LIDERAZGO EDUCATIVO

LA CALIDAD DE LAS ESCUELAS SECUNDARIAS ESTÁ RELACIONADA CON EL LIDERAZGO DE LA DIRECCIÓN

Hoy que soy maestra viene a mi mente todo el tiempo al trabajar con mis alumnos, mis recuerdos de secundaria: la escolta, los concursos del himno nacional, las materias aburridas e interesantes, mi clase de dibujo técnico, el famoso “bulling” que a todos nos tocó vivir, a los muchachos guapos y las competencias entre compañeras por ver quién estaba más delgada, acinturada, noviera, y bien proporcionada anatómicamente. Pero lo que más recuerdo son a mis maestros, a los buenos y a los malos y de quien hoy tomo sus cualidades y defectos para forjarme a diario como una buena profesora. Lo que me hacer preguntar ¿por qué es tan difícil cuestionar para el ser humano su quehacer diario? Y de inmediato viene a mi mente personajes que sí lo han hecho sin importar el rubro donde se desempeñen: Mahatma Ghandi, Albert Eisntein, Margaret Tatcher,y hay aquellos exitosos que piensan más en la cantidad que en la calidad, como Adolfo Hitler, Fidel Castro y miles de empresarios. Es indiscutible que la calidad del liderazgo de un grupo de cualquier índole es la base de los frutos. Ese espíritu crítico forma individuos razonables, escépticos, analíticos, creativos e innovadores, pero ¿quién podría afirmar que su criterio personal o su proyecto es el adecuado? Su equipo de trabajo. Con evidencias, experiencias y actividades que ya han sido aplicadas, y buscar el interés en común con el equipo. El que fuera, ni importa en este caso, es que el equipo adquiera estas creencias, cuya obligación será del líder bajo su autoridad y dirección.

Cualquier persona está capacitada para ello, incluso los profesores, tan notables como José Vasconcelos y Rafael Ramírez, que no tuvieron una mentalidad débil y conformista, que manejaron una filosofía de introspección personal y social, que son cualidades de líderes de un grupo o escuela. Estas son capacidades de cualquiera, tener objetivos por alcanzar, estrategias para utilizar y todo tipo de recursos por aplicar, cuya única herramienta indispensable será la dirección.

La dirección

La palabra dirección sugiere lograr todo lo planeado, ser una autoridad en la administración, que tome buenas y acertadas decisiones con su equipo, delegando responsabilidades y supervisando que se cumpla. Sus cuatro elementos de éxito son la comunicación, el valor de la autoridad, la delegación y la supervisión. ¿Cómo saber si en mi escuela existe un buen director o si lo soy dentro de grupo? Veamos si cumple con la siguiente descripción.

La comunicación

Implica intercambiar conocimientos, tendencias y sentimientos a los demás a través de un proceso que permita crear un “nosotros” como equipo para la motivación y el contacto diario. Se forma a través de la pronta resolución de un conflicto, pues, se muestra el interés por los subordinados; éstos se pueden disipar en tres formas:

a) Por dominación: a través de un juicio.

b) Por compromiso o conciliación: ambas partes ceden para solucionar el conflicto.

c) Por integración o por coordinación: ambas partes consiguen sus pretensiones.

Al involucrarnos en la dinámica social en el centro de trabajo en el aula somos partícipes de la cotidianeidad de sus elementos, creando una relación bilateral, un lazo que se refuerza constantemente formando un medio de unión. Así, podremos solucionar los conflictos por interacción y no por dominación. Un buen director debe platicar con sus compañeros y alumnos de su vida personal, entablar acuerdos verbales para participar en alguna actividad cuando se requiera, felicitar o exigir verbalmente en plenaria o en persona cuando los objetivos fueran cumplidos o no, informar de cualquier actividad que esté próxima a realizarse o que no se haya cumplido favorece el diálogo en asambleas y/o juntas. Es motivante

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