LOS RIESGOS ECONÓMICO-FINANCIEROS QUE ENFRENTA MÉXICO.
fcallejamEnsayo28 de Febrero de 2017
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INDICE
OBJETIVO ................................................................................................................................... 3
INTRODUCCION ........................................................................................................................ 3
SITUACIÓN ECONÓMICA DE MÉXICO .................................................................................. 4
RIESGOS DE CRISIS ECONÓMICA ........................................................................................ 6
RIESGOS DE CRISIS POR TERRORISMO Y VIOLENCIA ................................................... 7
OTROS RIESGOS .................................................................................................................... 10
CONCLUSIONES ..................................................................................................................... 12
FUENTES .................................................................................................................................. 14
OBJETIVO
Conocer el origen de las debilidades de sistema económico-financiero mexicano, desde una perspectiva realista de las situaciones sociales, políticas y monetarias que se viven en nuestro país, y que impactan directamente en nuestra economía.
INTRODUCCION
Todos los países tienen como objetivo principal el crecimiento económico que les genere riqueza suficiente para ser o permanecer en el llamado primer mundo.
El camino para lograrlo no es sencillo, se basa principalmente en generar condiciones generales sólidas y estables apegadas a derecho, en consonancia con la implementación de políticas públicas tendientes al crecimiento sustentable y equilibrado, en aras de no acabar con los recursos que generan las oportunidades de generar riqueza, ya sean naturales, renovables o no renovables, o productos de la industria.
En este trabajo se abordan las condiciones actuales de México, desde una perspectiva de crítica a lo logrado actualmente, y a la falta de acciones de fondo que generen un cambio de dirección respecto de la situación actual, tanto en el entorno político, con un manejo obsoleto por corrupto, como en el económico, cuyo establecimiento, con vicios por la corrupción, no ha sido correctamente desarrollado.
Esa falta de la correcta implementación de los sistemas en nuestro país ha generado que las condiciones sociales inestables impacten negativamente en la economía formal en México, acrecentando de forma alarmante la inseguridad, lo que implica un gran riesgo de crisis, política, social y por consecuencia económica, que es la que actualmente sostiene endeblemente a nuestro país.
SITUACIÓN ECONÓMICA DE MÉXICO
El sistema financiero mexicano, al igual que la mayoría de los sistemas financieros, dependen en gran medida del mercado cambiario para el respaldo de su economía, esto es vital en la consecución de los objetivos de crecimiento de cada país.
Uno de los principales aspectos que cada país debe tener en cuenta en la proyección de crecimiento de su economía, es la influencia de los distintos agentes externos que, por no ser controlables, pero sí determinantes, pueden generar una desestabilización en la propia economía.
Los agentes a los que nos referimos son en sí todos los participantes en el mercado de valores, que en gran medida son empresas de origen extranjero, que por consecuencia extraen sus ganancias del país para llevarlas a su país de origen, y que por tanto solo obtienen riquezas, sin realmente aportar un beneficio tangible a nuestro país y menos a nuestra economía.
Al respecto, el Banco Mundial contextualiza el panorama económico de México en la actualidad, y al respecto menciona que a pesar de que México ha crecido durante 2015 y parte de este 2016, lo cierto es que lo ha hecho cada vez en menor medida, y se espera que siga desacelerando, puesto que la actividad en las inversiones y en las exportaciones, dad su debilidad, ya no contribuyen al crecimiento. Por lo anterior, como ha debido ser desde siempre, dependemos básicamente del consumo privado.
A pesar de la implementación de la reforma tributaria se obtuvo un aumento de los ingresos no petroleros, y se pretende amortizar más el golpe en nuestra economía con los recortes en el gasto público, pero el resultado, a pesar de tener beneficios macroeconómicos, no es perceptible de manera positiva en la población, dado que sigue creciendo la percepción de liquidez, pero sobretodo de nulo crecimiento.
Esto, aunado a la falta de crecimiento en el ámbito petrolero, que también tuvo un proceso de transformación por la implementación de la reforma, pero que no ha sido favorecido realmente, puesto que el sector petrolero está en un franco estancamiento, pues no se vislumbra un pronto repunte en los precios.
Otro factor determinante es la influencia de la economía de Estados Unidos en la mexicana, que por sí sola nos arrastra en sus fluctuaciones o en sus políticas internas.
En general, la economía mexicana enfrenta un ambiente externo complejo en donde la persistencia de precios bajos para el petróleo, la normalización de la política monetaria en Estados Unidos, una desaceleración en el comercio internacional y en el crecimiento económico global y una diversidad de eventos geopolíticos podrían elevar la aversión al riesgo y la volatilidad financiera, planteando retos a la estabilidad económica y financiera del país, así como a sus perspectivas de crecimiento. Las prioridades en términos de políticas seguirán centradas en la implementación de políticas monetarias, financieras y fiscales prudentes para generar las condiciones de un crecimiento más fuerte en el mediano plazo.
Así las cosas, el crecimiento mediocre, el dólar alto, y mayor deuda pública, impactan de forma directa en el gasto público y en las políticas públicas que tienen que ver con la gente, con las empresas, con las regiones y su desarrollo, pero si a eso se le agrega el empecinamiento en un modelo económico a todas luces fallido, entonces lo único que parece estar a la altura, es la soberbia y la sinrazón en contra de México y los mexicanos.
RIESGOS DE CRISIS ECONÓMICA
En diversas publicaciones especializadas se comenta lo que es por todos conocido y sufrido, la caída en los ingresos por la venta del petróleo, el crecimiento en la recaudación de impuestos con un impacto negativo para la sociedad mas no para el gobierno, el aumento en los intereses por deuda y la cada vez más inminente alza de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos auguran un panorama complicado para México.
En lo personal creo que las políticas globales del comercio, es decir el neoliberalismo, ha sido adoptado irresponsablemente por nuestro país, pues una implementación responsable de este sistema económico no tendría a nuestro país hundido en la desgracia económica actual, sino todo lo contrario. Y las consecuencias de la irresponsabilidad de los gobiernos ante los excesos cometidos en las últimas décadas ya no es sostenible, a pesar de todos los mecanismos y estrategias que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda han pretendido ejecutar, pues no subsanan sino solo mitigan los embates de la economía global.
Entonces, tenemos que todos los factores que generan ingresos en nuestro país están detenidos, estancados, disminuidos o debilitados, y como consecuencia crece el déficit, pues no se ha detenido ni disminuido de forma responsable el gasto público.
Si México logra sostener su economía más sólida y firme que la de los otros países emergentes, que son las economías con las que el país tendrá que competir a la hora de ofrecer seguridad y confianza para retener los capitales, es que se podrá librar de una mayor caída o incluso, entrar en crisis.
Ahora bien, a pesar de que México es económicamente más fuerte que ciertos países de América Central y Sudamérica, la realidad es que en una crisis
financiera, el dinero se retrae muy rápidamente y los bancos extranjeros en particular, retiran el capital de vuelta a casa. Eso significa que es menos probable que den crédito a pequeñas y medianas empresas o individuos en México. Ése es un riesgo que México tiene y que no está bien entendido o discutido por el secretario de Hacienda o el gobernador del banco central, pero existe.
Para las empresas energéticas de México, la única alternativa a los mercados de capital son los propios bancos. Los bancos deben decidir si mantienen a flote empresas a las que ya están expuestos –a través de líneas de crédito directo o por medio de condiciones de préstamo más caras–, para que no pierdan más dinero en esos préstamos o bonos ya extendidos. Los bancos deben decidir si siguen prestando en un entorno de disminución de (precios de) la energía o si retiran el crédito. Si lo retiran, lo que le ocurre a una empresa como Pemex, es que se recortan empleos, se cortan las pensiones –lo que en México significa más manifestaciones y el dolor de las familias asociadas a la industria–. Además, una disminución de las ganancias significa menos ingresos para el gobierno.
Por todo lo anterior, es necesario fomentar el flujo en el mercado interno, que puede ser la punta de lanza para un crecimiento real, con fundamentos sólidos que sean los pilares de nuestra economía, y dejemos de depender tanto de los factores externos.
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