LOS VALORES DE LA EDUCACION EN EL NUEVO MILENIO

LOS VALORES DE LA EDUCACION EN EL NUEVO MILENIO, Y LA FAMILIA.

Toda educación, tiene entre sus propósitos la formación de los adultos del mañana. Las transformaciones económicas, sociales y culturales que el mundo experimenta en el final de este siglo, y que afectan de manera más tangible a américa latina plantea una serie de exigencias en la educación. Estas exigencias han sido objeto de reflexiones y propuestas que persiguen preparar los sistemas educativos para cumplir renovada mente viejas funciones y para enfrentar otras inéditas.

El gran problema de la educación en especial la educación de nuestro país es que se han perdido con gran vehemencia los valores de las personas, esto genera que haya un conformismo entre la sociedad y que no tengamos un criterio propio acerca de todas las cosas que se deben realizar en nuestro diario vivir , y lo que es a un peor estamos siendo hipnotizados por los medios masivos de comunicación que solo pretenden favorecer a una gran minoría económicamente, y que lo que es peor pretenden formar ciudadanos ignorantes que no tengan criterio propio para así poder efectuar sus planes sin que la sociedad se los reproche.

La utopía una sociedad altamente educada, la educación dentro de esta sociedad debe ser equitativa, esto es lo que se pretende y que así debería de ser para poder salir adelante como sociedad y como nación pero desgraciadamente nos encontramos en un país como el nuestro, que es realmente selectivo, que actúa en el sentido de que las razones de naturaleza socioeconómicas las que determinen la suerte educativa y con ello la vida futuro de cada uno de los individuos.

Preparar para la competitividad económica y la de formar para la moderna ciudadanía, son dos perspectivas que privilegian a la sociedad y sostienen que una sociedad participativa, profundamente democrática, critica, organizada respetuosa y defensora de los derechos humanos, preocupada por la justa distribución de bienes y servicios y del beneficio del desarrollo, será una población capaz incluso de juzgar críticamente el rumbo del desarrollo económico, de proponer vías de bienestar social y de innovar desde lo productivo. La competitividad, como los propios organismos lo reconocen, requiere una fuerte ciudadanía y un país equitativo no se trata de conformarnos con formar ciudadanos, capaces de adaptarse a las nuevas reglas del juego impuestas por la globalización. Debemos perseguir formar seres humanos capaces de desarrollar el pensamiento alternativo y de hacerlo realidad. Lo mencionado anteriormente sería un sueño perfecto o la realidad perfecta pero desgraciadamente en el país en el que nos encontramos sucede realmente todo lo contrario, nos encontramos con un país que solo pretende ayudar a los, que más tienen y despojar de sus pocas pertenencias a los que menos tienen, un país donde la principal función es la de ser corrupto y que en lugar de apoyar y fortalecer a la educación para salir adelante más la entierra para su propio beneficio.

Para poder formar individuos más productivos y capaces de aprovechar adecuadamente las ventajas de las cambiantes situaciones de la ciencia, la tecnología, organización productiva y los mercados nuestros sistemas educativos tendrán que desarrollar la capacidad para formar, aunque el sistema educativo no ha demostrado en ningún sentido su dominio de las formas para acercarse a su logro. La reforma educativa tiende a lo anterior supone transformaciones profundas y un conjunto de rupturas sustanciales con

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