La Acción, Valores, Criterios, Verdad, Caridad, Religión Y Moral.

Introducción

Algunos autores consideran que la moral tiene como fin “la realización del hombre” y parecen olvidar o no tener en cuenta que tal realización sólo es posible en la plena y libre identificación de su voluntad, por amor, con la Voluntad divina. Para ellos el hombre sólo existiría en su desarrollo histórico, esto es, en evolución continua. Por eso niegan la ley natural -es decir, objetiva-, a la que califican de moral cerrada, y le contraponen una moral abierta que depende de la psicología, la sociología, la biología, etc. Por consiguiente, esta nueva moral ha de fabricar sus normas concretas según las circunstancias de lugar y de tiempo: si un precepto impide, en un caso concreto, la felicidad del hombre, y su incumplimiento no produce daño a nadie, prescindir de esa norma no sólo no ser pecado, sino un acto virtuoso.

El hombre ha de saber que actúa bien o mal al comienzo de su acción, y no al final, cuando ésta ya fue realizada y es irremediable. Las consecuencias se dan al término de la acción y, en el mejor de los casos, podemos saber a posteriori, a partir de ellas, si la acción fue buena o no. Pero este conocimiento se da cuando menos interesa saberlo: ser útil sólo como experiencia para una actuación futura, pero no para el momento en que se emite el juicio.

La bondad o maldad de una acción basada sólo en sus futuras consecuencias no puede constituirse en criterio de moralidad ya que en toda acción voluntaria y libre las consecuencias no ocurren infaliblemente: se suponen como meras hipótesis que pueden darse o no. Una ciencia de la moral no puede sustentarse en solas posibilidades.

Las consecuencias que resultan de una acción están necesariamente integradas dentro de la totalidad de ocurrencias del universo entero. Una consecuencia ser a su vez causa de una nueva consecuencia, y ésta a su vez de otra, y así sucesivamente. El hombre cargaría sobre sí la responsabilidad de todo el universo; no sólo de su ámbito económico y político, sino del universo entero, lo cual no puede hacer válidamente, ya que no es Dios. Para que el hombre se aventurase a cargar con tal peso requeriría al menos dos condiciones: que el número de consecuencias fuese finito, y que todas las consecuencias fuesen conocidas. Cualquier hombre sabe que ello es imposible, y que quien lo ha intentado se ha visto conducido al fracaso.

La acción sigue al actor

De acuerdo a las leyes científicas y de la naturaleza, no hay efecto sin causa y toda acción tiene sus consecuencias. En el ORDEN SOCIAL Y MORAL, toda acción que realice el hombre, sea como SIMPLE HOMBRE o como SER HUMANO; tiene repercusión o consecuencia.

La ética o moral es la ciencia que estudia la actividad libre, o sea la conducta responsable y, por ende, imputable.

Estas pueden ser graves o no, dependiendo de la bondad o maldad de la acción.

Así como las leyes castigan los hechos delictivos, la sociedad aprueba a los que proceden bien y condena a los culpables. Es la sanción social que aprueba lo bueno y condena lo malo.

Por ejemplo Una persona que prive de la vida a otro será sancionado con pena de diez a quince años de prisión.

Una persona que realiza buenas obras con las demás personas, tendrá su reconocimiento de todo lo bueno que hace.

La Moral se refiere a las prácticas o hábitos existentes en una cultura determinada, en un momento histórico determinado. Es este sentido la moral cambia, varia, según el lugar y la época.

La ética es una disciplina normativa. Su propósito último es definir y establecer normas o reglas de conducta que postulan deberes que la persona debe cumplir.

A demás a nivel personal, la voz de la consciencia que “Repite a tu oído la imagen de Dios”, no deja en paz a quienes actúan mal.

Las consecuencias de las acciones de uno, son como su propia sombra que siempre le acompaña.

La ética tiene como fundamento la naturaleza imperfeptible pero perfectible del ser humano. Como seres humanos que somos tenemos defectos o imperfecciones, pero en nuestra misma naturaleza esta la potencia espiritual que nos permite esforzarnos día a día por ser mejores.

Jerarquización de Valores

Los valores son bienes que se manifiestan en el modo de ser, de pensar, de sentir y de actuar de la persona.

Los valores constituyen la base y razón de ser de los deberes morales que debemos cumplir en el trabajo y en general en la vida.

Los valores no son indiferentes, no solo en lo referente a una polaridad, sino también en las relaciones mutuas de las especies de valor.

Los valores éticos, Estéticos y Axiológicos, como parte de la filosofía Moderna son los que rigen el comportamiento humano.

Valores Éticos: son los que están relacionados con el derecho y el deber por ejemplo lo justo y lo injusto, lo misericordioso responsable, la honradez etc.

Los valores éticos corresponden a las cualidades que enaltecen a un ser humano, tales como: honestidad, solidaridad, responsabilidad, equidad, etc. El valor se relaciona con la idea de perfección, con todo aquello que se presenta como digno de alta estima. El valor es todo aquello que es bueno.

Los valores éticos se caracterizan porque ante su realización, o no realización, la persona se siente libre y, por tanto responsable. Así ocurre, por ejemplo, con la honestidad. Soy libre para elegir entre ser honesto o deshonesto. Por consiguiente, voy a sentirme responsable de mi honestidad.

Valores Estéticos: son los que tienen que ver con la belleza en general tanto lo natural del mundo físico como la creada por el hombre, trata de la actividad productora del arte y de la Belleza, por ejemplo: lo bello del crepúsculo, la salida del sol, un jardín con vistosas flores, una bella pintura, una escultura, una sinfonía, una poesía, etc.

Valores axiológicos:

RECONCILIACION: La reconciliación es la iniciativa voluntaria de las partes en conflicto por reconocer sus responsabilidades de parte y parte, se buscan modos de reparar la ofensa infligida, se comprometen a evitar futuros daños, se restaura el daño y se construye nuevas relaciones positivas.

AMOR:

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