………………..…………………….. 17

2.5.   RELACIONAMIENTO .………….………………..…………………….. 22

1. CONCLUSIÓN ………..……………………………………………………….. 25
   
2. ANEXO ………………..……………………………………………………….. 28

INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

¿Qué querés ser cuando seas grande?

Veterinario, médico, bombero, policía, maestra…

Hay para quienes la vara del éxito en la vida se pone muchas veces en lograr ser lo que habíamos soñado de chicos. En poder hacer una carrera tiempo: terminar el colegio, empezar la facultad y cursarla en término, conseguir un trabajo de eso que estudiamos, formar una familia, tener hijos, crecer y desarrollarnos en nuestro trabajo deseado, etc.

Pero a veces, la materialización de ese deseo queda relegada por vernos forzados a priorizar otras cosas, y el precio de eso es acercarnos a trabajos que tal vez no hubiésemos deseado de chicos… y de ahí dos opciones. La más poética de ellas sería descubrir allí, como si fuera una obra del destino, una vocación inesperada hacia donde la vida nos “empujó” y que nos da invita a desplegar todo nuestro potencial. La más negativa de ellas, terminar en un trabajo a desgano, con un horizonte muy limitado de posibilidades de crecimiento (tal vez no posibilidades, sino entusiasmo por ese mismo crecimiento); acá las metas y objetivos suelen estar por fuera del ámbito laboral y el “lograr el reconocimiento de mis superiores para poder ser reconocido y crecer a nivel profesional” se transforma en “que el sueldo me alcance para…”; “que a mi familia no le falte…”.

Pero en esta polarización que planteé cabe una tercera opción, si bien más cerca de la primera, no tanto mejor que la segunda. Y es que muchas veces la realidad diaria de ese trabajo que sí deseamos de chicos no sea tan parecida a cómo la habíamos imaginado, y nos vemos envueltos en una vorágine que nos mueve, al igual que en la segunda opción, a priorizar cosas que nos alejan de explotar todo nuestro potencial.

En esta investigación, invito a analizar la realidad laboral de uno de los rubros que más controversias despiertan. Un “iceberg” que muestra solo una pequeña parte del trabajo y deja mucho por debajo del campo visual: la educación inicial.

El magisterio en educación inicial brinda un universo de oportunidades, que requieren de quien la lleva a cabo estar en constante capacitación; ya sea sobre nuevas tendencias en pedagogía, abordajes sobre integraciones de casos puntuales, materiales de uso en clase, tecnologías que cada vez ocupan más lugar en la vida de los chicos, etc. Requiere vocación y amor por el servicio.

Y hay entornos donde desempeñarse, capacitarse y potenciarse están facilitados; donde los recursos llegan y alcanzan, y otros en los que dedicar tiempo a la formación y la capacitación se dificulta. Esa dificultad viene de la mano, nuevamente de la mano de la priorización; ya que (como premisa susceptible de validación) el rol de contención, cuidado y paliación de necesidades básicas no satisfechas como la alimentación, higiene, atención primaria, suelen ocupar tiempo de la agenda. Esto captura la atención y las energías que se desvían de invertirlas en capacitación y formación.

Con esta breve introducción, formularemos la hipótesis con la que delimitaremos nuestra investigación: la baja exigencia de los clientes, condicionada por la necesidad de priorizar la paliación de ciertas necesidades básicas; reduce el interés por la capacitación.

Con este planteo se disparan ciertos objetivos que son necesarios para el abordaje. En primera instancia, describir de quiénes hablamos cuando decimos “clientes”. Conocer qué quieren/esperan los padres, de las maestras y del jardín. Describir el entorno social donde se maneja el jardín y relevar las principales necesidades. Conocer a algunos padres, su contexto, situación actual y situación deseada. Conocer la realidad sobre la infraestructura del jardín. Conocer a las maestras y al staff directivo, su contexto, situación actual y situación deseada. Relevar capacitaciones existentes; y si es posible capacitaciones faltantes reconocidas y/o deseadas. ¿Existe un plan de capacitación? ¿Quién lo propone? Relevar material bibliográfico referido a la motivación en relación con las capacitaciones y el conocimiento como objetivo motivacional.

El contexto que propongo para delimitar la investigación es la docencia en instituciones de educación inicial de gestión pública, en barrios carenciados, constituyendo como objeto de observación al jardín N°931 de Luchetti, Villa Rosa. A este jardín asisten 120 chicos en cada turno, conformando una currícula total de 240. La muestra que utilizaré está compuesta por 15 personas (entre maestras, directivos y pares pedagógicos) que trabajan en este jardín en ambos turnos; y 5 familias del jardín.

La técnica de recolección de datos que utilizaré para esta investigación será  la de las entrevistas, tanto para los padres como para el equipo docente. La elección del método se justifica en dos razones. Primero, cubrir casos en los que se pudiera presentar alguien con dificultades para la lecto-escritura; y la posibilidad de estar frente a la persona que responde y ampliar, reformular y profundizar en las preguntas hechas en caso de encontrar la apertura y predisposición del otro lado.

Realizar esta investigación se justifica en concientizar y compartir una preocupación personal y genuina por el nivel de formación de los docentes que estamos dejándole las siguientes generaciones. Y no por falta de voluntad de ellos, sino porque estamos depositando en su espalda un peso extra. Creo que todos somos responsables, como estado, de poner nuestras manos a disposición, desde el rol que nos toque, para mejorar la sociedad. También, en esas mismas condiciones, las docentes. Pero como dije, desde el rol que a ellas les toca. Su rol en la sociedad es enseñar; y hoy están ocupándose de más que eso, y perdiendo foco en el core de su profesión.

Y espero equivocarme…

DESARROLLO

En un esquema comercial, podríamos imaginar los roles de proveedores, clientes y consumidores de forma claramente identificable. Pero hay una sutil diferencia que es preciso rescatar para poder acercarnos a la comprensión de la hipótesis. Ya que hablamos de “la exigencia de los clientes”, entonces diferenciemos cliente y consumidor.

La diferencia entre el cliente y el consumidor es que el primero es la persona que efectivamente adquiere un producto o un servicio. Todas las acciones de mercadeo apuntan hacia el cliente. Consumidor es aquella persona que utiliza el producto, sin necesariamente ser quien lo compró^[1]. Un ejemplo son las mamaderas. Son los padres los clientes que las compran, pero es el bebé el consumidor quien la utiliza.

Trasladando este esquema de proveedores, clientes y consumidores a la educación inicial, podríamos definir a los docentes como proveedores, los padres como clientes y los chicos como consumidores.

Sin embargo los docentes no podrían ser objetivamente analizados sin tener en cuenta la institución que los contiene, ya que la infraestructura, los recursos, la capacidad de los directivos, el tipo de grupo de trabajo van a tomar un rol influyente.

Vamos entonces a realizar una descripción de cada una de las partes implicadas de este esquema.

LA COMUNIDAD

Nuestra hipótesis habla de que la exigencia de los clientes se presenta en un nivel bajo por la necesidad de ponderar otras necesidades básicas, así que intentaremos ahora hacer una breve descripción de la comunidad y el contexto que rodea al jardín, y puntualizar lo que logramos identificar como esas necesidades básicas.

La comunidad en la que se ubica el jardín es de un nivel socioeconómico bajo, con gran desocupación. Son pocos los casos de trabajo formal, y en mayor medida sub empleo y trabajo informal (en negro)^[2]. En el barrio, muchas de las viviendas son precarias, de madera o chapa, y albergan familias muy numerosas en espacios muy pequeños.

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